Mt 5, 1-12a
Los dos códigos
1- Introducción. Habiendo sido comentado
este texto en los ciclos A y B, he considerado oportuno darle a la explicación
de hoy un nuevo enfoque, cual es el de Los
dos códigos, para contraponer el seguido por Jesús, por una parte, al de
los fariseos y hombres piadosos de su tiempo, por otra.
2- Los dos códigos. Estos dos códigos son
los siguientes: 1- El código de la pureza o santidad. 2- El código de la
compasión o misericordia.
· El código de la santidad se basa en Levítico
19,2: Dijo el Señor a Moisés: Di a toda
la comunidad de los israelitas: Sed santos, porque yo, el Señor vuestro Dios,
soy santo. El conjunto del código de la santidad o pureza se encuentra en
el Levítico 17-26. Esta colección se considera por los exegetas como un trabajo
del exilio o el postexilio.
·
En el texto de las bienaventuranzas de Mateo de
hoy, viene una alusión al código de la misericordia: Dichosos los misericordiosos, porque Dios tendrá misericordia de ellos
(5,7).
3- El código de la santidad. Surgió en el
Judaísmo después del exilio de Babilonia (siglo VI a. C.). Se trataba de imitar
a Dios. Como Dios era santo, el pueblo de Israel también debía serlo. Su modo
de vida tenía que estar cimentada en la santidad.
·
Una de las notas características de la santidad
era la separación. Se entendía que
para ser santo, Israel debía separarse de todo tipo de contaminación. Esto
produjo las distinciones de puro e
impuro; limpio y manchado; sagrado y profano; judío y gentil; justo y pecador.
4- Motivaciones. ¿Por qué eligió el
judaísmo el código de la santidad?
· La razón parece ser la siguiente: la experiencia
del exilio fue durísima para el pueblo judío. Fueron 50 años de sufrimientos,
lejos de su patria y del templo; viviendo en tierra extraña y siendo objeto de
las burlas de sus enemigos.
·
En este período aciago de su vida, los judíos llegan a una conclusión: en adelante seremos fieles a Yahvé, para
evitar otro castigo similar de la Justicia divina.
· Por otra parte, siendo como eran un pequeño
grupo social, los judíos veían el peligro de ser absorbidos por sus vecinos más
poderosos.
· La fidelidad a Yahvé y la supervivencia grupal,
estrechando los lazos internos y excluyendo los exteriores, exigían el
reforzamiento del código de la santidad.
·
De este modo, la Ley se interpretaba desde el
paradigma de la santidad. Se prestaba gran atención a las leyes que enfatizaban
la separación de lo impuro, dentro de Israel. Esta tendencia fue predominante y
coloreó toda la interpretación de la Biblia y su práctica posterior.
5- Los grupos que encarnan el código de la
santidad.
1-
Los esenios. Este grupo fue
conocido, en gran parte, por los descubrimientos de los rollos en Qumran, junto
al Mar Muerto, en 1947.
·
Los esenios llegaron al convencimiento de que el
código de la santidad era imposible de practicarlo dentro de la ciudad; por
eso, dejaron Jerusalén y se establecieron en el desierto, cerca del Mar Muerto
(siglo II a. C.).
· Llevaron una vida comunitaria de gran disciplina
de corte monástico. Se autodenominaban los
hombres de la santidad, que vivían en la
casa de la santidad. Tenían claro que la santidad requería una total
separación de la sociedad impura.
· Al tiempo que se veían a sí mismos como los hijos de la luz, tenían a los
romanos y a la mayor parte del pueblo judío, como a los hijos de las tinieblas, y esperaban con gran fe el día en que
Dios destruiría a los romanos en una batalla final apocalíptica.
·
No sobrevivieron más allá del siglo I, pues al
tomar parte en la lucha contra los romanos, antes de caer en manos de éstos,
huyeron para salvar sus vidas.
2-
Los fariseos. Son muy conocidos por
los evangelios como los enemigos de Jesús. La consideración de hipócritas, que les atribuyen aquéllos,
no parece ajustarse a la realidad, pues eran observantes de la Ley y temerosos
de Dios.
·
Se distinguieron por la radicalización en el
cumplimiento de la Torá, dentro del código de la santidad. A diferencia de los
esenios, no abandonaron la ciudad, viviendo con el pueblo para que éste se
convirtiera en un reino sacerdotal puro.
·
Eran estrictos en el cumplimiento de las leyes
más nimias, pagando los impuestos con escrupulosidad. Su influencia y poder
eran morales. Su mayor sanción era el
ostracismo social y religioso, aplicado a los que ellos consideraban pecadores,
a los que llamaban gentiles. Contra
éstos sentían un rechazo frontal y no compartían con ellos nada, y menos, la
mesa a la hora de comer.
· Los fariseos eran la más visible manifestación
del código de la santidad. Eran los máximos
exponentes del hombre religioso judío: absoluta lealtad a Dios,
amor al prójimo, celebración del sábado
y las fiestas, práctica regular de la oración y el ayuno.
·
Entre ellos se dieron los ejemplos más vivos de
santidad, dentro del judaísmo.
3-
Los zelotas. Este grupo armado
también practicaba, a su modo, el código de la santidad en su lucha contra el
impuro e idolátrico invasor romano.
·
Radicalizaban el primer mandamiento: No tendrás ningún otro señor fuera de Dios. Sólo
Dios era Señor, no el César.
·
Se negaban a pagar los impuestos a los romanos y
animaban al pueblo a hacer otro tanto.
·
El año 74 d. C., en Masada, prefirieron quitarse
la vida, antes que entregarse al enemigo.
6- Los “pecadores” y los “publicanos”. El
código de la pureza vivido con radicalidad por los grupos antes citados, ahondó
el abismo entre ellos y la gran masa del pueblo. Así se produjo una gran
división dentro del mismo pueblo judío.
· Los fariseos consideraban pecadores a todos los no observantes, a los que vivían ajenos al
cumplimiento de la ley y la religiosidad, en torno al templo. De éstos
afirmaban que retrasaban la manifestación de Yahvé para implantar una sociedad
nueva, según Dios.
·
La tan ansiada manifestación de Dios, como la
esperaban los judíos observantes, nunca se produjo. De hecho, el código de la
santidad poco ayudó a los fariseos y zelotas, pues, habiéndose enfrentado el
pueblo judío a los romanos, fue aplastado por éstos en la guerra del 68, con el
enorme sufrimiento y destrucción del templo y de Jerusalén.
7- Jesús de Nazaret. Hacia el año 30 de la
era cristiana, cuando Jesús inició su vida pública, se encontró con esta
realidad. Por una parte, estaban los fariseos, que eran los más numerosos e
influyentes, que practicaban el código de la santidad. Por otra parte, Jesús
tenía ante sí a la gran masa del pueblo, que vivía ajena a estas preocupaciones
de los puros.
· ¿Qué postura tomará Jesús? ¿Se sumará al ideal
fariseo, esenio o zelota del código de la santidad? No. Mientras el judaísmo
del siglo I se centró, sobre todo, en este código, Jesús adoptó para sí otro
distinto: el código de la compasión.
· Jesús asumió para sí este código, como punto de
partida en su obrar diario con toda la gente, especialmente con los más
menesterosos, con los pobres, con los incapaces de distinguir códigos de
conducta. La compasión va a conducir a Jesús a tener la postura contrapuesta a
la de los fariseos, que, aunque sabían y aceptaban que Dios era amor, eligieron
como praxis de vida la santidad personal, a imitación de la santidad de Dios.
·
Jesús enfatizó la compasión de Dios. El padre
del hijo pródigo tenía compasión; el
samaritano actuó movido por la compasión;
en la parábola del publicano y el fariseo, aquél apeló a la compasión de Dios. Así, en toda
conducta, en toda su actividad sanadora, Jesús se dejó conducir por la compasión de Dios.
8- Mateo
9,11. Los fariseos al ver a Jesús
sentado a la mesa en casa de Mateo, con
muchos publicanos y pecadores, preguntaban a
los discípulos: ¿Por qué come
vuestro
maestro con los publicanos y pecadores?
·
Este versículo expresa el choque de los dos
códigos: el de los fariseos y el de Jesús.
·
Tanto a los fariseos como a Jesús, sus respectivos
puntos de arranque les alejaron entre sí de forma alarmante.
·
Yo me quedo con el código de Jesús. Prefiero ser
menos santo, con tal de llegar a ser compasivo. Aunque, bien considerado, el
termómetro de la santidad se mide siempre por la compasión ejercitada.
· ¿Qué imagen de Dios queda aquí reflejado? El Dios del amor, el de la compasión, el
Padre a quien se le conmueven las entrañas, al ver al hijo que vuelve a casa.
· Extrañamente, el código de la santidad les alejó
a los fariseos de la compasión y el amor a sus semejantes, lo que significa que
un principio mal entendido y peor encarnado, nos puede alejar de Dios.
9- ¿Qué código prevalece hoy en la Iglesia?
En la Iglesia de Dios, en nuestra comunidades cristianas, en la Iglesia
institución, ¿cuál de estos dos códigos prevalece?
· Para saberlo, habrá que atender a los hechos y
ver cómo son tratados los más necesitados o los contrarios: los divorciados,
los homosexuales, los enemigos políticos, los teólogos discrepantes, etc.
· El código de la compasión, seguido por Jesús, es
un grito que resuena en nuestros oídos para que nos dejemos llevar por el amor
y la compasión. Todo lo demás, aún la misma santidad, es puro engaño.
10- Fiesta de Todos los Santos. Como
colofón a nuestra reflexión, podemos preguntarnos: ¿Qué es ser santo? La
respuesta es bien sencilla: Ser santo es
dejarse conducir por el código de la compasión, al modo de Jesús, que no hizo
más que compadecerse de todos los necesitados de su tiempo.
·
Y ¿qué hacemos con el código de la santidad: Sed santos, porque yo, el Señor vuestro
Dios, soy santo? Medirlo con el baremo de la compasión, es decir: Ser santos
siendo compasivos, porque el Señor vuestro Dios es compasivo.
P. Pedro Olalde.