Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Vascongadas


En 1715 se reunió en Madrid un grupo de 124 vascongados que decidieron fundar una Congregación con fines benéficos bajo la advocación de San Ignacio de Loyola. El Consejo de Castilla aprobó las Constituciones en 1718 y desde entonces la Congregación, y a lo largo de más de 300 años de historia ha continuado con su misión.

La Congregación tiene como sede la Iglesia de San Ignacio de Loyola, de Madrid, donde realiza sus actividades. Este blog es un canal de información dirigido a todos sus miembros y personas interesadas en conocerla más de cerca.


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4º Domingo de Adviento (21 de diciembre 2014)

Lc 1,26-38

Al sexto mes, envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una joven prometida a un hombre llamado José, de la estirpe de David; el nombre de la joven era María. El ángel entró donde estaba María y le dijo: “Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo”. Al oír estas palabras, ella se turbó y se preguntaba qué significaba tal saludo. El ángel le dijo: “No temas, María, pues Dios te ha concedido un favor. Concebirás y darás a luz un hijo, al que pondrás por nombre Jesús. Él será grande, será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la estirpe de Jacob por siempre y su reino no tendrá fin”.  

María dijo al ángel: “¿Cómo será esto, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?” El ángel le contestó: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que va a nacer será santo y se llamará Hijo de Dios. Mira, tu pariente Isabel también ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que todos tenían por estéril; porque para Dios nada hay imposible”.                   

María dijo: “Aquí está la esclava del Señor, que me suceda según dices”. Y el ángel la dejó.

1-   Aquí está la esclava del Señor, que me suceda según dices.

·        Esta es la oración de CONSAGRACIÓN de María, que se apresta a cumplir decididamente el plan que Dios tiene sobre ella. Sus palabras Aquí está la esclava del Señor, que me suceda según dices, constituyen la auténtica ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN a Dios.

·    De esta oración de consagración habla Karl Rahner y cita las consagraciones del mundo al Corazón de Jesús, la consagración de su diócesis que un obispo hace a un Patrono o a la Santísima Virgen y de las consagraciones personales.

·     ¿Qué podemos decir sobre el acto de consagración que un creyente hace de su propia vida al Señor para constituir una familia según el evangelio o para pasar tres años en una zona de misión?

·        La consagración va directamente de corazón a corazón. Es la libre corriente del amor mismo de persona a persona. El sentido de una consagración viene dado por el amor que ponemos en dicho acto.

·       Sobre las consagraciones en general, hacemos estas tres afirmaciones:                      

1- El valor de una consagración depende de que la hagamos como un acto de amor con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Cuando la persona, en la consagración se entrega totalmente, de un modo definitivo e irrevocable, entonces la consagración se hace en las mejores condiciones.            

2- La consagración debe convertirse en el acto de la entrega total de la vida.
Y solo el amor a Dios es digno de que le ofrendamos la entrega total de nuestra vida.                                                                                                                
3- El amor de Dios en la consagración es gracia, aun siendo el más sublime acto de la libertad. Porque si nosotros podemos amar a Dios, es solo en virtud de sus fuerzas; porque nuestro amor es siempre una respuesta a Aquel que primero nos amó a nosotros: porque Él es el que infunde su amor en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.

·  En este pasaje de la Anunciación, aparece María haciendo la consagración de su vida, poniéndola al servicio del hijo que va a concebir, Jesús, el santo, el Hijo de Dios.

·   Pensamos que este tipo de consagraciones las hacen los religiosos, las religiosas y los sacerdotes, y está bien pensado, porque ellos deciden dedicar su vida a la causa del reino de Dios. Pero harían bien todos los cristianos en pensar que también ellos pueden hacer esta consagración.

·      Feliz el cristiano, la cristiana que se sienta impulsado a hacer este acto de consagración para vivir cristianamente su vida, para educar a sus hijos en cristiano, para vivir en amor con sus semejantes, para ser agente de pastoral en su parroquia… Feliz este cristiano/a que, al hacer este acto de consagración, tiene en cuenta las tres condiciones arriba señaladas para que ella se haga en las mejores condiciones.

·   Pienso que todo cristiano responsable debería hacer en algún momento de su vida esta consagración. Puede crear un gran dinamismo interior en él. Puede hacerlo en un momento de oración personal, utilizando, por ejemplo, unas palabras sencillas: Señor, a imitación de mi madre María que dijo sí al plan de Dios anunciado por el ángel, yo también hago este acto de CONSAGRACIÓN de mi vida. Deseo esforzarme a nivel personal en vivir cristianamente, frecuentando los sacramentos y viviendo en amor y servicio a las personas.

·    Sería la mejor forma de imitar a la Virgen, nuestra madre, de honrarla, y en definitiva, de agradar a Dios, que desea nuestro bien, nuestro progreso espiritual y humano.

·        Hacer en alguna ocasión esta consagración debe ser el fruto de esta Palabra de Dios. Entonces podremos decir  que la Palabra ha sido eficaz y ha producido salvación, acercamiento a Dios y a los hombres. Feliz de ti, oyente que me escuchas, si esto acontece en ti, hoy. Sería la señal de que estás vivo y despierto.
    
   2- Albricias, María, por la CONSAGRACIÓN de tu vida a la causa de tu Hijo.
                   
          CONTIGO, MARÍA, TAMBIÉN NOSOTROS HACEMOS NUESTRA
         CONSAGRACIÓN CANTANDO:

·        Tu fiel consagración,
oh Virgen María,
           es causa de gloria,
           de inmensa alegría.         AVE, AVE, AVE MARÍA. AVE, AVE, AVE MARÍA.

·        Queremos, oh Cristo,
a ti consagrarnos
y ser muy felices
y fieles cristianos.           AVE, AVE, AVE MARÍA. AVE, AVE, AVE MARÍA.

·        Toma, Dios, mi vida,
mi fe y mi esfuerzo.
Que todos encuentren
en mí gran consuelo.      AVE, AVE, AVE MARÍA. AVE, AVE, AVE MARÍA

·        Dios mío y mi todo,
toma mi existencia.
Que tu reino crezca

con tu apoyo y gracia.   AVE, AVE, AVE MARÍA. AVE, AVE, AVE MARÍA

P. Pedro Olalde.

3º Domingo de Adviento (14 de diciembre 2014)

Jn 1,6-8.19,28

Juan Bautista se define por su relación con Cristo. Es un enviado de Dios para ser voz, testigo y luz de Cristo.

1- Yo soy la VOZ del que clama en el desierto: allanad el camino del Señor (Jn 1,23)

·   Juan es la voz que anuncia la llegada del más fuerte, Jesús. Esta es la convicción de la comunidad cristiana que vivió el seguimiento de Jesús en los primeros años posteriores a su muerte y resurrección.

·   Esta reflexión cristiana sobre las dos figuras de Jesús y de Juan Bautista la plasma el evangelista Marcos en su evangelio y ha llegado hasta nosotros. Es la versión cristiana que vio en Jesús al Ungido de Dios.

·        Para que esta Palabra de Dios resulte interpelante, tratemos de hacer una reflexión viva:

·        La verdadera interioridad de la existencia humana es de la palabra, gracias a la cual la persona puede salir de su yo solitario, para entrar en relación con tú, y así es como en verdad comienza la vida espiritual.

·   Escuchar constituye la humanidad del hombre. La Sabiduría reconoce que la verdadera humanidad del hombre radica en su capacidad de escuchar. Quien rechaza la corrección se odia a sí mismo; quien escucha la reprensión adquiere juicio (Pr 15,32). Y también: Muerte y vida dependen de la lengua (Pr 18,21).

·     “Mirad, pues, cómo oís” (Lc 8,18). Cuando Dios abre o despierta el oído de un hombre, quiere intimar con él: cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados (Is 50,4). El hombre habla únicamente en la medida en que oye. Solo cree dentro de los límites del registro de su propia escucha. Su palabra es expresión de su evolución. Por eso, Jesús invita a no dejar pasar lo que oímos: Mirad cómo oís. El Señor habla y pide la escucha interior para hacer del hombre su amigo íntimo. Así es como la Palabra o el Verbo entró en María, ante todo, a través de sus oídos.

·    La Madre Teresa de Calcuta da el siguiente testimonio personal: Mientras rezaba en mi intimidad y en silencio, percibí claramente una llamada. El mensaje era muy claro: debía irme del convento de las Hermanas de Loreto para consagrarme al servicio de los pobres, viviendo entre ellos. Cincuenta años más tarde, la congregación de las Misioneras de la Caridad se había establecido en todo el mundo, despertando en nosotros el interés por los pobres. La Madre Teresa había abierto sus oídos y había oído la necesidad de Jesús: tengo necesidad de tus oídos para oír a aquellos que llaman, respondió, y de su escucha nació la obra de Dios en ella.                                                                      

     En cierto modo, la oración se inscribe en esta actitud de escucha. Cuando se habla de escuchar a Dios significa que se reconoce algo que nos precede, que de alguna manera se da prioridad a Dios. Lo que hemos de hacer en nuestra relación con Dios es, ante todo, escuchar o, por decirlo de otro modo, dejar que el Señor ore por nosotros.

     2- Vino un hombre, enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como
          TESTIGO (Jn 1,6-7).

·      Un testigo es alguien que ha vivido una experiencia o ha presenciado un acontecimiento del que puede dar testimonio, porque conoce sus pormenores.

·        Juan le ha conocido a Jesús, le ha bautizado e incluso le ha consultado, estando en la cárcel de Maqueronte, por medio de dos de sus discípulos para saber si él era el Mesías o debían esperar a otro.

·     El texto de hoy trae el testimonio de Juan Bautista sobre Jesús. Es este: Juan afirmó: Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros hay uno a quien no conocéis. Él viene detrás de mí, aunque yo no soy digno  de desatar la correa de sus sandalias (Jn 1,26-27).

·        Me gusta citarle a don Miguel de Unamuno, que también se sintió TESTIGO de su fe y de sus profundas convicciones. El profeta o testigo, afirma, es el que dice lo que los otros callan o no quieren ver, el que revela la verdad de hoy, el que revela lo oculto en las honduras presentes, el poeta, en fin, el que con la palabra crea. Y tenía una idea fuerte de los profetas de Israel: aquellos eran hombres, ardientes y secos, henchidos de poesía, mirando siempre a la patria, a la única, a la verdadera, a la que no hemos visto.                                             

    Este gran filósofo y literato utiliza verbos de pelea de forma gráfica y estimulante: hurgar, acicatear, azuzar… Cree obra meritoria todo lo que sea sacudir a los espíritus, abrirles la fuente de las hondas inquietudes regeneradoras, hacerles pensar de dónde vienen y adónde van, y que pongan el ideal de la vida fuera y más allá de la vida misma, y comprendan que el cristianismo  no es dogma y fórmulas y artículos y ritos, sino amor puro y comprensión profunda de la persona de Jesús. No del Verbo de la teología escolástica, sino del Jesús de Nazaret.

     3- No era Juan la luz, sino su mensajero

·        Los discípulos que conocieron a Juan Bautista y a Jesús, vieron en este al faro iluminador de la humanidad, a causa de sus enseñanzas y de su vida.

·        A su lado, Juan es el que anuncia la llegada del Sol de justicia, Cristo el Señor.

·     Este texto nos debe impulsar a vivir siempre siendo luminarias brillantes para alumbrar el caminar de los humanos. Estamos llenos de testimonios ejemplares que nos animan a ser sus imitadores. Completamos la cita anterior con esta otra del mismo autor:

·    Se cree el despertador de las almas que duermen y se cree Don Quijote “el redivivo, el interior” con una misión: clamar, clamar en el desierto. Pero el desierto oye, aunque no oigan los hombres, y un día se convertirá en selva sonora, y esa voz solitaria que va posando en el desierto como semilla, dará un cedro gigantesco que con sus cien mil lenguas cantará un hosanna eterno al Señor de la vida y de la muerte.

    4- Ora para vivir unido al que inhabita en tu corazón

·        María, pobre y humilde, vísteme de tu pobreza y humildad.

·        ¡Qué felicidad poder gritar: Tú me sedujiste, Señor, y yo me dejé seducir!

·        Un día escuché una palabra que me llenó de fuego el corazón: Pon a Dios en el centro de tu corazón.

·        Me postro ante Ti, Cristo, con conciencia de mi pobreza.

·        Te presento, Señor, mi alegría de vivir, mi gozo compartido con los hermanos


P. Pedro Olalde.

Próximas actividades:

Las actividades previstas para este período son:

El próximo jueves, 18 de diciembre, a las 19 hrs. celebraremos en nuestra iglesia de San Ignacio la Liturgia Penitencial que nuestro capellán D. Pedro Olalde suele celebrar por estas fechas.

Nuestro querido Orfeón Vasco de Euskal Etxea nos ofrecerá su concierto navideño, al que estáis todos invitados y no podéis faltar. Será el viernes 19 a las 20 hrs. en nuestra Iglesia de San Ignacio. Desde quí quremos reiterar nuestro más profundo agradecimiento a "Zamanillo y los suyos", por su trabajo durante todo este 2014. 

Tampoco queremos olvidarnos del grupo Garaiz Ensamble y su director, el clarinetista David Salinas que tan agradables conciertos nos ha ofrecido durante el año, de "Moni" y su estupendo aurresku, Paco con su órgano y todas esas voces masculinas y femeninas que calientan las celebraciones dominicales. Eskerrik asko bihotz bihotzez!

El domingo, 21 de diciembre, celebraremos la misa de las 12.00 hrs. en recuerdo de Esperanza Elósegui y J. Antonio Garmendia.

Los días, 25 de diciembre y 1 de enero no tendremos celebración en nuestra Iglesia. Todas las demás celebraciones serán a las 12 hrs.

Actos de celebración del III Centenario

En los trescientos años de su existencia, esta Congregación, con sede en la iglesia de San Ignacio de Loyola, de Madrid, en la calle del Príncipe nº 31, ha reunido a una comunidad de vascos residentes en Madrid para la que ha venido organizando actividades benéfico-religiosas y culturales.

Queremos celebrar este importante centenario con mucha ilusión y para ello hemos previsto varios eventos (conciertos, danzas vascas, conferencias, teatro, viajes, etc.) para congregantes y amigos. El calendario y los detalles de estas actividades se comunicarán oportunamente.

El acto central de la conmemoración del Tercer Centenario consistirá en la celebración de una misa el lunes 20 de abril de 2015 a las 20.00 hrs. en la Iglesia de San Ignacio, seguida de un cóctel.

Maite Aguirrebeña, miembro de la Junta Directiva de la Congregación, es la diseñadora del Logo del III Centenario de la Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Vascongadas:



¡Feliz Navidad y Año Nuevo!



¡A los hombres y mujeres que ama el Señor
PAZ Y FELICIDAD en la Nochebuena
y en el Año Nuevo!

¡Egunberri eta urte berri zoriontsuak!


2º Domingo de Adviento (7 de diciembre 2014)

Mc 1, 1-8

1-   Comienzo de la buena noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios (Mc 1,1).

·        Quisiera preguntaros a cada uno de los que me escucháis si sentís a Jesús como buena noticia, como la mejor de ellas. No os fijéis de momento en sus títulos: Mesías, Hijo de Dios.

·        Ser cristiano/a no afecta, ante todo, al terreno de las ideas, sino al terreno de la experiencia: nada se hace real mientras no se ha experimentado.

·        Se trata de experimentarle como a un Dios vivo, de algún modo con nuestros sentidos, porque Él se deja oír, ver, gustar, tocar, respirar… a través de los hechos, de los encuentros, de los acontecimientos de cada día.

2-   Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino. Voz del que grita en el desierto: ¡Preparad el camino al Señor; allanad sus senderos! Apareció Juan el Bautista en el desierto, predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Toda la región de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él y, después de reconocer sus pecados, Juan los bautizaba en el río Jordán (Mc 1,2-5).

·        Estas palabras tomadas de Is 40, las dirige Dios a su pueblo. Después del exilio de Babilonia, los profetas Isaías y Ezequiel hacen resonar la voz de Dios: Preparad en el desierto un camino al Señor.

·        Seis siglos más tarde, en tiempos de Jesús, Dios envía a su mensajero Juan Bautista, para predicar un bautismo para el perdón de los pecados. Y claro, ante todo, el gran enviado de Dios es Jesús de Nazaret; él es su rostro vivo.

·        Transcurridos 20 siglos, Dios sigue enviando a sus heraldos. De este modo, resuena su voz los domingos en todas nuestras iglesias.

·        Y ¿cuál es la función de todos estos mensajeros divinos? Despertar de la somnolencia a sus oyentes. Hacer arder sus corazones con palabras de fuego. ¡Gritar! ¿Gritar qué?

·        Toda carne es como hierba, todo su encanto como flor del campo. Se seca la hierba, se marchita la flor, pero permanece para siempre la palabra de nuestro Dios.

·        Sí, la función de los mensajeros es subirse al estrado, sea en las iglesias o en las plazas, alzar la voz con brío y pregonar: Aquí está vuestro Dios. Aquí está el Señor. Viene con poder y brazo dominador; viene con él su salario, le precede la paga. Apacienta como un pastor a su rebaño y amorosamente lo reúne; lleva en brazos los corderos y conduce con delicadeza a las recién paridas.

·        Pero ¿dónde está ese Dios a quien no le vemos?, preguntará, tal vez, alguno de vosotros. Dios se encuentra allí donde le permiten entrar. Martín Buber escribió: Dios quiere entrar en su mundo, pero es por medio del hombre como desea entrar.

·        Respuestas extraordinarias que encontramos también en la tradición cristiana: Dios está en la puerta: no entra si no se le abre, como claramente se afirma en Apocalipsis 3,20: Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo.

·        Y como en un espejo, san Agustín hace hablar a Dios: Hombre, ¿dónde estás? Estoy en ti, pero es imposible encontrarte, porque tú no estás en tu casa más que de paso. Llamada apremiante por parte de Dios a habitar nuestra morada interior. En nuestra vida concreta, ¿qué ocurre con una casa abandonada o mal conservada? Primero, la invade el polvo, luego, se instalan en ella los animales, y finalmente se llena de grietas y se hace inhabitable. ¿No corremos el riesgo de que nos suceda esto si no cuidamos nuestra casa o nuestro ser interior?

3-   Esto era lo que proclamaba Juan Bautista: Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo. Yo no soy digno ni de postrarme ante él para desatar la correa de sus sandalias. Yo os bautizo con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo (Mc 1,7-8).

·         El evangelio de hoy termina con este anuncio del profeta Juan. ¿Qué hay detrás de este anuncio? Está la experiencia vital de los discípulos que vivieron con Jesús. Algunos, que antes habían sido de Juan, pasaron luego a vivir con Jesús.

·         Y sucedió que en un momento de gran expectación mesiánica, aquellos que conocieron a Juan y a Jesús, se decantaron por éste. Vieron en él al Ungido de Dios, al portavoz suyo, al rostro vivo de Dios, a su Hijo Jesús.

·         Y si 1000 años antes, al rey David y a los demás se les atribuía el título de hijo de Dios, también llamaron a Jesús hijo de Dios, sin que tuviera todavía el significado que más tarde le atribuiría el concilio de Nicea, el año 325.

·         A quien tenga dificultades mentales de creer que Jesús es el Hijo de Dios consustancial al Padre, yo le diría: No te hagas problemas. Acepta a Jesús como a la persona que nos conduce al Padre, de modo que, quien se adhiere a él, se adhiere al mismo Dios. Es mejor así que vivir con un gran freno mental en la vida cristiana.

4-   Modelo de experiencia de Dios. Etty Hillesum. Esta joven cristiana vivió en un gueto nazi, responsable de la organización de la vida de los miles de judíos allí encerrados. Después de un tiempo en el gueto, fue llevada a un campo de exterminio, donde murió en una cámara de gas.

·        La experiencia espiritual de Etty es modélica. Ella busca una casa para Dios, un techo; y escribe: Te prometo, Dios mío, que buscaré para ti un alojamiento y un techo en el mayor número de casas posible. Es una imagen divertida: me pongo en camino para buscarte un techo. Hay muchas casas deshabitadas, y yo te introduciré en ellas como el huésped más importante que puedan acoger.

·        Etty Hillesum fue una bendición para los miles de judíos que vivían en el gueto y más tarde en el campo de exterminio. Alentó la esperanza en Dios de aquellos condenados a una muerte segura. Fue el ángel bueno que consiguió que muchos no se desesperaran ante un horizonte sin ninguna salida humana.

5-   Ora esta segunda semana de Adviento. Repite una y otra vez estas frases:

·        Marana tha. Ven. Señor Jesús.

·        Soy de Dios, soy de Cristo. Tengo dueño, tengo Esposo.

·        Hay presencias fecundantes. La de Cristo es una, la más sobresaliente.

·        No busques fuera lo que llevas dentro: te habita el Espíritu.

·        Anhelo que nada me impida que Tú, mi Cristo, seas el centro de mi vida.

·        Quiero llevar en mi frente el brillo de Dios como Moisés.


P. Pedro Olalde.

1º Domingo de Adviento (30 de noviembre 2014)

Mc 13,33-37

1-   ¡Despertar al dormido! Un pensador imagina a la humanidad sumida en una larga siesta estival, donde todos duermen y molestan al que tranquilamente se desvela y está centrado en lo esencial, y considera signo de buen agüero que haya alondras que nos hagan mirar al cielo, ya que abajo solo se oye el canturrear fastidioso de sapos y chicharras.

·        En relación con esta gran siesta estival, se le ocurrió a don Miguel de Unamuno que a las 14 obras de misericordia que se enumeran en el catecismo, había que añadir una 15ª, que es la de DESPERTAR AL DORMIDO, consistente  en despertar con mi inquietud sus inquietudes, en aguzar su hambre de Dios con mi hambre de Él.

·        Este gran hombre de letras era partidario de que a los que viven su vida como un sueño había que despertarles de él, aun arrostrando su enojo. Por eso, un día explicará a un pastor de la Iglesia Bautista: Mi labor es inquietar espíritus. Inútil sembrar trigo en una era; los granos se pudren o se los comen los pájaros. De modo que hay que sacudirles de su sueño, meterles inquietud en el alma. Creo por eso que es una obra de misericordia despertar al que duerme.

2-   ¿La vida es sueño? En la vida de una persona de 60 años, la tercera parte se ha pasado inconscientemente en la cama. Y eso no es lo peor. Lo grave es pasar el resto de la vida de la misma forma, dormido.

·        ¡Veinte años dormido en la cama en estado inconsciente! Traducidas a horas serían: 20 años X 365 días X 8 horas = 5.840 horas.

·        Se nos concede la vida para vivirla conscientemente, disfrutando de ella, porque es preciosa por mil y un conceptos:                                                                           

+ para crear lazos de amistad con los cercanos                                                                 
+ para vivir anclado en lo esencial                                                                             
+ para caminar a la plenitud humana, hecha de amor y servicio

3-   Adviento. Viene el Señor. Quisiera comunicarte, lector, algo importante, a ti que, tal vez, te sientes solo, algo apesadumbrado y palpando un vacío interior grande; no estás solo sino acompañado, porque Alguien quiere cubrir tu pobreza con su riqueza, desea desterrar tu desazón con su cariñosa comunicación, ahuyentando tu tristeza con su alegría.

·        Adviento es venida. Cada comienzo de año en la liturgia, se te recuerda esta gran verdad: Dios quiere comunicarse contigo, desea entablar un diálogo cálido y hacerte llegar al corazón la gran corriente de su amor, para que te sientas rebosante de felicidad.

·        En el colmo de su amor, Dios se ha introducido dentro del mundo, y su realidad es lo más grandioso con que cuenta el ser humano. El Creador del cosmos se abaja y llega a la puerta de tu corazón para llamarte insistentemente: Ábreme la puerta, hermano, y déjame penetrar en tu interior. Conversaremos de tú a tú y serás enriquecido con la plenitud de lo divino.

4-   ¡Que no os encuentre dormidos vuestro amo cuando regrese de viaje! ¡Cuidado! Estad alerta, porque no sabéis cuándo llegará el momento. El encuentro con el Señor Jesús nos debe hallar llenos de paz, alegría y comunión con todos, para lo cual necesitamos vivir despiertos creciendo en humanidad e intimidad con Dios. Si la vocación del ser humano es alcanzar la plenitud mientras hace el camino hacia las cumbres, debemos huir de una vida vacía y entregada al sueño. Sucederá lo mismo que con aquel hombre que se ausentó de su casa, encomendó a cada uno de los siervos su tarea y encargó al portero que velase. Esta parábola compara la vigilancia sobre el reino con la vigilancia que se exige al portero cuyo señor se ha ido de viaje: ¿Sabéis cuándo llegará el dueño de la casa? Puesto que no se conoce el momento exacto, se requiere una vigilancia constante. Así que velad, porque no sabéis cuándo llegará el dueño de la casa, si al atardecer, a media noche, al canto del gallo o al amanecer. No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos. Este lenguaje nos hace recordar cómo los primeros cristianos esperaban la llegada inminente del Señor, lo que hacía obvia la toma de conciencia de su realidad. Marcos les recuerda que vivan  acogiendo continuamente al Señor en sus vidas. Lo que a vosotros os digo, lo digo a todos: ¡Velad! (Mc 13,33-37).

5-   1Corintios 1,3-9. Gracia y paz de parte de Dios nuestro Padre y de Jesucristo, el Señor. Doy gracias a Dios continuamente por vosotros pues os ha concedido su gracia mediante Cristo Jesús, en quien habéis sido enriquecidos sobremanera con toda palabra y con todo conocimiento. Y es tal la solidez que ha alcanzado el testimonio de Cristo entre vosotros, que no os falta ningún don, mientras esperáis que nuestro Señor Jesucristo se manifieste. Con estas palabras Pablo alude al momento en que Cristo se hará presente de nuevo en medio de la historia para clausurarla. Las primeras comunidades cristianas  esperaban este acontecimiento como algo inminente. Estaban convencidas de que después de la muerte y resurrección de Jesucristo, la culminación de esa historia debía realizarse de forma inmediata, lo cual no aconteció. Pero lo importante no era ni es el tiempo o el modo de esa presencia de Cristo al final de la historia. Lo importante es que Cristo, lo mismo que estuvo presente en el comienzo de la obra creadora de Dios, estará también presente en la hora final para reconducir todas las cosas a Dios. Él también os mantendrá firmes hasta el fin, para que nadie tenga de qué acusaros en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios que os ha llamado a vivir en unión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Esta última sentencia enlaza fuertemente con el espíritu del Adviento, que nos recuerda que Dios se ha comunicado con el hombre, a través de su hijo Jesús.

6-   Oración para esta 1ª semana de Adviento. Ora repitiendo cada día una oración

·        Lunes. En Adviento Tú, Señor, vienes a mi, o mejor, Tú siempre estás conmigo.
·        Martes. Jesús, vengo a tu presencia para dejarme querer y para quererte.
·        Miércoles. Ser cristiano es lo mejor que me ha podido pasar en esta vida.
·        Jueves. ¡Dios mío, déjame verte, oírte, tocarte!
·        Viernes. Mi Cristo, quiero dejarme seducir por Ti.
·        Sábado. Al conocerte a Ti, Jesús, no puedo más que abrazarte y no querer soltarte jamás.
·        Domingo. Estoy llamado a vivir enamorado de Ti, Cristo.

P. Pedro Olalde.

34º Domingo ordinario (23 de noviembre 2014)

Jesucristo, Rey del Universo

1-   Mateo 25,31-46

·        Cuando venga el Hijo del hombre en su gloria con todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Todas las naciones se reunirán delante de él, y él separará unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá las ovejas a un lado y los cabritos al otro. Entonces el rey dirá a los de su lado: Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me alojasteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y fuiste a verme. Entonces le responderán los justos: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te alojamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? Y el rey les responderá: Os aseguro que cuando lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis. Después le dirá a los del otro lado: Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero y no me alojasteis; estaba desnudo y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces responderán también estos diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, forastero o desnudo, enfermo o en la cárcel, y no te asistimos? Y él les responderá: Os aseguro que cuando dejasteis de hacerlo con uno de estos pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

2-   El juicio del Hijo del hombre

·        Esta impresionante descripción del juicio final es la conclusión de las tres parábolas precedentes. En ellas, al igual que en este pasaje, aparecen dos grupos de personas cuyo comportamiento ha sido bien diferente antes del retorno de Jesús. En las parábolas se habla repetidas veces del juicio para exhortar a la vigilancia (Mt 24,47-51; 25,10.12.21.23.30), pero ahora dicho juicio aparece en primer plano. El episodio es además significativo, porque con él concluye el ministerio público de Jesús. Es una enseñanza importante la que el evangelista quiere transmitir a su comunidad.

·        En la visión de Mateo, la venida de Jesús al final de los tiempos será ante todo un acto de discernimiento, en el que aparecerán las consecuencias del comportamiento que se haya tenido mientras se aguarda la venida del Señor. Es entonces cuando aparecerá con claridad la distinción entre el trigo y la cizaña (Mt 13,24-30), entre los peces buenos y malos (Mt 13,47-50), entre el criado fiel y el malo (Mt 24,45-51), entre las jóvenes previsoras y las descuidadas (Mt 25,1-13) y entre los criados leales a su señor y los que no lo fueron (Mt 25,14-30). Lo que resulta más sorprendente y llamativo es la medida que se utiliza en este juicio. En él lo decisivo es la actitud de amor o indiferencia hacia los hermanos más pequeños de Jesús que se encuentran en una situación de extrema necesidad: hambrientos, sedientos, forasteros, desnudos, enfermos y encarcelados. La razón última está en la íntima solidaridad que existe entre éstos y Jesús: lo que se hace con ellos, se hace con Jesús.

·        La escena puede interpretarse de dos maneras, dependiendo de cómo entendamos la palabra hermano. Entendida en un sentido genérico, designaría a cualquier hombre; en este caso, la exhortación se refiere a todos los hombres: Jesús está presente en cualquier hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo o encarcelado. Entendida en un sentido más restringido, la palabra hermano designaría a los miembros de la comunidad cristiana y, por tanto, la exhortación se refiere solo a los cristianos hambrientos, sedientos, forasteros, etc. Pero tal vez, ambas interpretaciones no sean excluyentes. Mateo invita a su comunidad a recrear la solidaridad recíproca que debe reinar en la nueva familia convocada por Jesús. La exhortación de las parábolas precedentes a estar vigilantes y atentos adquiere una gran fuerza a la luz de esta escena final. Estar vigilantes y preparados consiste principalmente en vivir según el mandamiento del amor. El evangelio se dirige a unos cristianos que han descuidado su compromiso práctico, para despertarles de su letargo y recordarles que el destino de cada hombre se decide en la actitud que tengan ante los necesitados en este tiempo que precede a la venida de Jesús.

P. Pedro Olalde.

33º Domingo ordinario (16 de noviembre 2014)

Mt 25,14-30: MIS TALENTOS

La parábola en sí misma es típica de Jesús; una escena verosímil, un propietario que encomienda su hacienda a sus siervos durante su ausencia; la rendición de cuentas y una conclusión por una parte lógica y, por otra, sorprendente. Pero es, sin duda, una de las grandes parábolas, tan conocida por el pueblo cristiano que hasta ha introducido en el lenguaje la palabra talento como sinónimo de capacidad, inteligencia. Desde aquí, “rendir cuentas de los talentos recibidos” como algo típico del cristiano.

1-    Reflexión. “Rendir cuentas al Amo”. Es la forma antigua de representar que el ser humano es responsable. Responsable ante Dios. “El Amo”: todo es de Dios, yo soy un puro don de Dios, y lo que tengo es don también. Soy responsable ante Dios de lo que soy y de lo que tengo.

·        Sin embargo, su contexto con el resto del Evangelio es aun más profundo, porque se refiere a la esencia del compromiso del cristiano en el mundo. Diríamos que enlaza indisolublemente con los temas que se representan en:           
                 
                        El Fariseo y el Publicano. La parábola del Juicio Final,
                        El mandamiento del amor y el Buen Samaritano…

    Todo lo cual hace relación al comportamiento del cristiano en el mundo y lo   
    podemos sistematizar de la siguiente manera:

2-    En relación con la parábola del Fariseo y el Publicano. El error fundamental del Fariseo, el que provoca el rechazo de Dios, es no entender sus cualidades y virtudes como talentos recibidos de Dios. Se limita a dar gracias y está satisfecho de “no ser como los demás hombres”. Siente agradecimiento, pero no se pregunta por qué ni para qué ha recibido esos dones de Dios. Y es la pregunta que nos afecta directamente a muchos de nosotros que, como el Fariseo, podríamos decir “no soy como los demás, conozco a Jesús, cumplo su Ley…”.

 ·     ¿Quién soy yo? Uno que ha recibido mucho, porque se espera mucho de mí. Yo soy una vasija de barro llena de regalos preciosos. Tengo inteligencia, cultura, dinero, simpatía,… Sería interminable hacer recuento de los dones que hemos recibido, y de los que carece la mayor parte de los seres humanos. Saberse don de Dios es la base de una personalidad cristiana. “Todo es vuestro, vos me lo disteis”, es el arranque de mi relación con Dios. La primera respuesta que surge de nosotros al considerar tanto don es el agradecimiento. Y está bien, pero no basta. Surge inmediatamente la segunda parte. ¿Por qué yo tanto y otros tan poco? ¿Por qué yo cinco talentos y otros ni siquiera un denario?

3-    La parábola del Buen Samaritano y la del Juicio Final. El corazón de la Ley es que los dos mandamientos “Amarás a Dios” y “Amarás a tu prójimo” son uno solo. Esto fue el genio de Jesús. Los dos mandamientos existían: juntarlos en uno solo es la muestra perfecta de la Encarnación Amar a Dios es amar al prójimo, que se expresa en la frase perfecta, la síntesis definitiva de la moral de Jesús: A mí me lo hicisteis. Partiendo de aquí, nuestro agradecimiento a Dios por los talentos recibidos se convierte en necesidad de servir a los hermanos. Yo no puedo hacer nada por Dios, nada necesita de mí el Señor. Pero sus hijos sí que necesitan.

·      Y empezamos a entender por qué yo tanto y otros tan poco. El Padre espera de mí que sea hermano, que comparta. Lo que se me ha dado, se me ha dado para  todos. Yo tengo talentos para que haya talentos en el mundo. Y esto se aplica al dinero, a las cualidades…Todo es vuestro, a vos, Señor, lo torno. ¿Cómo lo tornamos a Dios? Ofreciéndolo a sus hijos Y no como generosidad, sino como algo debido. No es mío, es don, recibido para que todos lo tengan.

·    La pregunta del letrado ¿Quién es mi prójimo?, era académica. Quería justificarse que le precisaran a quién debía amar y a quién no. La respuesta es típica de Jesús: no responde a lo que le preguntan, sino a lo que deberían haberle preguntado. No se trata de quiénes son los demás, sino de quién eres tú. Tú eres el obligado, el obligado con Dios. Tú eres el hermano, aunque los demás no se lo merezcan. No me comporto con los demás como los demás se comportan conmigo, sino como el Padre se comporta conmigo.

·      Y así, es grande en el Reino de los cielos no el que tiene, sino el que sirve con lo que tiene. Éste es el pecado del Fariseo. Creerse algo, cuando lo único que le pasa es que se espera mucho de lo que le han dado. Ésta es la grandeza del publicano: que sabe que debe mucho. Ésta es la grandeza de la humildad de los santos: que ven cuánto han recibido y saben que responden de menos.

4-    Enterrar los talentos. Enterrar los talentos es buscar, ante todo, disfrutar de los talentos, usarlos para mí. Ése es un tesoro que se apolilla. Es tirar la vida, tratando de disfrutarla. Los talentos no son para disfrutarlos, la vida no es para disfrutarla. Y no es que neguemos que disfrutamos, no es que nos neguemos a disfrutar; es que disfrutar también es un talento, y lo tenemos que poner al servicio. En todo amar y servir, en todo, en lo que soy, en lo que tengo, en lo que disfruto, en lo que sufro, en la vida y en la muerte… ponerlo todo al servicio, amar y servir en todo: eso es perder la vida a los ojos del mundo para vivir plenamente, para que la vida sea eterna, eternamente válida, para no desperdiciar nada, para buscar una plenitud vital mucho mayor que la que proporciona el disfrute inmediato. Ésta es la Sabiduría, la Sabiduría de Jesús.

5-    Dios no está, pero estoy yo. El Amo se ha ido. Su obra está en nuestras manos. La vida humana se encuentra entre dos presencias de Dios y en una ausencia de Dios. Presencia de la Creación, del destino, de la misión. Ausencia, porque no le vemos, parece como si todo funcionase sin Él. Presencia final, porque todo va a Él. Y en este tiempo de ausencia,  ¿quién cuida del jardín, quién cuida de sus hijos? No hace falta que esté: el amo puede irse tranquilo, aquí estamos sus hijos para encargarnos de las cosas de nuestro Padre. El ser humano, hecho a imagen y semejanza del Creador, está aquí para terminar la Creación: el jardín y los hijos. Lo resume muy bien la frase de Jesús antes de la multiplicación de los panes: Dadles vosotros de comer. La obra de salvar “lanzada” por Jesús se encomienda a la Iglesia: “Me voy al Padre… Como el Padre me envió, así os envío yo”. Los hombres necesitan salvación. Dios no está, estamos nosotros, encargados por Dios de salvar a sus hijos. Lo mejor de la salvación que les podemos dar es que conozcan a Jesús, y por Jesús al Padre. Pero esto se descubre cuando vean que son amados, que el amor les da de comer, defiende, les hace personas… Anunciamos a Dios salvando a sus hijos del mal, de todo mal. La esencia de la moral no está tanto en Sed santos como Dios es santo como en a mí me lo hicisteis. (Galarreta, “Palabra y Eucaristía”).

P. Pedro Olalde.