Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Vascongadas


En 1715 se reunió en Madrid un grupo de 124 vascongados que decidieron fundar una Congregación con fines benéficos bajo la advocación de San Ignacio de Loyola. El Consejo de Castilla aprobó las Constituciones en 1718 y desde entonces la Congregación, y a lo largo de más de 300 años de historia ha continuado con su misión.

La Congregación tiene como sede la Iglesia de San Ignacio de Loyola, de Madrid, donde realiza sus actividades. Este blog es un canal de información dirigido a todos sus miembros y personas interesadas en conocerla más de cerca.


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26º Domingo ordinario (29 de septiembre)

Lc 16,19-31

1-   Parábola del rico epulón y el pobre Lázaro. Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino y todos los días daba fiestas espléndidas. Y un mendigo llamado Lázaro estaba acurrucado en el portal, todo cubierto de llagas, y deseaba saciar su hambre, aunque no fuera más que con las migajas que caían de la mesa del rico; es más, hasta los perros se le acercaban a lamerle las llagas.
·        Un día, se murió el mendigo, y vinieron los ángeles a llevarle al seno de Abrahán. También se murió el rico, y fue enterrado. Ya en el abismo, el rico, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán con Lázaro a su lado. Entonces se puso a gritar: Padre Abrahán, ten piedad de mí. Envía a Lázaro para que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me atormentan estas llamas. Pero Abrahán le contestó: Hijo mío, recuerda que tú, durante tu vida, recibiste tus satisfacciones, mientras que Lázaro no tuvo más que desgracias. Por eso él ahora encuentra aquí el consuelo, mientras tú sufres el tormento.
·         Además, entre nosotros y vosotros se abre una sima inmensa; de modo que nadie, por más que quiera, puede cruzar hasta vosotros ni pasar de ahí hasta nosotros. El rico insistió: Entonces, padre, por favor, manda a Lázaro a casa de mi padre, donde tengo cinco hermanos, para que les prevenga, no sea que también ellos acaben en este lugar de tormento. Abrahán contestó: Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen. Pero el rico volvió a insistir: No, padre Abrahán; es que si un muerto fuera a verlos se convertirían. Abrahán le replicó: Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso a nadie, ni siquiera a un muerto que resucite.
·        Los versos 19-26 describen la inversión de valores en esta vida y en la otra; concretamente, en el aspecto de posesiones materiales, la situación terrena tiene su contrapeso en la vida del más allá. Los versos 27-31 insisten en que la conversión de un rico que vive únicamente para sus riquezas difícilmente podrá realizarse, incluso aunque resucite un muerto.

2-   Historia egipcia. H. Gressmann, a principios del siglo XX, llamó la atención de los investigadores sobre una historia egipcia, escrita al dorso de un documento griego, fechado el año siete del emperador Claudio (año 47 d. C.); la historia se refiere a la retribución, en el más allá, de las penalidades sufridas en la vida presente.
·        Un niño egipcio, reencarnación de Si-Osiris y engendrado milagrosamente por Satme Khamuas, lleva a su padre a visitar el reino de los muertos, Amente. Su intención es mostrarle la suerte que han corrido diversos personajes; uno, un rico que, al morir, fue llorado por un coro de plañideras, lo amortajaron con los vestidos más finos y le hicieron un suntuoso funeral; el otro, un pobre desgraciado, un mendigo que, al morir, no fue objeto de duelo, sino que se lo llevaron en una parihuela y lo enterraron en una fosa común en la ciudad de Menfis.
·        Ahora, ahí está el rico, con un pivote de las bisagras de su puerta clavado en la órbita de su ojo derecho, que le produce un tormento atroz; pero en otro recinto está Osiris, rey de Amente, sentado en su trono y, junto a él, radiante de felicidad, está el mendigo, engalanado con los vestidos del rico. Entonces,  Si-Osiris dice a su padre: “Cuando tú llegues a Amente, ojalá te traten como a ese mendigo y no como al otro, el desgraciado ricachón”.                            
·        Según Gressmann, esta historia egipcia pasó a tierras de Palestina por un trasvase de culturas, cuya responsabilidad debe atribuirse a judíos residentes en Alejandría. Esta historia fue desarrollándose y cristalizó en la leyenda de un especialista de la Torá extraordinariamente pobre y un recaudador inmensamente rico llamado Bar Ma`yan. En opinión de J, Jeremías, Jesús tenía que estar familiarizado con esta leyenda, y, sin duda, hizo alusión a ella en su parábola de la invitación al gran banquete (Lc 14,15-24).
·        En la 1ª parte del relato, hay varios elementos que no aparecen ni en la fábula egipcia ni en la leyenda de Bar Ma`yan; por ejemplo: los perros,  el seno de Abrahán, el diálogo entre el rico y el patriarca. Si en la parábola de Lucas hay ciertas resonancias de esas viejas historias, hay que admitir una refundición por parte del evangelista Lucas, y por qué no, por el mismo Jesús histórico.

3-   Comentario de la parábola: Lc 16,19-31. Dentro de su contexto actual, la conexión de esta parábola con los precedentes versos 1-13 no es difícil de establecer. Por una parte, ilustra la recomendación de Jesús sobre el uso sagaz de las posesiones materiales (8a. 8b), y por otra, da un nuevo significado al dicho sobre “las moradas eternas” (verso 9). Al mismo tiempo, subraya la bienaventuranza o la malaventuranza de los que son verdaderamente pobres (Lc 6,20) o de los que se aferran a su riqueza (Lc 6,24). Finalmente, es una ilustración del proverbio con el que se cierra la crítica de Jesús a los fariseos: Lo que entre los hombres se considera un valor supremo es una abominación a los ojos de Dios (Lc 16,15b).
·        En los versos 19-26, Jesús enuncia con toda claridad la disparidad de destinos en la vida futura; el uso o el abuso de las posesiones materiales tendrá su pertinente contrapartida más allá de la muerte (cf. Lc 16,12). La ostentación del rico, su vida suntuosa, su implícito desinterés por el pobre Lázaro, acurrucado en su portal, están en acerado contraste con sus respectivos destinos en el más allá: para el mendigo, suprema bienaventuranza en el seno de Abrahán; para el rico, acumulación de tormentos en el Hades. No se habla de juicio sino de inversión de situaciones
·        La 2ª parte (versos 27-31) está centrada en la conversión, que no depende de eventuales milagros, sino de una escucha de la ley y de los profetas. Bultmann establece una relación entre los versos 27-31 y Dt 30,11-14, donde Moisés rechaza que el cumplimiento de la ley suponga una dificultad insuperable, ya que no es necesario escalar el cielo para comprender sus exigencias ni hay que cruzar el mar para apoderarse del precepto y convertirlo en práctica diaria.
·        Dentro de la visión global del evangelio según S. Lucas, las advertencias de Jesús no van dirigidas exclusivamente a los fariseos, presentados en v. 14 como amigos del dinero, sino que se abren a nuevos destinatarios, en concreto a los discípulos, a las generaciones cristianas.

·      Reflexión. ¿Cuál podemos decir que es el centro de la parábola, lo que nos quiere transmitir? A mi modo de ver nos quiere enseñar esta verdad: es muy grave desentendernos de los pobres de solemnidad, cuando una persona está nadando en bienes materiales.
·      Esto es lo central. Lo demás es literatura de relleno. ¿Está hablando la parábola sobre el infierno? Creo que no. Aquí pasa como en la parábola del juicio de las naciones (Mt 25,31-46), en la que se quiere subrayar estas dos ideas: al final de los tiempos se nos preguntará qué hicimos del hermano necesitado. Los que se compadecieron de él serán admitidos en el Reino de Dios; los que no se compadecieron, quedarán fuera.
·      De todos modos, textos así hacen revivir en los oyentes lo oído en otros tiempos sobre el infierno. ¿Qué decir sobre este tema difícil? Hace poco, le pregunté a un sacerdote alavés si creía en el infierno. Tajantemente, me contestó que no. Y añadió que lo dice en público.

·      Más de un teólogo, a la hora de reflexionar sobre cómo compaginar el inmenso amor de Dios con la existencia del infierno, optan por quedarse con el infinito amor de Dios. Opinan que los dos credos constituyen la cuadratura del círculo, se excluyen mutuamente. (El Evangelio de S. Lucas. Tomo 3. Joseph A. Fitzmyer, Páginas 746 ss)

P. Pedro Olalde. 

25º Domingo ordinario (22 de septiembre)

Lc 16,1-13

1-   Capítulo 16 de Lucas

·        El tema del capítulo 15 de Lucas se centraba en torno a la “alegría” por haber encontrado lo que estaba perdido; ahora, en cambio, la atención se orienta principalmente hacia los “bienes materiales”: qué actitud debe mantener el discípulo y cómo debe usarlos adecuadamente.
·        Los elementos del capítulo 16 desarrollan fundamentalmente este mismo tema. Dos parábolas; el administrador sagaz (1-8a) y el rico epulón y Lázaro (19-31) tratan directamente de los bienes materiales; la 1ª va seguida de tres aplicaciones concretas (8b-13) y de una clara reprobación de la avaricia interna de los fariseos (14-15).

2-   Parábola del administrador sagaz: (1-7)

·        La unidad comprende los versos 1-7; el resto no es más que una adición posterior. Esto significa que sólo esos versículos se pueden atribuir al Jesús histórico: lo demás o es del propio evangelista o procede de la tradición anterior.
·        La unidad total de la 1ª parte comprende los versos 1-8, incluyendo la reacción del amo al comportamiento de su administrador. Sobre el verso 8, el teólogo Mansón dice: Las palabras de elogio del amo quieren decir una cosa: Eso es un “fraude”, cierto; pero un fraude de lo más astuto. El administrador es un truhán; pero un truhán extraordinariamente avispado.
·        El administrador empieza por derrochar los bienes de su amo y añade una falsificación de cuentas en provecho de los deudores de su señor. Pues bien, ¿qué puede sacar de aquí un cristiano?  ¿Cómo puede servir de ejemplo una conducta semejante? Según unos comentaristas, la lección consiste en aprender de ese comportamiento y actuar, por contraste, con una fidelidad total; según otros, el carácter de la parábola es fundamentalmente irónico, de modo que el elogio de lo perverso se convierte en clave de interpretación.
·        Pero ¿cuál es el verdadero significado de la parábola? El verso 8 califica al administrador como “desaprensivo”. ¿En qué se basa? Al comienzo de la parábola (verso 1) se “rumorea” que el administrador no es honesto, que derrocha unos bienes que no son suyos; y los rumores llegan al propietario. El administrador no  niega esas acusaciones ni pide perdón ni intenta defenderse; parece pues, que hay razones suficientes para considerarlo como un desaprensivo. Ahora bien: ¿añadió el administrador a su mala gestión un nuevo delito, el de la falsificación de documentos?
 
     Significado de la parábola

·        No se trata de una advertencia sobre la perversidad de las posesiones materiales; no es una aprobación de las irregularidades atribuidas al administrador (1-2); tampoco es una aprobación de la estafa por falsificación de cuentas.
·        Es un “elogio” de la sagacidad de un gerente que, en una situación difícil, supo rentabilizar en provecho propio aun sus posibles irregularidades.
·        Así es como el administrador desaprensivo puede ser un ejemplo para el cristiano; no por su ostensible falta de escrúpulos en la administración de bienes ajenos, sino por lo acertado de su actuación. El administrador, al verse en una situación tan comprometida, supo actuar con perspicacia y salir airoso, renunciando incluso a lo que era suyo. Eso es lo que deberá aprender el cristiano; frente a las exigencias del Reino no se puede actuar atolondradamente, sino calculando los riesgos y aun renunciando, si es preciso, a las posesiones materiales.

3-   Tres aplicaciones de la parábola (16,8b-13)

1-      Porque los hijos de este mundo son más sagaces con respecto a su propia generación que los hijos de la luz. Y yo os digo: usad el dinero injusto para ganaros amigos; para que, cuando se acabe, os reciban en las moradas eternas (8b-9).
·        El cristiano tiene que aprender a usar los bienes materiales, llamados aquí “dinero injusto”, para ganarse amigos que, en el momento de la verdad, le abran de para en par las puertas de lo que no decae ni se desvirtúa. La sagacidad con la que el administrador toma sus decisiones (v. 4) se transpone, en clave alegórica, al uso correcto de las posesiones materiales.

2-      El que es de fiar en lo insignificante, también es de fiar en lo sustancial; el que no es honrado en lo insignificante, tampoco es honrado en lo sustancial. Por eso, si no habéis sido de fiar con el injusto dinero, ¿quién os va a confiar lo que vale de veras? Y si no habéis sido de fiar en lo ajeno, ¿quién os entregará lo que es vuestro? (10-12).
·        La enseñanza deriva de las implicaciones de una administración responsable. De los versículos 1b-2 parece deducirse la tortuosidad del comportamiento del administrador, que, de hecho, provoca su remoción del cargo. Eso es lo que alegorizan los versos 10-12.
·        Al desvanecerse el aspecto escatológico del v. 9, todo el énfasis se concentra en la responsabilidad de la administración diaria, que se articula, por contraste, en los 3 aspectos siguientes: lealtad en lo insignificante / lealtad en lo sustancial; administración de unos bienes cuyo valor es relativo / administración de valores absolutos; responsabilidad de gerencia de lo ajeno / responsabilidad con respecto a lo que pudiera convertirse en propio. Tres antítesis que resumen la actitud de fidelidad en la vida cristiana.

3-      Ningún criado puede estar al servicio de dos amos; porque, o aborrecerá a uno y querrá al otro, o bien se dedicará a uno y descuidará al otro. No podéis servir a Dios y al dinero (13).
·        La formulación es de una radicalidad absoluta: o Dios o el dinero; no hay más alternativa. Uno de esos dos polos regirá necesariamente la existencia, porque el servicio a ambos es incompatible.

·        Si uno se embarca en una búsqueda febril del dinero, que le subyuga y le esclaviza, no podrá dedicarse sincera y absolutamente al servicio de Dios.     (El evangelio según Lucas, Joseph A. Fitzmyer, tomo 3; pág. 691ss)

P. Pedro Olalde.

24º Domingo ordinario (15 de septiembre)

Lc 15,1-32

1-   Imagen de Dios desde el estudio de la ciencia

·        Humildad de Dios. En un sermón de Patrick Earl ofreció las siguientes reflexiones: Reflexionando sobre el nacimiento de Jesús en Belén, el poeta Manley Hopkins habló de “la menguante infinidad de Dios…menguante hasta adquirir forma de bebé”. “Menguante es el signo que se nos da para  reconocer al Salvador. Tenemos un Dios que mengua, un Dios que se abaja y decrece, y que viene a nosotros en toda la majestad de un comedero…Navidad, la fiesta de la encarnación, la fiesta de Dios que se hace de nuestra  carne, esta fiesta celebra el hecho de que Dios mengua para habitar en nosotros... También nosotros somos un lugar donde Dios se contrae, un lugar donde Dios toma carne y vida humana. En la carne y la vida humana, en nuestros yoes de carne, en nuestras vidas concretas es donde resplandece la luz divina”.
·     Al sermón del P. Earl se podría añadir que el auto-anonadamiento de Dios no sólo acontece en la relación de Dios con los seres humanos, sino también en su relación con el universo entero.
·     El tema del abajamiento de Dios late implícito en la enseñanza cristológica y trinitaria de que Dios está unido a la persona de Cristo. La teología trinitaria (según la cual cada una de las tres personas divinas participa plenamente en la vida de las otras dos) nos permite concluir que, en la vida y la muerte de Jesús, se revela la kénosis, esto es, el abnegado amor de Dios.
·      Así y todo, el abajamiento divino en modo alguno significa que Dios sea débil. En la pasión de Cristo, Dios se presenta a la fe como vulnerable; pero la vulnerabilidad es más capaz de desarmar al mal que toda la fuerza bruta del mundo. Piénsese si no en Gandhi, Luther King y todos los hombres y mujeres que han logrado tanto a través de su acción no violenta.
·        La imagen de un Dios que se vacía de sí, el derramamiento absoluto de bondad y amor es la esencia misma de la experiencia cristiana de la revelación. Por consiguiente, para la teología de la naturaleza, reflexionar sobre el universo a la luz de esta imagen, no es opcional. La auto-donación de Dios es, en el fondo, el verdadero objeto de la doctrina de la creación, la cristología, la soteriología, la escatología y la doctrina de la Trinidad.
·    Incluso la creación del universo por Dios, que a primera vista podría evocar imágenes de fuegos artificiales a gran escala, parece diferente si la pensamos desde la humildad divina. A este propósito dice el teólogo Moltmann: Dios se retira de sí mismo a sí mismo para hacer posible la creación. Esta humilde auto-restricción de Dios precede a su actividad creadora. Tiene lugar ya antes de la creación y es requisito para que ésta sea posible. El amor creador de Dios se basa en el humilde amor de Dios que se anonada a sí mismo. Este amor que se humilla es el principio de aquella auto-privación de Dios que Filipenses 2 considera como el misterio divino del Mesías. Para crear el cielo y la tierra, Dios se priva de su omnipotencia  y, como Creador, toma la figura de siervo.
·     La asimilación de la imagen kenótica de Dios puede permitir a la reflexión teológica conferir nuevo sentido a la naturaleza en medio de todo el desconcierto suscitado por los descubrimientos científicos de la singularidad de su origen en la “gran explosión” (big bang), la indeterminación de los sucesos cuánticos y, en especial, el carácter errático de la evolución biológica. No sólo la libertad humana, sino también la índole emergente de todo el mundo natural pueden resultar más coherentes que nunca si se interpretan desde el punto de vista de la humildad divina.
·   Hasta hace poco, los teólogos se mostraban renuentes a tomar en serio esta imagen revelada, escandalosa como ninguna. Lo cual tal vez sea comprensible. La imagen del abajamiento de Dios se hace presente en medio de un mundo cuyos pensamientos sobre el poder no están preparados para la noticia de que sólo un amor vulnerable puede ser por completo efectivo.
·    Tan sorprendente es esta idea que los científicos de inmediato la ponen en duda. Sin embargo, la incapacidad de hacer de la humildad divina el fundamento de todo ser no contribuye más que a incrementar la perplejidad ante la forma en la que la naturaleza se manifiesta ahora a la ciencia

2-   Promesa divina. En la Biblia, la autorrevelación de Dios se hace manifiesta a la fe, en primer lugar, en forma de una promesa que abre un nuevo futuro. El relato bíblico de la gratuita llamada de Dios a Abrahán marca por completo el tono para las principales religiones del mundo occidental. El Dios de Abrahán es el Dios de la promesa. Por esto, decimos que el cristianismo es una religión de futuro. Incluso las apariciones pascuales de Jesús a sus discípulos no son tanto teofanías cuanto sucesos promisorios que recuerdan la llamada recibida por Abrahán a aventurarse hacia el gran futuro que le abría Dios.
· A sucesos promisorios debe Israel su existencia, y son asimismo acontecimientos intensamente promisorios ligados a las apariciones de Jesús a sus discípulos los que dan lugar a la comunidad cristiana y su renacida esperanza La revelación de una promesa de capital importancia continúa dando a la asamblea de creyentes, a la Iglesia, su razón fundamental de ser. En otras palabras, el universo entero puede ser pensado ahora como anticipatorio, esto es, como asido ya por la futuridad del misterio divino, que es elevada a conciencia en las tradiciones bíblicas.
·   A causa de este marcado acento encarnacional y sacramental, el cristianismo está obligado  a mantener el cosmos y su futuro directamente en el primer plano de la teología. Tomando carne humana, Dios incorpora al universo entero a la vida divina; y puesto que tanto Cristo como nosotros somos inseparables de este universo, no puede darse una liberación personal respecto del cosmos, sino solo con el cosmos. Por consiguiente, la salvación ha de significar mucho más que una mera cosecha de almas liberadas del mundo material. Si el cristianismo es verdad, también el universo físico debe ser salvado. (Cristianismo y ciencia. Hacia una teología de la naturaleza. John F. Haught. P.74-80).

3-   Lucas 15,11-32. Esta parábola del Amor del Padre Dios es la obra maestra de todas las parábolas de Jesús. Se han hallado textos paralelos en las literaturas antiguas (babilónica, cananea, etc.), en el Lotus Sutra, en los papiros griegos, aunque ninguno de estos paralelos puede compararse con el vigor poético o la intensidad emotiva de esta parábola de Jesús.

·      Cotejando con la teología del cosmos presentada anteriormente, podemos decir que esta parábola está, en lo esencial, en completa sintonía con lo allí afirmado.

P. Pedro Olalde.

23º Domingo ordinario (8 de septiembre)

Lc 14,25-33

1-   No crecemos

·        La Unión Europea está sumida en una grave crisis: no crecemos. El balance entre lo que exportamos y vendemos en el mercado interior y lo que importamos del exterior y consumimos dentro del país, es deficitario.
·        Grave cosa ésta del nulo crecimiento, porque así es imposible la generación de empleo. Las consecuencias de no crecer las estamos pagando caro todos, especialmente más de un millón y medio de familias, con todos sus miembros en paro.
·        Mientras, los bien situados, como las autoridades bancarias y los cargos políticos altos sobreabundan en dinero. Hoy, (30-IV-2013), es noticia que Alfredo Sáenz, el número dos del Banco Santander, se jubila con un retiro dorado de más de 88 millones de euros. Por otra parte, los medios de comunicación airean también en este día, que un partido político permite a sus cargos públicos cobrar un doble sueldo.
·        Así, la crisis la padecen los que viven con 450 euros de subsidio o no perciben ninguna ayuda.

2-   Tema del evangelio

 ·        El texto evangélico de hoy trata también del tema del crecimiento personal, humano y religioso. Por experiencia conocemos que la vida es dura y dolorosa en ocasiones.
  ·       A menudo nos encontramos con situaciones difíciles, cuya superación nos causa dolor. Ante los contratiempos y dificultades que la vida nos depara, casi instintivamente tendemos a evitar todo dolor y vernos libre de todo lo que hiere nuestra sensibilidad.
  ·       De este modo, al no hacer frente a las situaciones costosas de la vida, dejamos escapar una oportunidad preciosa para crecer como personas en madurez.

3-   Lucas 14.25-27

Por el camino lo acompañaba un gran gentío; él se volvió y les dijo: Si uno quiere ser de los míos y no me prefiere a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no carga con su cruz y se viene detrás de mí, no puede ser discípulo mío.

·        Ser de Jesús quiere decir ser como él, parecérsele a él.
·        Preferir a su padre y a su madre… significa desmarcarse de Jesús, adoptando una actitud no comprometida.
·        Quien no carga con su cruz y se viene detrás de mí quiere expresar asumir el dolor, lo costoso de la vida, para hacer el bien, para imitar a Jesús.
·        En definitiva, lo que nos dice el evangelio es que para ser seguidores de Jesús, nos tenemos que parecer a él, no siendo personas blandengues, sino valientes para hacer frente a las dificultades para obrar rectamente y realizar el mayor bien posible.
·        El transatlántico Sirio, que hacía la ruta Barcelona – Buenos Aires, en 1906, junto al Cabo de Palos, en España, encalló chocando contra una roca saliente muy próxima a la superficie. Muchos de los 3.000 pasajeros,  murieron ahogados. Un grupo apreciable se salvó, entre ellos, el capitán y su lugarteniente, que tan pronto se percataron de la tragedia, abandonaron precipitadamente el barco, poniendo a salvo sus vidas y dejando a su suerte a todos los demás náufragos. Hicieron lo contrario de lo que recomienda Jesús a sus discípulos.

4-   Todo aquel de vosotros que no renuncia a todo lo que tiene, no puede ser discípulo mío (33).

  ·       ¿Qué es renunciar a todo? En empeñarse en llevar una vida con cierta austeridad, con el corazón despegado de los bienes materiales y así poder compartir con los necesitados. Renunciar a todo es dar la máxima importancia al seguimiento de Jesús, supeditando las demás cosas, incluso  la familia, a la construcción del reino de Dios.
  ·       De este modo, uno está dispuesto a dejarse arrastrar por la búsqueda de los bienes más macizos que los materiales, como la solidaridad, la justicia y el  bien común.
   ·      Hoy, todos los maestros de la vida espiritual están unánimes en confesar que la madurez y la alegría auténtica de la vida se produce con el desasimiento y el desprendimiento de los bienes caducos.
   ·      Todos ellos nos invitan a soltar el mayor lastre posible para andar ligeros de equipaje. El desprendimiento es el precio que hay que pagar para alcanzar una mayor madurez y la verdadera sabiduría.
    ·     Sólo así podemos ser discípulos del Maestro Nazareno, que fue el primero en vivir austeramente desde una completa libertad.

P. Pedro Olalde.

Últimas noticias

En el mes de julio falleció Cipriano García Vadillo, miembro de la Junta Directiva de la Real Congregación de Naturales y Originarios de las Tres Provincias Vascongadas. El domingo 8 de septiembre, a las 12.00 hrs. celebraremos una misa por él en nuestra Iglesia de San Ignacio de Loyola en la que contaremos con la actuación del Orfeón Vasco de Euskal Etxea de Madrid.

El 13 de octubre se cumple el primer aniversario del fallecimiento de Pablo Beltrán de Heredia. Se celebrará el día 12 una misa en la Iglesia de San Ignacio y será acompañada por el Orfeón Vasco de Euskal Etxea de Madrid.

El viernes, 11 de octubre será la festividad de la Virgen de Begoña y tendremos la celebración a las 12.00 del mediodía, lo que confirmaremos en la próxima circular.

Se está preparando una excursión a Arévalo (Ävila) en la XVIII edición de las Edades del Hombre, que bajo el nombre de "Credo" nos recuerda que 2013 es el año de la fe. Es muy probable que dicha visita tenga lugar el 12 de octubre (día del Pilar). 

22º Domingo ordinario

Lc 14,1.7-14

1-   La vida es un tiempo de crecimiento

·        Los seres humanos participamos del dinamismo de la evolución; nacemos imperfectos y con el tiempo se nos brinda la posibilidad de perfeccionarnos. Así, tan pronto como nacemos empieza la ardua tarea de volvernos humanos.
·      Todos salimos del seno materno inmaduros, egoístas, posesivos y, lentamente, tenemos que ir alcanzando metas más dignas de una persona madura.
·      De este modo, la vida se convierte en una escuela en la que vamos pasando de la inmadurez a la madurez, del egoísmo al altruismo, de la posesión al compartir, lo que se realiza no sin una cierta tensión o esfuerzo.
·      La transformación humana, el crecimiento en los valores humanos y espirituales es algo que tiene lugar remando contracorriente. Quien desee llegar a la plenitud humana sin ningún tipo de sacrificio, que se despida de esta conquista.
 ·        Es muy semejante al esfuerzo físico que debe realizar quien se empeñe en la escalada de una cumbre montañosa. Son muchos los pasos a dar, muchas las gotas de sudor a derramar, innumerables las tentaciones a sortear, hasta que por fin, se alcanza la ansiada cumbre, desde donde se gozará de un fantástico panorama.

2-   Nacidos para hacer un máster en amor

 ·    La primera carta de Juan nos recuerda que: El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor (1Jn 4,8). El hombre, siendo hechura divina, es constitutivamente capacidad de amor. Si no ama, si no progresa en amor, falla en un aspecto muy central, y no le dejará ser feliz.
 ·       Quien empieza a dar pasos en la recta dirección, poco a poco se irá dando cuenta de que en su profundidad se siente unido con todo y verá que es imposible retirarse totalmente de los demás.
 ·     La experiencia de unidad que va sintiendo, progresivamente le asegura que lo central en la persona es su capacidad de relación y de donación hacia los demás.
 ·     Si se dedica en cuerpo y alma a este quehacer, pronto se hará consciente de que hacer un master en amor, la carrera más importante de la vida, no es camino de rosas, ya que la tendencia a dejarse atrapar por lo sensible es enorme.
 ·      Sin duda, muchas personas que no han hecho en la universidad una carrera civil, han sido capaces de hacer un diplomado en esta sabiduría de la vida, en amor. Éstas últimas serán, sin duda, más felices que las anteriores, y de ellas podríamos decir que han triunfado plenamente en la vida.

3-   Estar vigilantes para aprovechar las ocasiones para crecer en amor

·       Todos los momentos de la vida son tiempos adecuados para ir creciendo en amor. Si cada noche nos examinamos si hemos aprovechado las ocasiones que el día nos ha dado para ayudar al prójimo, avanzaremos rápidamente.
·      Después de cada oportunidad que el otro nos brinda para quererle, nosotros mismos deberíamos adelantarnos para agradecerle efusivamente, porque nos ha ayudado a crecer en lo más esencial.
·        Si todos los tiempos son santos en este sentido, algunos son por doble partida. Más de uno ha aprovechado la fiesta de la navidad para tener un gesto significativo con los pobres y excluidos, invitándoles a comer o a cenar. Asimismo, las bodas son una ocasión favorable para hacer un donativo valioso a los menesterosos de los países del sur. Si se hace recortando el menú del banquete, mejor que mejor.

4-   Lucas 14,1.7-14

Sucedió que un sábado fue a comer a casa de uno de los jefes fariseos, y ellos lo estaban acechando. Jesús dijo al que le había invitado: Cuando des una comida o una cena no invites a tus amigos ni a tus hermanos ni a tus parientes ni a los vecinos ricos; no sea que te inviten ellos para corresponder y quedes pagado. Cuando des un banquete invita a los pobres, lisiados, cojos y ciegos; y dichoso tú entonces, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.
·     En la mayoría de las relaciones sociales de hoy, se privilegian aquéllas en las que se tienen en cuenta los usos de la sociedad: si te convida alguien, tú también invitarás a quien te invitó. De esta manera el favor queda pagado con otro favor. Dicho de otro modo: este tipo de invitaciones no son gratuitos; son invitaciones sociales. Este proceder está lejos del espíritu del evangelio.
·     El gran Maestro de la vida que es Jesús, rompe las normas sociales y nos advierte una forma más personal de actuación: invitar al que no te puede invitar. Entonces, el acto será gratuito. El Padre lo anotará en el Libro de tu Vida, es decir, crecerás en amor y te llenarás de capacidad divina, acercándote al Ser del mismo Dios.
 ·      Tenemos mucho que aprender del evangelio para ir adquiriendo la auténtica Sabiduría de la Vida, que es aquella forma de proceder que nos llene de ese potencial divino, que es el amor. De este modo, el dinero, ese manantial de iniquidad, se convierte en vehículo de energía divina.
 ·    ¿Quiere el evangelio decirnos que no debemos invitar a los amigos y a los familiares? No. Lo que nos advierte es que procedamos en todo con una actitud profunda de amor, sin esperar nada a cambio. Si con los amigos y conocidos invitamos también a algunos con pocos recursos, será visible que esta acción participa del espíritu que Jesús trata de inculcarnos aquí.

P. Pedro Olalde.