Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Vascongadas


En 1715 se reunió en Madrid un grupo de 124 vascongados que decidieron fundar una Congregación con fines benéficos bajo la advocación de San Ignacio de Loyola. El Consejo de Castilla aprobó las Constituciones en 1718 y desde entonces la Congregación, y a lo largo de más de 300 años de historia ha continuado con su misión.

La Congregación tiene como sede la Iglesia de San Ignacio de Loyola, de Madrid, donde realiza sus actividades. Este blog es un canal de información dirigido a todos sus miembros y personas interesadas en conocerla más de cerca.


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4º Domingo de Adviento (20 de diciembre de 2015)

Lc 1,39-45

    1-    Lucas 1,39. María se puso en camino y se fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá.

·        El sujeto de este versículo es María, a quien en el pasaje anterior le anuncia el ángel Gabriel la “llena de gracia”, la que ha recibido de Dios el favor de concebir en su seno y dar a luz a Jesús, el Hijo de Dios

·        María se puso en camino. Los primeros seguidores de Jesús fueron llamados “los del camino”. Son los que están atentos a la Voz, que les llega al corazón para ponerse en marcha, prestos a hacer el querer  de Dios. El mundo nuevo no se realiza sin salir de la inmovilidad de la celda.

·        Y se fue de prisa. La llamada divina de la Voz hay que realizarla con la máxima diligencia. Quien da pronto, da dos veces. Están en juego terceras personas, Isabel y Juan. El mensaje divino que éstos van a recibir no admite dilaciones.

·        A la montaña. Zacarías e Isabel vivían la montaña de Judá. La montaña, en la Biblia, es el lugar donde Dios se manifiesta. En el encuentro de las dos embarazadas se va a manifestar Dios. Y el niño que espera María va a iniciar su misión, haciéndole saltar de gozo a Juan, por la acción del Espíritu Santo.

    2-    Lucas 1,40-41. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y cuando Isabel oyó el saludo de María, el niño empezó a dar saltos en su seno.

·        Y saludó a Isabel. La que recibió el anuncio del ángel y fue llamada la “llena de gracia”, transmite ahora su saludo a su prima. Quiere María que sus palabras sean portadoras de la gracia del Señor, que hay que difundirla por doquier.

·        Al oír el saludo de María. ¿Qué es lo que acontece cuando una persona deja entrar en su corazón el saludo-mensaje de Dios? Su ser vibra con  vibraciones profundas, que dejan penetrar en su corazón la dínamis, la fuerza de Dios.

·        Y el niño empezó a dar saltos en su seno. Las palabras de saludo de María son “decideras”: hacen lo que expresan, transforman, salvan, llenan de vida al niño Juan en el seno de su madre. De este modo, Jesús empieza ya su misión salvadora, comunicándole a su primo su Espíritu.

    3-    Lucas 1,41b-42. Entonces Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó a grandes voces: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.

·        Quien ha dejado paso al Espíritu de Dios para que entre en su corazón, ahora se deja conducir por este Espíritu a través de sus palabras. El Espíritu se manifiesta en Isabel con toda su fuerza. Tanto María como Isabel contribuyen a crear un clima espiritual en este feliz encuentro. Lo hace a grandes voces, es decir, sin asomo de duda, muy convencida de estar envuelta por el misterio de Dios.

·        Bendita tú entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre. Se proclama que María es bendita entre las mujeres por su fe, por su sí al plan de Dios manifestado por el ángel. Es de suponer que no todas las mujeres hubieran consentido implicarse en el proyecto de Dios, seguramente por la falta de fe.

·        Y bendito el fruto de tu vientre.  Anuncia Isabel bendito el fruto del vientre de María, Jesús. El evangelista Lucas pone en las bocas de Isabel y de muchos creyentes que el niño nacido de María es el Hijo de Dios, el Emmanuel, Dios con nosotros, encarnado para mostrarnos el camino al Padre Dios.

    4-    Lucas 1,43. Pero ¿cómo es posible que la madre de mi Señor venga a visitarme?

·        Isabel, en su humildad, se considera indigna de recibir la visita de María. Como buena creyente, aprecia la presencia del hijo de María en su casa. La fe de Isabel es una gran  luz en su corazón, que se desborda por el Espíritu de Dios.

    5-    Lucas 1,44. Porque en cuanto oí tu saludo, el niño empezó a dar saltos de alegría en mi seno.

·        Isabel es bien consciente de la actuación de Dios a través del saludo de su prima. Se da cuenta de que la gracia de Dios es eficaz y lleva la salvación allí donde un corazón abierto consiente en darle entrada.

    6-    Lucas 1,45. ¡Dichosa tú que has creído! Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.

·        Nada sucede en la vida espiritual sin fe. La fe es el compañero indispensable en la vida cristiana. Se necesita fe para que Dios nos guíe en el camino.

    7-    La fe de María e Isabel nos impulsan a una vida de oración. Oigamos a este respecto lo que nos dice Dietrich Bonhoeffer: La obra teológica y la verdadera comunión pastoral solo pueden crecer en una vida que se reúna alrededor de la palabra por la mañana y por la noche, y que tenga tiempos establecidos para la oración. No intenten que la Biblia sea relevante. Su importancia es axiomática… No defiendan la Palabra de Dios, sino testifiquen de ella… Confíen en la Palabra.

·   Su enseñanza sobre la oración: cada mañana, en el devocional, elevaba una larga oración improvisada. La mayoría de los seminaristas de la tradición luterana lo habrían considerado extremadamente pietista en un principio. Pero él no se arrepentía de cosas como éstas. La vida de oración y comunión con Cristo debía estar en el centro. Todo el ministerio surgía de ello. Bonhoeffer solía hablar de esto sentado en las amplias escalinatas de la mansión principal de Finkenwalde, con un cigarrillo y una taza de café. Otra cosa que me impresionó por largo tiempo fue su queja de cuánto carecíamos del “amor de Jesús”. Para él la fe y el amor reales eran idénticos, porque constituían el núcleo central de la existencia de este cristiano sumamente intelectual. Lo sentíamos en las oraciones improvisadas de los devocionales matinales y vespertinos; brotaban del amor hacia el Señor y por sus hermanos (BONHOEFFER. “Pastor, mártir, profeta, espía”. Pág. 43. Eric Metaxas).

    P. Pedro Olalde.

Últimas noticias

El domingo, 15 de noviembre, celebramos misa funeral por Rafael Zabala Unzurrunzaga, natural de Bergara, con gran asistencia de familiares y amigos. Cantó el Orfeón.

El domingo, 29 de noviembre, celebramos misa funeral por Maritxu Abaitua Churruca, también con gran asistencia de amigos y familiares. El acto resultó muy emotivo y no quisieron faltar el Orfeón con sus cantos, Moni con su aurresku, Fermín Pujol con la armónica, Alfredo Vicent con la guitarra de diez cuerdas, Iñaki Mendinueta con el txistu, Maite con unas bonitas palabras ni Paco con el órgano. Tras la ceremonia, los familiares depositaron las cenizas de Maritxu en el Columbario de la Iglesia.

El 13 de diciembre celebramos el noveno aniversario del día del fallecimiento de Loyola de Palacio en compañía de su familia y amigos. También cantó el Orfeón.

El viernes, 18 de diciembre y antes del concierto del Orfeón, el P. Pedro Olalde celebrará en nuestra Iglesia la confesión comunitaria a las 19.00 hrs.

El Orfeón Vasco de Euskaletxea celebrará su concierto de Navidad el viernes 18 de diciembre a las 20.00 hrs. ¡No podéis faltar!

El 19 de diciembre y también a las 20.00 hrs. la Coral Accento nos ofrecerá también un concierto en nuestra Iglesia.

El domingo 20 de diciembre y después de la misa en la que la colecta será en favor de Cáritas, celebraremos la ya tradicional "txistorrada", recordando la festividad de Santo Tomás. Este año serán Paco y José Miguel los cocineros.

NOTA INFORMATIVA: Habrá misa excepto los días 25 de diciembre y 1 y 6 de enero. El día 10 de enero nos acompañará de nuevo el Orfeón.

Queremos despedirnos deseándoos una muy Feliz Navidad, Paz y Amor para todos.

Egunberri zoriontsua, bakea eta maitasuna guztientzat!

La Junta de Gobierno.


¡Feliz Navidad!



3º Domingo de Adviento (13 de diciembre de 2015)

Lc 3,10-18

La gente le preguntaba: ¿Qué tenemos que hacer? Y les contestaba: El que tenga dos túnicas, que le dé una al que no tenga nada, y el que tenga comida que haga lo mismo. Vinieron también unos publicanos a bautizarse y le dijeron: Maestro, ¿qué tenemos que hacer? Él les respondió: No exijáis nada fuera de lo fijado. También los soldados le preguntaron: ¿Y nosotros, qué tenemos que hacer? Juan les contestó: No uséis la violencia, no hagáis extorsión a nadie y contentaos con vuestra paga.                                      

El pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías. Entonces Juan les dijo: Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no soy digno de desatar la correa de las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. En su mano tiene el bieldo para aventar su parva y recoger el trigo en el granero; pero la paja la quemará en un fuego que no se apaga. Con estas y otras muchas exhortaciones anunciaba el pueblo la buena noticia.

    1-    Lucas 3,10-14. Seguimos a las orillas del Jordán, en donde la gente se agolpa para bautizarse. Ante el verbo fogoso del profeta Juan, la muchedumbre queda conmovida y se encara a sus vidas, atreviéndose a preguntar: ¿Qué tenemos que hacer?

·   Hoy, la gente, en general, rehúye el hacerse este tipo de preguntas. Es mucho más cómodo no cuestionarse nada para seguir en la placidez de una vida burguesa fácil. Porque si empiezas a hacerte preguntas sobre tu vida, vete a saber dónde puedes acabar.

·     Juan les contesta: El que tenga dos túnicas, que le dé una al que no tenga ninguna, y el que tenga comida que haga lo mismo. Juan es un heraldo de Dios cuya tarea es acercar a sus oyentes a Dios, de quien afirmamos que es amor.

·        Precisamente, en esto consiste la conversión que anuncia este profeta: en asociar a la gente al club de los dispuestos a compartir sus bienes con los que nada poseen. Se trata de convencer para hacer lo que Dios ha hecho y está haciendo continuamente: donar gratuitamente las inmensas riquezas de la tierra a los humanos. Juan en su contestación cita dos necesidades básicas de la vida: el alimento y el vestido.

·    A los publicanos que se acercan a bautizarse les dice que no exijan nada fuera de lo fijado. Los recaudadores de impuestos se enriquecen exigiendo unas tasas excesivas. El profeta les recuerda que el cobrar lo estipulado es una forma de amar al prójimo y es lo que ellos deben hacer.

·         JB también tiene una palabra de consejo para los soldados y les exhorta a que no usen la violencia ni extorsionen a nadie y se contenten con su paga, ya que la violencia, la extorsión y la avaricia del dinero son deplorables para el prójimo y para el que los causa.

    2-    Dificultades de la conversión. En esta reflexión nos podemos preguntar si el bueno del profeta Juan consiguió convertir a alguno de sus oyentes a compartir sus bienes. Porque la conversión encierra graves dificultades, porque en la práctica, los que poseen dos túnicas necesitan las dos, para cuando una se estropee. A los que tienen comida les hace falta toda ella, para las épocas de escasez. Y a los recaudadores les va de perlas redondear las tasas, para andar sobrados en una vida cómoda.

·         Quiero decir con esto, que muchas veces, la buena voluntad de los oyentes se va al traste, al tener que optar entre regalar una túnica o la comida o ser justo para no exigir más de lo debido.

·         En semejantes casos solemos pensar que salimos perdiendo al hacer caso a la palabra, razón poderosa por la cual esa opción de compartir la ladeamos para seguir insolidarios.

    3-    Acercarse a Dios. Convertirse al amor. En el momento de la creación, Dios infundió un soplo divino en el hombre, haciéndole a su imagen y semejanza (Gén 2,7). Así, la persona puede actuar como Dios, el ser amoroso por excelencia, sin que esto quiera decir que no va a encontrar serias dificultades para lograr este objetivo, ya que el hombre está sólidamente anclado en el egoísmo, hasta tal punto que, en la mayoría de los casos, de hecho triunfa.

·     ¿Hay algún camino, en esta lucha, que asegure que el amor salga triunfante? Sí. Un primer paso es convencerse  de que el amor es infinitamente más sublime, más potenciador de la persona que la posesión de los bienes materiales. Así, si nos dejamos guiar por el amor, nos asemejamos a Dios, que siempre actúa movido por él. Así, nos acercamos, pues, a Dios, nos convertimos al amor.

·     En esta feroz lucha entre amor y egoísmo, perdemos cuando nos dejamos llevar por este último, y ganamos procediendo solidariamente.

    4-    Ayudas. La reflexión precedente nos aproxima al núcleo de la cuestión planteada. Ella ilumina la mente, y podemos pensar que eso es suficiente para proceder en adelante según el evangelio. Pero no es así. Para que haya una auténtica conversión se necesita que las ideas bajen al corazón.

Hay que constatar que este tipo de dilemas se resuelve espiritualmente o no se resuelven. Porque para que el corazón sintonice y se disponga a actuar, tenemos que ponernos de rodillas ante el Dios de la vida, y desear y pedir, una y mil veces, que el amor  venza al egoísmo.

    5-    Testimonio. Mientras todos estos mensajes evangélicos sigan siendo teoría y sean predicados como si fuesen solo una inteligente utopía, a la que uno no se aventura en la vida real por precaución, naturalmente el mensaje acerca de Dios ni salva ni libera. Hay que atreverse a estos mensajes en la vida sin guardarse las espaldas. Entonces es cuando hacen patente que liberan. (Karl Rahner).
      
        P. Pedro Olalde.                                

La Inmaculada (8 de diciembre de 2015)

Lc 1,26-38
                                
El Dios que desciende al encuentro de sus criaturas

 1-    Lucas 1,26-27. Al sexto mes, envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret.

·    Dios, en el éxtasis de su amor (K. Rahner) decide comunicarse “hacia fuera”, a lo no divino, y desciende personalmente y para siempre al mundo con su Palabra eterna, y así se pierde en su creación para nunca ya retirarse de ella. Por eso, podemos encontrarle de hecho.

·         Para esto, envía Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret a una joven prometida a un hombre llamado José, de la estirpe de David. El nombre de la joven era María, que se encontraba en su sexto mes.

·         La decisión de Dios de comunicarse con el hombre se produce en el éxtasis de su amor. Ninguna otra finalidad le mueve a dar este paso. Actúa solo espoleado por su inmenso amor. Porque así como el sol no puede dejar de calentar, por estar formado por hidrógeno y helio, dos gases combustibles, así Dios no puede dejar de amar, pues el amor es su esencia.

 2-    Lucas 1,28-29. El ángel entró donde estaba María y le dijo: Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo. Al oír estas palabras, ella se turbó y se preguntaba qué significaba tal saludo.

·      El mensajero divino se encuentra con María, le saluda de parte de Dios, le afirma que el Señor está con ella y la proclama la “llena de gracia”. De esta manera tan sencilla, inicia Dios su comunicación con los humanos.

·      El Altísimo no se avergüenza de abajarse al nivel de sus criaturas; entabla con la joven una relación cordial con su saludo y le da su gracia para elevarla hasta el nivel divino.

·        Ante la comunicación del misterio del Dios Amor, María se inquieta. La sencilla doncella se pregunta qué puede querer decir que la visite el ángel de Dios. No entiende por qué Dios puede tener tanto interés en relacionarse con ella, con los humanos.

 3-    Lucas 1,30-31. El ángel le  dijo: No temas, María, pues Dios te ha concedido su favor. Concebirás y darás a luz un hijo, al que pondrás por nombre Jesús.

·        El mensajero de Dios tranquiliza a María, ahuyentado de ella todo temor. Gabriel, el enviado de Dios, viene en son de paz y quiere entablar relaciones de comunión con los hombres.

·        Dios te concede su favor. Sin esta revelación de Dios al hombre, éste nunca hubiera llegado a conocer el exceso del amor de Dios para comunicarse con sus criaturas y amarles gratuitamente. El favor que Dios le otorga es ni más ni menos que su amor incondicional, realidad difícil de aceptar si no se parte del hecho de que Dios es AMOR POR NATURALEZA, es decir, el ser que no puede dejar de amar.

·       María ha sido la elegida de Dios para que por medio de ella, el Hijo de Dios se introduzca, como de incógnito, entre nosotros. Este Hijo será Jesús, cuyo nacimiento del seno materno de María, tiene su origen más en el querer de Dios que en la voluntad de la pareja humana.

 4-    Lucas 1,32-33. Él será grande, será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la estirpe de Jacob por siempre y su reino no tendrá fin.

·      El hijo que va a nacer de María será por decisión de Dios, el Emmanuel, el Dios con nosotros, el rostro vivo de Dios, el Hijo de Dios. Él será el camino que nos conduce al Padre.

·    Será el modelo de hombre pleno, el Mesías de Dios que establecerá su reino, la sociedad de los marcados por la señal de Dios. Será el Príncipe de la Paz, no un mesías guerrero que derrote al invasor romano.

 5-    Lucas 1,34-35. María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, si yo no tengo relaciones con ningún hombre? El ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que va a nacer será santo y se llamará Hijo de Dios.

·        María conoce que Dios le está pidiendo su consentimiento para acoger en su seno al Hijo de Dios y no sabiendo cómo se realizará eso, confiesa no entender y pide una explicación.

·     El ángel le muestra que el hijo que nacerá de ella tendrá su origen más en Dios que en una pareja humana.

 6-    Lucas 1,36-37. Mira, tu pariente Isabel también ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de 6 meses la que todos tenían por estéril; porque para Dios nada hay imposible.

·         Gabriel le hace recordar el ejemplo de su prima Isabel en la que se ha manifestado el poder de Dios.

·         María entiende que el mensaje de Dios se cumple, a pesar de todos los obstáculos que se interpongan, porque para Dios no existen cosas imposibles.

 7-    Lucas 1,38. María dijo: Aquí está la esclava del Señor, que me suceda según dices.

·         Acaba la escena dando María su consentimiento al deseo de Dios de autocomunicarse a los hombres.

·        Este sublime texto de Lucas nos introduce en el mismo corazón de Dios, que en el colmo de su Amor, apuesta por el hombre.

 Por mi parte, leeré este pasaje de rodillas.

      P. Pedro Olalde.

2º Domingo de Adviento (6 de diciembre de 2015)

Lc 3,1-6

   · El año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Filipo tetrarca de Iturea y de la región Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene, en tiempos de los jefes de los sacerdotes Anás y Caifás, la palabra de Dios vino sobre Juan, el hijo de Zacarías, en el desierto. Y fue por toda la región del Jordán predicando que se convirtieran y se bautizaran para que se les perdonaras los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías:                                       
     
     “Voz del que grita en el desierto: preparad el camino al Señor; allanad sus senderos; todo valle será rellenado y toda montaña o colina será rebajada; los caminos tortuosos se enderezarán y los ásperos se nivelarán. Y todos verán la salvación de Dios”.

Lucas 3,2b. La palabra de Dios vino sobre Juan. Esta es una expresión curiosa, en cuya comprensión nunca me he detenido. No es necesario imaginar a Dios distribuyendo arbitrariamente el don de su palabra a los humanos. Pienso, más bien, que se produce una conjunción de Juan Bautista, en este caso, y Dios.

     ·  Me produce una  sorpresa oír: Aquel año, la palabra de Dios vino sobre el sumo sacerdote Caifás, ya que no le concibo acogiendo en su corazón en sinceridad la palabra de Dios.

    · Pero, al ser JB hijo de Zacarías e Isabel, una familia humilde y temerosa de Dios, Juan puede ser educado en una fe sincera, sin ser contaminado por el apego al poder y al dinero.

     · Porque para acoger la palabra de Dios con limpio corazón es absolutamente imprescindible dejarse interpelar por ella, permitiendo a su corazón modelarse por la voluntad de Dios.

     · La palabra de Dios es como el bisturí que penetra la interioridad de la persona y deja al descubierto los órganos vitales, tan necesarios para una vida sana. De este modo, Juan se constituye en el auténtico mensajero para divulgar la palabra de Dios a los cuatro vientos.

     · Un modelo de identificación en el proceso de conversión es san Ignacio de Loyola. En el período de mayo de 1521 a febrero de 1522, podemos decir que la palabra de Dios vino sobre Ignacio en la Casa Torre de Loyola. Aquí también se dio esa conjunción entre Dios y el converso Ignacio, que después de ser gravemente herido en Pamplona, es llevado a Loyola, donde lee la Vida de los Santos y la Vida de Cristo.                                                                                              

     + Tal es la sincera búsqueda de Ignacio que rellena 300 folios con las frases más interpelantes de esos dos libros. A partir de ese momento, Ignacio queda impregnado de la PD y en disposición de anunciarla a sus semejantes.
  
    · La palabra de Dios vino sobre Marisa y Enrique. Semejante expresión debería poder decirse de cualquier creyente. Como en los casos de JB e Ignacio, aquí también hay dos protagonistas: Dios y el creyente: el don de parte de Dios está asegurado; la otra variante está en nuestra mano; si ésta se dispone a acoger la palabra con total sinceridad, se darán las condiciones para que ocurra la conjunción entre los dos protagonistas.

    · Más de una vez he pensado que la Iglesia está formada, en su mayoría, por cristianos no convertidos. Y así tenemos una Iglesia mediocre, sin vida, con poca capacidad de llamada al exterior.

2- Lucas 3,3. Y fue por toda la región del Jordán predicando que se convirtieran y se bautizaran para que se les perdonaran los pecados.

     · Siendo el profeta Juan hijo de Zacarías, que oficia en el templo de Jerusalén, se puede esperar que su hijo salga a su padre. No sucede así, sino que se desmarca de él y se sitúa a las orillas del Jordán. Lo hace así, porque se da cuenta de que el anuncio de la palabra está mediatizada por la élite sacerdotal, que vive confortablemente, debido a los negocios montados en torno al templo. Mientras tanto, la gente sencilla vive sumida en una pobreza extrema. Juan se aleja, pues, de Jerusalén y se asienta en pleno desierto. Abandona el lugar sagrado del templo, para habitar el espacio no contaminado del desierto.

    · Predicando que se convirtieran. El auditorio de JB es muy escaso: los habitantes de un árido desierto y aquellos que, atraídos por su fama, se dirigen a su encuentro. Lo que Juan les ofrece es su ayuda, su palabra profética, para que se produzca la conversión de sus corazones. “Un bien escaso”, dirán hoy muchos. “Toda una riqueza”,  afirmarán los que valoran la vida del espíritu.

    · Y se bautizaran. Juan invita a sus oyentes a bautizarse, a sumergirse en las aguas del Jordán para abandonar el hombre viejo y renacer al nuevo. El bautismo es un rito externo, que si se queda sólo en eso, vale poco. Si le acompaña un deseo vivo de cambio, puede transformar a la persona. El bautismo está llamado a producir en los bautizados transformaciones tan fuertes como las habidas en san Ignacio o en san Agustín.

· Para que se les perdonaran los pecados. La escucha de la palabra y el bautismo tienen por objeto disponer al creyente a un cambio, al perdón de los pecados. La vida natural e irreflexiva de los humanos se mueve generalmente en un ambiente de egoísmo, de injusticia y de insolidaridad. La palabra y el bautismo tienen la misión de despertar a las personas para que acepten la vida nueva, dejando de lado la vida de pecado. Dios, tan pronto como el hombre da su conformidad a esta mudanza, se constituye en el aliado que le ayudará con su Espíritu para que se dé la conversión, que es don y supone esfuerzo.

P. Pedro Olalde.

1º de Adviento (29 de noviembre de 2015)

Lc 21,25-28.34-36

1-    Lucas 21,25-27. Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra la angustia se apoderará de los pueblos, asustados por el estruendo del mar y de sus olas. Los hombres se morirán de miedo, al ver esa conmoción del universo; pues las potencias del cielo quedarán violentamente sacudidas. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza, porque se acerca vuestra liberación.

·     En este comienzo del Año Nuevo litúrgico, el texto de Lucas utiliza un lenguaje apocalíptico, que estaba muy en boga en tiempos de Jesús. Los judíos de entonces esperaban el fin próximo del mundo.
·        Se acudía al género apocalíptico para explicar situaciones difíciles que padecía el pueblo judío, como por ejemplo, la opresión romana, que sufrían entonces. Imaginan los judíos que a favor de ellos, los preferidos de Dios, éste intervendría aplastando a los romanos con todo el poder de su brazo vengador para purificar el mundo e inaugurar la nueva sociedad. Pero Dios, que ama a los romanos tanto como a los judíos, no intervino.

·     Muchos cristianos también participaban de estas mismas creencias y unían el fin del mundo con la segunda venida de Jesús. Seguramente, Jesús también se contagió de esta creencia.

·     Por lo demás, sabemos que el cosmos, la tierra, los planetas, las estrellas tendrán una vida limitada: nacen, se desarrollan, menguan y mueren.

·     En el evangelio de hoy late este espíritu apocalíptico. Nosotros nos distanciamos de los que ven en estos textos pistas para deducir el fin del mundo, como lo hacen algunos grupos religiosos.

·     Entonces verán venir al Hijo del hombre… El texto tiene marcado tinte optimista, por el triunfo de Cristo, que es también el nuestro. Con fe firme esperamos la transformación del universo en una tierra nueva y en un cielo nuevo. Al final, pues, prevalecerá el infinito Amor de Dios. La frase de Karl Rahner “Rodeados y perforados por el misterio de Dios”, que veladamente habremos experimentado en la tierra, se habrá vuelto en evidencia en los nuevos cielos.

2-    Daniel 7,13-14. Este pasaje dice: Seguía yo contemplando estas visiones nocturnas y vi venir sobre las nubes alguien semejante a un hijo de hombre; se dirigió hacia el anciano y fue conducido por él. Se le dio poder, gloria y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le servían. Su poder es eterno y nunca pasará, y su reino jamás será destruido.

·        Después de la muerte de Jesús, los primeros cristianos se encontraron con este texto y no dudaron en aplicárselo a él. Creían, sin asumo de duda, que en la historia humana la última palabra la tendría Cristo, y utiliza una imagen: Jesucristo viniendo al fin de los tiempos sobre una nube. Lo que se identifique con su estilo de vida será valorado, y todo lo demás será tenido como inútil.

3-    Lucas 21,28. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza, porque se acerca vuestra liberación.

·        ¡Precioso verso que irradia esperanza y optimismo! La vida no es un caos. Tiene sentido. Podemos decir que al final de la historia humana, triunfará el ideal del hombre pleno, que es Jesús.

·        El texto nos quiere poner en el centro de la historia a Dios, que rige el destino de la humanidad, y nos llama a convertir nuestra vida en una respuesta al amor de Dios y al servicio al hermano. Los cristianos fieles a Jesús pueden tener la seguridad de que están en el camino recto, que conduce a la plenitud, a la liberación.

·     Textos como éste deberían llevarnos a interrogar si nos dejamos conducir por su espíritu. Nos haría bien el dejarnos interpelar por el pensamiento de Felicísimo Martínez cuando dice: Nuestro mundo es una sociedad “enferma de sentido”. Síntoma de esta enfermedad sería la desproporción entre el desarrollo científico-técnico, el crecimiento económico y el aumento de poder, por una parte, y la pobreza en sabiduría, en educación de la conciencia, en sensibilidad hacia los valores del espíritu, por otra. Efectivamente, esta es una sociedad abundante en medios y escasa en fines o, lo que es lo mismo, abundante en desarrollo y escasa en sentido.

+ La vida humana es demasiado digna para atravesarla irreflexivamente. Es demasiado valiosa para perderla inútilmente. Solo se vive una vez. ¿Por qué no preguntarse, alguna vez, si nuestra vida está teniendo el verdadero sentido?   ¿Tanto daño puede hacernos una pregunta tan importante? Y, aunque nos inquiete en la distancia corta, ¿no será una pregunta beneficiosa para las distancias largas? (CREER EN EL SER HUMANO. VIVIR HUMANAMENTE. Martínez  DÍez, Felicísimo. Página 46).

4-    Lucas 21,34. Procurad que vuestros corazones no se emboten por el exceso de comida, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, porque entonces ese día caerá de improviso sobre vosotros.

·        Este versículo nos pone en alerta para que lo secundario (la comida) no cobre la importancia de lo primario (la vida).

·        Sin duda, la comida y la bebida procuran al ser humano unas sensaciones placenteras notables, que están orientadas al cuidado de las personas, así como el sexo protege la perpetuación de la especie humana.

·        Así y todo, su importancia no es central, pues están subordinadas a la vida de las personas, que es la que tiene la verdadera importancia.


·      Invitación, pues, a poner un orden en nuestros actos y apreciaciones, para que lo perecedero no se sitúe en el centro de nuestra vida.

  P. Pedro Olalde.