Mc 9,38-43.45.47-48
1- Marcos 9,38. Juan le dijo: Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu
nombre y se lo hemos prohibido, porque no es de los nuestros.
· Los
humanos, por tendencia natural, tienen un espíritu acaparador: antes,
amontonaban trigo para asegurar su porvenir. Ahora, coleccionan la mayor
cantidad posible de dinero para tener un futuro próspero.
· Y
en el orden moral, parece que acontece lo mismo. A la hora de hacer el bien, a
ser posible, que sea yo quien lo realice. Ello me proporcionará gloria y fama. ¡Mirad, qué bueno es fulano de
tal!, que mucha gente pueda decir de mí tales alabanzas para que mi prestigio
crezca.
·
En
la primera lectura de hoy (Nm 11,25-29) se habla de Eldad y Meldad, dos
ancianos que no habían sido elegidos para profetizar. Sin embargo, el Espíritu
se posó sobre ellos y se pusieron a profetizar, lo cual le molestó al arrogante
Josué, que, inmediatamente, le pide a Moisés que les prohíba profetizar.
2- Marcos 9,39-40. Jesús replicó: No se lo prohibáis, porque nadie que haga un milagro en mi
nombre puede luego hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros está a
favor nuestro.
· La
cuestión es hacer el bien y no importa tanto quién lo haga. Lo que cuenta es
combatir el dolor humano, hacer felices a los más posibles..
· En
contra de este principio tan saludable están los protagonismos egoístas de
quienes quieren ser los sujetos de determinadas acciones, que les puedan
reportar notoriedad, fama, y tal vez, un puesto relevante.
· Jesús
critica a Juan por su actitud. Busca hacer el bien, aliviar el dolor humano y
ve con buenos ojos que el ejército de los que se dediquen a humanizar a las
personas sea cada vez más numeroso. Será la señal de que muchos se beneficiarán
de sus acciones, y el reino de Dios se extenderá con mayor rapidez.
· En
el mundo religioso no estamos exentos de que estas cosas ocurran. Veo con pena
que ante el éxito numérico de una determinada congregación religiosa femenina,
se les critique, porque, al parecer, muchas jóvenes con vocación llaman a su
puerta y no a otras. Lo lógico sería que pensasen: ¿Por qué no empleamos
nosotras los métodos que esa otra congregación utiliza para atraer vocaciones?
3- Marcos 9,41. Os aseguro que el que os dé a beber un vaso de agua porque sois del
Mesías no quedará sin recompensa.
· Hace
dos mil años se apreciaba mucho el vaso de agua para un sediento en los caminos
polvorientos y cálidos de Palestina. Hoy, apreciamos tanto o más otras cosas
también sencillas. A menudo, viajando en metro, me he sentido muy agradecido a
personas, que generosamente me invitan a sentarme.
·
El
hombre llega a su plenitud solo a través del amor. Es el único camino de un
crecimiento armónico del ser, y suele acontecer en la profundidad del ser. Al
ser invitado a sentarme en el metro, generalmente suelo aceptar la invitación,
entre otras razones, porque hago un gran bien a quien está en la buena
disposición de dar algo propio suyo, creciendo así en amor.
4- Marcos 9,42. Al que sea ocasión de pecado para uno
de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran del
cuello una piedra de molino y lo echaran al mar.
·
En
nuestras sociedades modernas, el escándalo está a la orden del día. Habría que
recordar el dicho de Dostoievski: Si no
existe Dios, todo está permitido,
· Anteayer
recibí de una empresa que surte electricidad y gas, un contrato ya redactado en
el que no había tenido parte ni había consentido. Al hablar con la empleada, le
pregunto por la fecha del contrato. Me dice que el 11 de julio. Añade ella que
supone que un delegado de la empresa habría pasado por mi casa. Le digo que
aquí no se personó nadie para hacerme el contrato. Termino diciéndole que no
escandalice a nadie con esos contratos fantasma.
·
Hoy,
en nuestras sociedades modernas se están dando muchísimos casos de corrupción.
Son cada vez más numerosas las personas, que ocupando un puesto de
responsabilidad en la política, se jactan de vivir a cuenta del erario público,
consiguiendo comisiones millonarias por la adjudicación de contratos a sus
amigos y conocidos.
·
Estos
y otros mil casos producen una gran indignación en la gente sencilla, que ve
que los recortes en sanidad y educación les afecta seriamente, cuando, por otra
parte, se dan esos casos de corrupción. Son auténticos escándalos, que la
justicia se ve obligada a sancionar a los afectados con la cárcel.
5- Los escándalos y estímulos modernos. En general, los escándalos más serios
que los seres humanos damos a la sociedad son los de la indiferencia y la falta de amor.
· A
Dios gracias, hay ejemplos hermosísimos de matrimonios que acogen en su casa a
desconocidos inmigrantes, por los que se desviven, para darles amor, acogida,
ayuda educativa y búsqueda de empleo. Ante semejantes ejemplos, bien nos
podemos arrodillarnos y bendecir a Dios, que con su gracia y amor se producen
semejantes maravillas.
· Este
tipo de acciones son los auténticos milagros que los humanos estamos llamados a
realizar. Ejemplos asi, en medio de una sociedad cada vez más indiferente,
están llamados a ser un fermento de renovación. Son los grandes estímulos
capaces de contagiar a otros en la hermosa tarea de humanizar el mundo.
P. Pedro Olalde.