Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Vascongadas


En 1715 se reunió en Madrid un grupo de 124 vascongados que decidieron fundar una Congregación con fines benéficos bajo la advocación de San Ignacio de Loyola. El Consejo de Castilla aprobó las Constituciones en 1718 y desde entonces la Congregación, y a lo largo de más de 300 años de historia ha continuado con su misión.

La Congregación tiene como sede la Iglesia de San Ignacio de Loyola, de Madrid, donde realiza sus actividades. Este blog es un canal de información dirigido a todos sus miembros y personas interesadas en conocerla más de cerca.


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30º Domingo ordinario (25 de octubre de 2015)

Mc 10,46-52

Llegaron a Jericó. Más tarde, cuando Jesús salió de allí acompañado por sus discípulos y por bastante gente, el hijo de Timeo, Bartimeo, un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. Cuando se enteró de que era Jesús el Nazareno quien pasaba, se puso a gritar: ¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí! Muchos lo reprendían para que callase. Pero él gritaba todavía más fuerte: ¡Hijo de David, ten compasión de mí! Jesús se detuvo y dijo: Llamadlo. Llamaron entonces al ciego, diciéndole: Ánimo, levántate que te llama. Él arrojando su manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: ¿Qué quieres que haga por ti? El ciego le contestó: Maestro, que recobre la vista. Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado Y al momento recobró la vista y le siguió por el camino.

1-      Nos fijamos en el texto. Escena: un ciego a la vera de un camino, pidiendo limosna. Sería uno de los muchos ciegos que habría en Palestina, en cuyos polvorientos terrenos se daban muchos casos de ceguera, afectados por la suciedad del ambiente, especialmente del polvo.

·        Bartimeo está sentado. No olvidemos que Jesús va camino a Jerusalén, pasando por Jericó. La escena acabará sumándose el ciego a la comitiva con los seguidores de Jesús. El ciego, pues, pasa de estar sentado a caminar, pero hay un punto previo: necesita pasar de no ver a ver.

·        ¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí! ¡Preciosa oración que brota de la más urgente necesidad de VER! No hace el menor caso a quienes le reprenden porque grita. ¿Qué harían ellos en su caso?

·        El premio de su oración fue la respuesta de Jesús: ¡Llamadlo! El ciego, arrojando su manto, dio un salto y se acercó a Jesús. “Arrojando su manto” habla del cambio de vida, más que de la curación de la ceguera.

·        Jesús le pregunta: ¿Qué quieres que haga por ti? El ciego le contesta: Que recobre la vista. Siempre, Jesús pide la colaboración del sujeto para alcanzar algún favor. No hay nada, ni humano ni divino que no pase por nuestra voluntad. De modo que Jesús le dice: Tu fe te ha salvado.

·        Al momento recobró la vista y le siguió por el camino. El ciego pasa de no ver a ver, y además, de estar sentado a seguir por el camino a Jesús.

  2-      Pasaje simbólico.

·        En Mc 8,22-26 se relata la curación del ciego de Betsaida. Aquí, Jesús hace determinados signos: le tomó de la mano, lo sacó de la aldea, echó saliva en sus ojos y le impuso las manos. Por el contrario, en la narración de Bartimeo, Jesús no utiliza ninguno de estos signos, lo que es un indicio de que se trata de una narración simbólica, para expresar la importancia de VER lo que veía Jesús.

·        El pasaje del ciego Bartimeo está al final de los textos de Mc 8,31 a 10,45. En varios de estos pasajes se alude al hecho de que los discípulos no entienden, no ven. Citamos algunos ejemplos:

·        1-  En Mc 8,31ss Jesús hace el primer anuncio de su pasión y Pedro se le enfrenta para decirle: De ningún modo te ocurrirá a ti eso, Señor. A lo que Jesús le contestó: ¡Ponte detrás de mí, Satanás, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino de los hombres! Pedro no veía. Creía que Jesús iba a Jerusalén a ser proclamado Mesías triunfante.

·        2- En Mc 9,32, después del 2º anuncio de la pasión, se afirma: Ellos no entendían lo que quería decir, pero les daba miedo preguntarle. No veían.        

·      3- En Mc 10,35ss Santiago y Juan le piden a Jesús que les conceda sentarse a su derecha y a su izquierda en su gloria. No veían que Jesús iba a Jerusalén a dar su vida y no a proclamarse como Mesías.

·        El evangelista relata un texto simbólico en el que explica a los discípulos de Jesús de entonces y a los actuales, cuán importante es VER, la necesidad de pasar de NO VER  A VER, para poder seguir a Jesús en el camino a Jerusalén, es decir, en entrega y en amor, haciendo la voluntad de Dios, como lo hizo Jesús.
  
  3-    ¿Y qué es lo que hay que ver?

·         Soren Kierkegaard (1813-1855), filósofo y teólogo danés, afirma: el cristianismo o es verdadero o es falso. Si es verdad, entonces exige que todas las demás cosas sean puestas en un segundo plano para vivir la vinculación con Dios. Si no lo es, entonces es irrelevante. Kierkegaard pretende confrontar al lector con el desafío de “todo o nada”. Si el cristianismo es verdad, exige nada más y nada menos que el conjunto de la vida de la persona (Kierkegaard. Peter Vardy. Págkina 52. Herder)  

     + Es un planteamiento exigente. Se trata de poner en medio de la vida a Dios, al amor, al perdón, al servicio y vivirlo con nuestra máxima determinación.                                                                                                                 

  + Esto supone relegar todas las demás realidades nuestras: materialidades, confort, ocio, estilo de vida… a un segundo plano, dándole no la máxima importancia, sino de un segundo grado. A muchos creyentes esto les asusta, por eso ni se lo plantean; creen que van a salir perdiendo.

  4-    Personas que han pasado de NO VER A VER.

·         Uno sería SAN IGNACIO DE LOYOLA. Todos sabemos que los nueve meses de junio de 1521 a marzo de 1522 fueron decisivos para él. La lectura de la Vida de los Santos y la vida de Cristo hizo tal impacto en él que orientó su vida en un sentido radical y evangélico. Hay que mencionar que en este proceso fue imprescindible, aparte de la gracia de Dios, que a todos se les concede, su recia voluntad de empeñarse como si se tratara de lo más trascendental de su vida. Si algo de esto está ausente de las vidas de los cristianos, se cae irremediablemente en la mediocridad espiritual.

·         KARL RAHNER (1904-1984). Fue un  teólogo que destacó en el concilio Vaticano II y trató de vivir en su vida con la máxima coherencia el evangelio. Me llama la atención su perspicacia para describir la situación de la Iglesia, cuyo principal problema, decía, era la mediocridad espiritual de muchos de sus fieles.

  P. Pedro Olalde.

28º Domingo ordinario (11 de octubre de 2015)

Mc 10,17-30.

  1-   Marcos 10,17. Cuando iba a ponerse en camino se le acercó uno corriendo, se arrodilló, ante él y le preguntó: Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?

·     Marcos presenta a Jesús haciendo su camino a Jerusalén, donde dará su vida. En unos diez capítulos, el evangelista va mencionando, repetidas veces, que Jesús está de camino. Quiere insistirnos que la vida de todo seguidor de Jesús, es hacer el camino, no tanto a Santiago, sino a Jerusalén, que es el símbolo de la entrega de la vida.

·     En esta caminata, se ve que hay alguien que se ofrece para acompañarle. Es un joven rico que se plantea seguir a Jesús.  

·     Su  pregunta seguramente refleja la angustia del hombre acomodado que tiene resuelta la subsistencia, pero a quien la riqueza no le da la última y decisiva seguridad.

 2- Marcos 10,18-20. Jesús le contestó: ¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. Ya conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre. Él replicó: Maestro, todo eso lo he cumplido desde joven.

·     El rico declara haber cumplido desde joven todos los mandamientos enunciados por Jesús, es decir, no haber hecho daño a nadie. Aparece así como un modelo de observancia de la ley. Esto hace ver que Marcos describe una figura ideal, el rico honrado y perfecto cumplidor de la ley de Dios, para mostrar hasta dónde llegan las exigencias éticas de la ley y crear el contraste con las del mensaje de Jesús.

 3- Marcos 10,21-22. Jesús lo miró fijamente con cariño y le dijo: Una cosa te falta: vete, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme. Ante estas palabras, él frunció el ceño y se marchó todo triste, porque poseía muchos bienes.

·     Este joven rico está preocupado por el más allá, pero se olvida que hay un más acá lleno de dolor e injusticia, y su conducta no contribuye a remediarlos. Mientras no muestre deseo de contribuir al cambio social, no es apto para entrar en la comunidad de Jesús.

·     De hecho, no hacer daño personal a los demás, como prescriben los mandamientos de la ley, era compatible en la sociedad judía con el apego a la riqueza y a la posición social, que se consideraban incluso como una señal de la bendición divina, pero que creaban desigualdad, pobreza y dependencia.

·     El rico aspiraba a la vida después de la muerte; Jesús le ofrece ya desde ahora la comunicación de la vida de Dios. Ser rico no lo ha hecho crecer en su calidad humana, pues su amor al prójimo ha sido mínimo, ya que no ha sido solidario  ni ha tomado ninguna iniciativa para procurar el bien de los demás. El desarrollo humano se realiza solamente por el amor activo, y el obstáculo para practicarlo es el deseo de conservar su riqueza sin compartirla.

·     La invitación de Jesús no le gusta al rico, y se marcha triste. Tiene que elegir entre el amor a la humanidad y el amor a sus posesiones, pero es esclavo de ellas. Aunque personalmente no ha sido injusto, este hombre está implicado, por su riqueza, en la injusticia de la sociedad. Su amor a los demás es relativo, no llega al nivel requerido para seguir a Jesús. No está dispuesto a trabajar por un cambio social, por una sociedad justa; con la antigua le basta.

 4- Marcos 10,23-25. Jesús mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Qué difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Los discípulos se quedaron asombrados ante estas palabras.  Pero Jesús insistió: Hijos míos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! Le es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.

·     Jesús pone de relieve el obstáculo que constituye la riqueza para entrar en el reino de Dios, pero ésta es muy exigua; la esclavitud de la riqueza es muy fuerte y para los ricos la opción es muy difícil, pues no quieren renunciar a la seguridad que da el dinero. El maestro no pretende solamente que el hombre pueda superar la muerte, sino que existe una sociedad nueva que ayude a cada uno a alcanzar la plenitud humana.

·     Las palabras de Jesús siembran el desconcierto entre los discípulos: en el judaísmo se consideraba la riqueza señal de la bendición divina, y ellos piensan que en el reino de Dios continuaría existiendo la riqueza individual. Esta reacción del dicho de Jesús muestra de nuevo que el inconformismo de los primeros llamados, que los movió a seguir a Jesús, era en realidad un deseo de reforma respetando las estructuras sociales, no de un cambio de sociedad.

 5-Marcos 10,26-27. Ellos, enormemente impresionados, se decían unos a otros: Entonces, ¿quién puede subsistir? Jesús fijando la miranda en ellos, les dijo: Humanamente es imposible, pero no con Dios; porque con Dios todo es posible.

·     Muy impresionados, los discípulos se preguntan si es posible que el grupo subsista sin el apoyo de la riqueza. Tienen miedo de que si Jesús no admite que la riqueza entre en el grupo, no ven horizontes para el futuro y temen que el RD va a ser una sociedad  de miserables. También ellos ponen su confianza en el dinero.

·     Los discípulos esperaban que la comunidad tuviese asegurada su subsistencia, gracias a los pudientes que fueran admitidos en ella. No se dan cuenta de la dependencia que esto crearía para muchos de sus miembros. En la visión de Jesús, para subsistir hay un modo alternativo: la solidaridad que existe en el RD.

P. Pedro Olalde.

27º Domingo ordinario (4 de octubre de 2015)

Mc 10,2-16

Se acercaron unos fariseos y, para ponerlo a prueba, le preguntaron si era lícito al marido separarse de su mujer. Jesús les respondió: ¿Qué os mandó Moisés? Ellos contestaron: Moisés  permitió escribir un certificado de divorcio y separarse de ella. Jesús les dijo: Moisés os dejó escrito ese precepto por vuestra incapacidad para entender. Pero desde el principio Dios los creó varón y hembra. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos uno solo. Por tanto, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre.

Cuando regresaron a casa, los discípulos le preguntaron sobre esto. Él les dijo: Si uno se separa de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera; y si ella se separa de su marido y se casa con otro, comete adulterio.

 1-    La familia. Tema importante éste de la familia. Al parecer, la Iglesia católica está interesadísima en promoverla, pero no sé si se afrontan los problemas que van surgiendo en torno a ella, descuidando, tal vez, una mayor insistencia y educación en los enfoques más urgentes para atinar debidamente con la solución de las dificultades que se presentan.

·       El gran reto que se le presenta a la formación de las nuevas parejas, que van a constituir las nuevas familias, es la educación en amor, cuyo crecimiento, bien lo sabemos, es el más lento,  arduo y necesario de cuantos existen.

·        Este es un problema tan completo y difícil que no hay solucionarlo de recetas fáciles para su puesta en marcha.

·      La gente joven de hoy se prepara con prolongados estudios que requieren de ellos serios y continuados esfuerzos para la obtención de los títulos correspondientes, que les faciliten un puesto de trabajo.

·         En contraposición a esto, no se ve la necesidad de someterse a una buena formación en la educación de valores humanos y religiosos que respondan a las necesidades de personas que se van a encontrar con graves problemas y dificultades en su convivencia de pareja.

·     Como esto no se afronta seriamente, por resistencia de los interesados o por incompetencia de los responsables, el fracaso de las parejas en este momento, es descomunal, sin que se vislumbre una solución satisfactoria a corto plazo.  

 2-    Deuteronomio 24,1-3. Si uno se casa con una mujer y luego no le gusta, porque descubre en ella algo vergonzoso, le entrega por escrito un acta de repudio y la echa de casa, y ella sale de casa y  contrae matrimonio con otro; y si el segundo también la aborrece, le escribe el acta de divorcio y la echa de casa; y si muere el segundo marido, el primer marido que la despidió no podrá casarse otra vez con ella, pues está contaminada; sería una abominación ante el Señor.

·         Es bastante raro este texto, pues supone que el varón tiene dominio sobre la mujer y dispone de ella a su antojo. El divorcio se daba, por supuesto, en tiempo de Jesús y era una práctica común en Israel.

·         Por esto, hace 2000 años, en Palestina, los maridos fácilmente se separaban de sus mujeres, dándoles un escrito de repudio. Los fariseos  creían firmemente que este pasaje del Deuteronomio les aprobaba la práctica del divorcio.

·         Al acercarse a Jesús, los fariseos quieren poner a prueba a Jesús, para ver si puede explicar su postura con sólidas citas de la Escritura sobre el divorcio.

 3-    El criterio de Jesús. En respuesta a los fariseos, Jesús cita el texto del Génesis 2,18-24 en contraposición al del Deuteronomio: Dios hizo entrar a Adán en un profundo sueño. Y la gran afirmación es que la mujer surge de la costilla de Adán. La mujer, pues,  es de la misma respiración, del mismo aliento vital que el hombre y, por tanto, son iguales, tienen la misma dignidad.

·       Jesús domina los textos bíblicos mucho mejor que los fariseos, Cuando Jesús les pregunta qué es lo que la ley manda, ellos muestran que se han fijado solo en lo que Moisés les permitió, por la dureza de su corazón. Es pues, un precepto muy permisivo. Por eso, Jesús, les recuerda cuál fue la voluntad primitiva de Dios, expresada en el Génesis, y les cita: Varón y hembra los creó (Gn 1,27), que muestra la igualdad de los dos. Por eso, abandonará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne.

·     Jesús, por tanto, toma partido por la mujer, diciendo que el hombre que le da el acta de repudio, comete adulterio contra ella. Así, Jesús recalca el pecado del varón contra la mujer desprovista de todo derecho.

 4-    Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre. Y ¿qué es lo que Dios une? Dios une el amor de la pareja. Y ese amor es inseparable. Y ¿qué ocurre cuando en la práctica ese amor fracasa? Entonces Dios no sale garante de un formalismo, aunque esté avalado por una ceremonia religiosa y por papeles firmados. Dios no puede querer una situación de desamor.

·        San Pablo permite la separación matrimonial en un caso: cuando una de las dos partes del matrimonio molesta o impide la fe de la otra parte, conviene que se separen, precisamente por la fe (1Cor 7,15). San Pablo ofrece esta salida, porque le han preguntado esto, pero ¿y si le hubieran preguntado por otro tipo de problemas? Y ¿si en la vida matrimonial hay problemas de alcohol, de infidelidades o de abandono de la vida familiar?

·     Hoy, la legalización del divorcio civil es un hecho en muchos países. Claro que es una ingenuidad pensar que con el divorcio tenemos ya la solución para el desamor. El fracaso matrimonial es un problema personal, emocional, psíquico, de raíces muy hondas. Por eso, el amor es algo que hay aprender día a día. Un arte que requiere tiempo, paciencia, fe, reflexión y conversión personal.

  P. Pedro Olalde.