Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Vascongadas


En 1715 se reunió en Madrid un grupo de 124 vascongados que decidieron fundar una Congregación con fines benéficos bajo la advocación de San Ignacio de Loyola. El Consejo de Castilla aprobó las Constituciones en 1718 y desde entonces la Congregación, y a lo largo de más de 300 años de historia ha continuado con su misión.

La Congregación tiene como sede la Iglesia de San Ignacio de Loyola, de Madrid, donde realiza sus actividades. Este blog es un canal de información dirigido a todos sus miembros y personas interesadas en conocerla más de cerca.


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Presentación de Jesús en el templo (2 de febrero 2014)

LA PRESENTACIÓN DE JESÚS 
(Circuncisión y manifestación de Jesús- Lc 2,21-40).

1-   Este pasaje forma parte de la Infancia de Jesús que relata Lucas en el capítulo segundo. El texto está impregnado de la religiosidad judía con la narración de la circuncisión, imposición del nombre y manifestación de Jesús. Por otra parte, se observa un gran paralelismo con la circuncisión, imposición del nombre y manifestación de Juan Bautista (Lc 1,59-80).

·   Primera parte: Introducción (21-24). El verso 21 menciona la circuncisión y la imposición del nombre. Los versos 22-24 narran la purificación de María y la presentación de Jesús.

·       Segunda parte: doble manifestación de Jesús por Simeón (25-35) y Ana (36-38).

·       Conclusión: recoge las expresiones típicos de la infancia (39-40)

2-   CIRCUNCISIÓN E IMPOSICIÓN DEL NOMBRE.

·       Aquí el acento cae mucho más sobre la imposición del nombre que sobre la circuncisión, aunque, por otra parte, la imposición del nombre no suscita discusión alguna, como ocurre en el episodio del Bautista. El nombre de JESÚS ya había sido anunciado por el ángel (1,31).

 ·   Al igual que Juan, por la circuncisión y la imposición del nombre, Jesús queda marcado por la señal de la alianza (Gn 17,11), que le incorpora oficialmente al pueblo de Israel (Jos 5,2-9). El nombre de Jesús no procede de la tierra sino del cielo. Esto hace que la imposición del nombre de Jesús adquiere más relieve que la propia circuncisión.

3-   PURIFICACIÓN DE MARÍA Y LA PRESENTACIÓN DE JESÚS

·       En los versos 22-24 se hace la introducción a los dos encuentros de Jesús con el profeta Simeón y la profetisa Ana, que son quienes nos explicarán quién es este niño. Se menciona la ley de Moisés sobre la purificación de la madre a los 40 días del parto y el rescate del primogénito al mes del nacimiento.

4-   2ª PARTE: MANIFESTACIÓN DE JESÚS

·    A) VV 25-35. Encuentro con Simeón. La venerable figura del anciano Simeón recuerda la del anciano sacerdote Elí, bajo cuyo cuidado transcurrieron los primeros años de Samuel (1Sm 1-3), y al padre de Juan, el viejo Zacarías (Lc 1,5-7). Al igual que el padre de Juan Bautista proclama la grandeza de su hijo en el Benedictus, Simeón predice la grandeza de Jesús en el Nunc dimittis. Queda patente la superioridad de Jesús sobre Juan: el cántico de Simeón contiene una doble proclamación: un nuevo cántico (29-32) y un oráculo profético (34-35).       

+ De Simeón se afirma que “aguardaba la consolación de Israel”, que recoge el espíritu del segundo Isaías (40-55): “Alza tu voz con brío, mensajero de Jerusalén; álzala sin miedo y di a las ciudades de Judá: Aquí está el Señor; viene con poder y brazo dominador; apacienta como un pastor a su rebaño y amorosamente lo reúne” (Is 40,9-11).       

 + Se nos presenta también a Simeón como un hombre poseído por el Espíritu: “El Espíritu Santo estaba con él” (25). Este Espíritu le había revelado que no moriría sin haber visto antes al Ungido de Dios, al Mesías. Impulsado por el Espíritu va al templo en el preciso momento que los padres de Jesús le llevan en brazos al niño. Y Simeón entona un himno de alabanza. Reconoce el anciano Simeón en ese niño la llegada de la buena noticia salvadora para todo el pueblo.       

+En el Nunc dimittis Simeón exulta de gozo, porque ha llegado el que es el Salvador y Luz de las naciones, Cristo el Señor. Y proclama que ahora puede irse en paz”, según la expresión veterotestamentaria.                                              

+ Subrayado aparte merece la proclamación de que en este niño se cumplen las promesas mesiánicas de paz, salvación y luz, tanto para el pueblo de Israel como para los gentiles.

+ Hay también una 2ª  palabra dirigida a la madre (34bc-35ab). Este oráculo es un reflejo de la función de presentación de Ana en 1 Sm 1-2. Su contenido anuncia un futuro sombrío. Al describir al niño como fuente de división en Israel queda ya anticipada la frase de Jesús en Lc 12,51-53: “¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? Os aseguro que no, sino división”. Se trata, sin duda, de una de las formulaciones lucanas del escándalo de la cruz, la piedra de tropiezo. El lenguaje de Lucas es de una expresividad extraordinaria. El tema del rechazo suena ya desde los primeros compases del evangelio y a lo largo de todo él, va a experimentar las más variadas modulaciones. Jesús será una bandera discutida, un signo rechazado, como antiguamente ya lo fueron tanto Isaías como sus hijos (Is 8,18).

B) LA PROFETISA ANA.

·   El anuncio de la persona de Jesús no sólo se hace a través de Simeón, sino también en la proclamación exultante de esta mujer, cuya misión es divulgar  a los cuatro vientos lo que Simeón acaba de reconocer en ese niño. Un profeta y una profetisa anuncian que la promesa de salvación se ha hecho realidad en un niño recién nacido, Jesús, el Mesías del Señor.

5-   CONCLUSIÓN (39-40)

·  Se termina este pasaje con unas indicaciones sobre Jesús típicamente del evangelio de la Infancia.                                   

·   Necesitamos de ritos de iniciación, bautismos… para hacernos conscientes de que somos divinos.

 P. Pedro Olalde.

3º Domingo ordinario (26 de enero 2014)

Mt 4,12-23

1-   Convertíos, porque está llegando el reino de los cielos (4,17)

·       Jesús muda de escenario al enterarse de que a Juan Bautista le ha arrestado Herodes Antipas. Abandona las áridas tierras del desierto y se sitúa en los verdes y bellos paisajes de Galilea. Deja su pueblo natal de Nazaret y va a Cafarnaún, en la orilla del lago de Genezaret.

·       Mateo trae la cita de Is 8,23 en que habla  de la Galilea de los gentiles, y aunque conoce que Jesús solo ha anunciado la BN a los judíos en las sinagogas de los pueblo y no se ha dedicado a los gentiles, Galilea será el centro de sus operaciones en la región marítima en torno a Cafarnaún.

·      Es muy consciente el evangelista de que el pueblo habita en tinieblas y vive en sombras de muerte; por eso, la gran tarea de Jesús será la lucha contra la injusticia y el mal. En medio de estas tinieblas, los hombres verán una gran luz, la que vino Jesús a traer a la tierra.

·       Según Mateo, Jesús empieza su evangelización con un gran grito: CON-VER-TI-OS. Es lo primero que sale de sus labios, una invitación urgente a la CONVERSIÓN. Hay que salir de las tinieblas e ir al encuentro de la luz.

·    Después de 2000 años, esta palabra de Mateo sigue hoy resonando con vigor en nuestras comunidades cristianas: Abrid los ojos y orientaos hacia la luz naciente. Dejad que penetre la PD en vuestros corazones.

2-   Contenido de la conversión

 ·     Pero ¿qué se nos exige hoy para sintonizar con el evangelio? ¿Qué cambios tenemos que realizar en nuestras vidas? No se nos dice que seamos fieles observantes de unas normas, más bien se espera de nosotros un cambio de actitud, una nueva dinámica para hacer el querer de Dios.

·      Esta palabra va dirigida a todos los hombres para que seamos compasivos con los que sufren. Basta ya de grandes proclamas de una mayor justicia e igualdad. Sólo se nos exige la puesta en práctica de la compasión hacia los últimos de la tierra.

·      Hay que dignificar la tierra, haciendo que la economía, la política, las instituciones como la Iglesia se pongan al servicio de los últimos para que vivan dignamente.

 ·    Necesitamos hacer una gran campaña activa de curación de tanto sufrimiento humano y establecer cauces de igualdad por una justa distribución de la riqueza.

3-   ¿Es posible hacer un cambio en este mundo egoísta e injusto?

  ·    El “Convertíos de Jesús” es una oferta del Maestro nazareno, que será para sus seguidores la forma de dar el más pleno sentido a su vida, porque supone el programa más eficaz para la propia felicidad.

 ·     El SÍ a este ofrecimiento no supone ningún tipo de merma, sino todo lo contrario: es emprender un camino que conduce a la plenitud de la vida.

 ·     La aceptación de esta llamada supone, eso sí, purificarnos de nuestro egoísmo, que es el verdadero enemigo de nuestra felicidad. Nos impele a tener el corazón libre del apego a las posesiones materiales, que nos encadenan e impiden volar  a las alturas.

4-   Armados para ir contra corriente

·      Al parecer, no es el mejor momento para hacer grandes proclamas. Muchos cristianos no están entusiasmados en su vida de fe. La luz de su lámpara está mortecina. Si esto es cierto, también hay que afirmar que los tiempos de Pablo de Tarso no fueron mejores y que siendo pocos pudieron transformar el mundo.

  ·    Estamos llamados a construir un mundo en que los humanos vivan desde su profundidad, con un contento interior mayor, que reemplace al tedio de la vida superficial. En este sentido, no faltan personas que desean muy de veras construir otro ambiente en que Dios tenga cabida y la fe religiosa brote pujante.

·     Si el hombre posmoderno vive, tal vez inconscientemente, la ilusión de que no existe sino lo que puede comprobar la ciencia, todos los hombres de fe, con la mirada más allá de las estrellas como Abrahán, estamos llamados a no estar silenciosos en la búsqueda de un sentido mayor de la vida.

5-   Tras las huellas de Jesús

·   En pleno siglo XXI, me percato de que no pocos seguidores y seguidoras de Jesús viven entusiasmados el proyecto de Jesús, empeñados en divulgar su buena noticia a los cuatro vientos.

 ·     También en tiempo de Jesús, hubo hombres que oyeron esta llamada del Maestro y dejando todo le siguieron con ilusión. El evangelio ha conservado sus nombres: Simón y Andrés; Santiago y Juan, entre otros muchos.

·      Y ¿qué supone seguir a Jesús? José Antº Pagola señala: Seguir a Jesús es creer lo que él creyó, dar importancia a lo que él se la dio, interesarnos por lo que él se interesó, defender la causa que él defendió, mirar a las personas como él las miró, acercarnos a los necesitados como él lo hizo, amar a las gentes como él las amó, confiar en el Padre como él confió, enfrentarnos a la vida con la esperanza con que él se enfrentó. Los primeros creyentes entendieron la vida cristiana como una aventura constante de renovación, un irse haciendo “hombres nuevos” (“El camino abierto por Jesús”, PPC, página 54).

6-   ¿Qué  hay que hacer para convertirse?

·      1- Desearlo. Todo lo humano y lo divino no se realiza sin que pase por la propia voluntad. No puede haber conversión sin un fuerte deseo.

·      2- Pedir a Dios humildemente, repitiendo una y otra vez: Señor, dame la gracia de la conversión. Que ponga los medios como si todo dependiese de mí.

P. Pedro Olalde.

2º Domingo ordinario (19 de enero 2014)

Jn 1,29-34


             En este texto el profeta Juan presenta a Jesús como el cordero de Dios
             (1,29) e Hijo de Dios (1,34). ¿Es creíble que JB haya presentado así a Jesús?

             Parece ser que no. Sin duda, en un momento dado, hubo un encuentro
             entre Jesús y Juan, en el que aquél fue bautizado por el profeta Juan.
             Incluso pudo ver JB en Jesús al enviado de Dios, pero estos dos títulos que
             utiliza para describirle a Jesús no pueden ser atribuidos a él. Son, más
             bien, el resultado de la experiencia y reflexión de la comunidad de Juan
             evangelista que pone en boca del Bautista esta confesión.

      Al día siguiente, Juan vio a Jesús, que se acercaba a él, y le dijo: Este es el     
     cordero de Dios que quita el pecado del mundo (29).

·      El cordero de Dios. Se debe a la Comunidad de Juan evangelista la elaboración teológica de esta afirmación, que pone en boca de JB. Y se debe a la conjunción de dos citas: Is 53,4.7: Llevaba nuestros dolores, soportaba nuestros sufrimientos. Como cordero llevado al matadero, enmudecía y no abría la boca. Jn 19,31-37: Juan, en su evangelio, hace coincidir la muerte de Jesús con la hora en que eran sacrificados los corderos en el templo. Para Juan, Jesús es el verdadero cordero que quita el pecado del mundo.

·       Que quita el pecado del mundo. El pecado del mundo es pertenecer al orden éste (Jn 8,23), que es mentira y muerte (8,40.44). Dicho de otro modo, consiste en oponerse a la vida que Dios comunica, frustrando el proyecto creador de Dios (Jn 1,10).

1-   A éste me refería yo cuando dije: Detrás de mí viene uno que ha sido colocado delante de mí, porque existía antes que yo (30).

·       Se alude a la llegada del Esposo, el que establece la nueva alianza, inaugurada por la nueva Pascua. Es él quien tiene derecho a la esposa, al pueblo de la nueva alianza, por eso afirma Juan que se le pone delante.

·       La palabra varón hace referencia a la del prólogo: ni por designio de un varón cualquiera (1,13). Será este varón, el verdadero Esposo, quien haga nacer de Dios, mediante el bautismo con Espíritu (1,33), la vida divina que se comunica al hombre.

2-   Yo mismo no lo conocía; pero la razón de mi bautismo era que él se manifestara a Israel (31).

·       El bautismo de Juan, de ruptura y de adhesión al Mesías que viene, tenía por objeto que éste, a quien él no conocía, se manifestara a Israel. También la misión de Juan tenía origen divino (1,6.33), pero no sabía quién sería el personaje designado para llevar a cabo la alianza nueva que él anunciaba.

·       Juan aparece al servicio de Jesús, el Mesías, que ha recibido la encomienda del Padre para manifestarse a Israel. Esta finalidad se identifica con la anunciada en el prólogo: De modo que por él, todos llegasen a creer (1,7).

3-   Juan prosiguió: Yo he visto que el Espíritu bajaba desde el cielo como una paloma y permanecía sobre él (32).

·       Esta versión del descenso del Espíritu proviene de una tradición independiente que el evangelista ha puesto en boca del Bautista (Biblia de San Jerónimo, página 540).

·       La forma como describe al Espíritu es así: permaneciendo en / quedándose con Jesús (1,33), quien se revelará más adelante como el dispensador del Espíritu (3,5.34; 7,38-39; 20,22).

4-   Yo mismo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y permanece sobre él, ése es quien bautizará con Espíritu Santo (33).

·       El bautismo con Espíritu Santo será distinto del de Juan; no será una inmersión externa en agua, sino una penetración del Espíritu en el hombre; el Espíritu será el manantial interior que salta dando vida definitiva.

·       Según el prólogo, la Palabra hecha realidad humana tiene la plenitud del amor y lealtad de Dios (1,14). La misma realidad se expresa ahora bajo el símbolo del Espíritu. Jesús tiene la plenitud (el Espíritu, con artículo), los suyos recibirán espíritu (sin artículo), participando de su plenitud.

5-   Y como lo he visto, doy testimonio de que él es el Hijo de Dios (34).

·       Juan da testimonio de la luz, Jesús Mesías. Es el testimonio que resuena en la comunidad cristiana y que va a ser completado con la frase final: éste es el Hijo de Dios. Jesús es el Hijo de Dios, porque el Padre lo ha engendrado, comunicándole su misma vida, el Espíritu.

·       Jesús en el Hijo de Dios en la tierra, el proyecto divino hecho realidad humana, el hombre-Dios. Esta es, pues, la idea de Mesías que presenta Juan Bautista, paralela a la presentada en el prólogo: el proyecto divino hecho realidad humana (1,14) se describe así como la bajada del Espíritu sobre Jesús, constituyendo al Hombre-Dios (1,1c).

6-   Vivir lo que somos, porque también nosotros somos “hijos en el Hijo”, por gracia y querer de Dios. Este es nuestro mayor timbre de gloria, que nos iguala en dignidad a todos los humanos. No es nuestra vida la que vivimos, sino la vida de esa Realidad Originaria, que denominamos Dios. A lo largo de nuestra vida tenemos que llegar a conocernos a nosotros mismos, porque somos mucho más de lo que creemos.

·       ¿Cómo podemos ir experimentando el ser divino que somos? Entre otros medios, sin duda, por la oración. Señalamos cosas prácticas que nos ayuden:

  + Tomar conciencia de que somos únicos y muy importantes para Dios, de que somos sus hijos.

+ Pensar mucho que Dios tiene un PLAN para nosotros: hacernos felices y conducirnos a la plenitud.

+ Decirle a menudo: Después de tantos años, apenas tengo conciencia, Padre Dios, de que soy tu hijo. Señor, deseo, experimentar cada día tu amor.

+ Repetir: Padre, hay personas que viven enamoradas de Ti. Tal vez, yo también llegue a enamorarme de Ti un día. Lo deseo.

+ Tomar, a menudo, espacios de silencio para estar ante Dios. Decirle: Padre, aquí estoy ante Ti. Gracias por tu amor. Deseo amarte. Deseo sentir tu amor. Quiero aprender a orar. Señor, deseo aprender a estar contigo.  

P. Pedro Olalde.

1º Domingo ordinario. Bautismo del Señor (12 de enero 2014)

Mt 3,13-17

1-   Entonces llegó Jesús desde Galilea al Jordán y se dirigió a Juan Bautista para que lo bautizara (13).

·    Cuando una persona como Jesús tiene que hacer una larga caminata de unos 50 kilómetros a pie, podemos decir que es sumamente importante el objetivo que se propone.

·      Jesús oye hablar de Juan Bautista que bautiza a las orillas del Jordán y se siente movido a acudir al lugar: quiere sentir la experiencia de ser bautizado por alguien a quien le consume el celo de la casa de Yahvé.

·      No era Jesús una persona para dejar escapar semejante ocasión. A punto de iniciar su vida pública en este momento, Jesús arde en deseos de unirse al Padre y sentir vivamente su llamada para la misión que le tiene confiado.

2-   Pero Juan trataba de impedírselo, diciendo: Soy yo el que necesito que tú me bautices, y ¿eres tú el que vienes a mí? (14).

  ·    Nos gustaría saber la conversación previa al bautismo que tuvieron entre Juan y Jesús, si es que se dio. Tal vez, Jesús no fue a presentarse a Juan para decirle quién era. Ese tipo de formalidades las hace la gente prendada de sí, con conciencia de ser importantes. Jesús iría a colocarse humildemente en la fila de los “pecadores”.

   ·   En este verso 14, Mateo introduce un diálogo entre los dos, que él se ha inventado para quitar hierro al asunto: de hecho, el bautismo de Jesús por Juan Bautista fue un impedimento serio para los primeros cristianos, que veían a su líder en esta escena, aparentemente, como inferior a Juan.

3-   Jesús le respondió: Deja eso ahora; pues conviene que cumplamos lo que Dios ha dispuesto. Entonces Juan Bautista accedió. (15).

  ·    Toda justicia viene a significar lo que es justo o conveniente humanamente. En sentido religioso significa cumplimiento de la voluntad de Dios.

·      Mateo, por medio de este verso presenta a Juan Bautista supeditado a Jesús, apaciguando de este modo la inquietud de los primitivos cristianos de ver a Jesús en esta escena como inferior a Juan Bautista.

4-   Nada más ser bautizado, Jesús salió del agua y, mientras salía, se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y venía sobre él (16).

   ·   Como da a entender el texto, Jesús se metería en las aguas del río Jordán de cuerpo entero. De este modo, el signo del agua en contacto con la totalidad del cuerpo cobra toda su fuerza para ser una experiencia viva, propia para quien va a dar un rumbo nuevo a su vida.

  ·    Jesús estando en medio del río esperó a que Juan derramara sobre su cabeza el agua del Jordán. Pudo decirle: Tu Dios Yahvé te distingue con su amor y derrama sobre ti todo el caudal de su gracia para que seas su testigo ante los hombres.

   ·  Se abrieron los cielos. Expresión propia también de Marcos (1,10: vio rasgarse los cielos) y de Lucas (3,21: se abrió el cielo). Los tres sinópticos utilizan esta frase para indicar que hacía mucho tiempo en que no había habido profetas para establecer comunicación entre Dios y los hombres.

   ·   Y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y venía sobre él. Esta frase y la del verso 17 indican claramente la experiencia que vivió Jesús. Se indica lo que pasa en el corazón de Jesús: la fuerza vital del Espíritu de Dios le envuelve y él se siente fuertemente impulsado a dejarse llevar por él.

5-   Y una voz del cielo decía: Este es mi Hijo amado, en quien me complazco (17).

    ·  Esta proclamación de arriba es como el clímax de toda esta narración. Es una fórmula de identificación en 3ª persona. La voz del cielo no se dirige a Jesús sino más bien a Juan Bautista y sobre todo al pueblo, a la comunidad cristiana.

   ·   La filiación divina de Jesús cobra con los versos 14-15 un nuevo centro. El Hijo de Dios es para Mateo el obediente y sumiso a la voluntad de Dios.

  ·    Esta idea la presenta Mateo intencionadamente al comienzo de su evangelio. Jesús es el obediente y humilde. Justamente a esta obediencia de Jesús responde Dios con su proclamación: Este es mi Hijo amado.

6-   Necesidad de experiencia en la vida cristiana

   ·   Al haberse generalizado el bautismo de los niños, y la forma como se hace, priva a los cristianos de una ocasión fuerte para tener una experiencia religiosa como sería de desear. El modo como se practica el bautismo no es el ideal, por eso necesitamos una reforma urgente de este sacramento.

  ·    Mientras tanto, el creyente sigue estando muy necesitado de experiencias espirituales. Antes del concilio Vaticano II, existían las misiones populares. Misioneros fogosos, fuertemente pertrechados con argumentos doctrinales sobre el infierno, trataban de mover las conciencias. Desafortunadamente, hay que constatar que en lugar de ser una experiencia espiritual, estas misiones inoculaban un miedo terrible a los tormentos del infierno.

   ·   Hay teólogos como Schillebeeckx que afirman: Existe solo el cielo, y no junto a un infierno donde los hombres sufren el fuego y las penas para toda la eternidad. Va contra la naturaleza de Dios, que es amor, el que los hombres sean castigados eternamente. Para mí, como hombre de fe, es impensable que, mientras la alegría inunda el cielo, haya personas, a dos pasos, en medio de sufrimientos infernales y eternos. No puede existir un infierno que sea el reverso de la alegría eterna del reino de Dios. No existe más que el reino de Dios (E. Schillebeeckx,”Soy un teólogo feliz”, página 101).

  ·    Por todo esto, urge orientar a los creyentes de hoy para que puedan gozar de Dios aquí en vida, enseñándoles a experimentar al Dios vivo mediante el aprendizaje de la oración. Ahí tenemos a los grandes maestros de la vida espiritual, como Santa Teresa de Ávila o S. Juan de la Cruz, cuya doctrina está siendo ignorada por la mayor parte de los cristianos. Disponemos también de comunidades religiosas que nos pueden contagiar su experiencia de la búsqueda de Dios. Asimismo, tenemos a nuestra disposición innumerables Casas de Ejercicios y maestros de vida espiritual. Ojalá que este consejo no quede en letra muerta.

P. Pedro Olalde.