Mt 1,18-24
1- Mateo 1,18-19. Señor, deseo que suenen las flautas y
las risas en este tiempo santo para crear así un ambiente festivo en tu honor,
que nunca faltas a mi cita y te haces presente cuando más falta me haces.
Adornaré con faldones mi ventana para darte la recepción que mereces.
·
Aquel
atardecer otoñal, estuvo Dios pensativo mucho tiempo, queriendo concretar lo que tenía proyectado hacer
al hombre, su obra maestra. Al final, optó por enviar de incógnito a su Hijo al
mundo, para que éste encabezara una gran marcha al hogar de Dios.
·
Y
llegada la plenitud de los tiempos, de una pobre doncella de Nazaret, nació
Josua, Jesús, a quien sus amigos le llamaron el Salvador.
·
Mateo,
no sabiendo cómo expresar la idea de que el niño tenía su origen en Dios, más
que en una pareja humana, narró así esta incomparable venida: el nacimiento de Jesús el Mesías sucedió
así: su madre, María, estaba prometida a José, y antes del matrimonio, resultó
que estaba encinta, por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era
honrado y no quería infamarla, decidió repudiarla en secreto.
·
Mi
corazón exulta de gozo ante el prodigio de un Dios que decide abrir los cielos
y crear una vía de comunicación con la humanidad. Mi Dios y Señor, apenas
consigo comprender lo que supone para los humanos este extraordinario acto de
apertura.
·
¡Dichosa
tú, María, madre y sagrario viviente del Hijo de Dios! ¡Feliz tú, justo José,
tan delicado con tu esposa María, para no herirla lo más mínimo! El ángel tuvo
que asegurarte que se trataba de un plan proyectado por el mismo Dios.
¡Afortunados nosotros, los hombres y mujeres, porque la realidad supera las más
elevadas utopías que soñar se puede! ¿Cómo expresar, Señor, nuestra gratitud
por este sueño convertido en realidad?
2- Mateo 1,20-21. Bajo un árbol está sentado un
mendigo. ¡Con qué tímida esperanza me mira! ¡Sin duda, imagina que vuelvo lleno
de dinero! Hoy, el mundo recobra su conciencia de mendigo y vuelve su mirada a
las alturas, de donde desciende quien puede remediar su pobreza.
·
Ante
el misterio del plan de Dios, hay un hombre que pasa de claro en claro sus
noches, no pudiendo conciliar el sueño. No entiende lo que ve y decide,
humilde, retirarse de la escena, para no ser gravoso para su esposa María. Dios
se apiada del justo José y en sueños le muestra que aquí son tres los actores:
María, él y Dios.
· Con
clara evidencia se percata de que la presencia de Dios ha introducido una
variable desconcertante: en la persona de su hijo, sus genes llevarán la marca
de lo alto, y por eso, el niño que nazca será Hijo de Dios.
·
Además,
la comunicación divina añade una información complementaria: María, su esposa,
dará a luz un hijo, Jesús, porque él
salvará a su pueblo de sus pecados.
·
Se
acerca la Navidad, Jesús, y tú ya estás con nosotros. No eres un pariente
pobre: eres nuestro salvador. Vienes cargado de dones para que exultemos de
gozo.
·
Esta
Navidad, Señor Jesús, tú vienes a mi
pobre casa:
+ para que sienta la felicidad de tu presencia incomparable.
+ para que
ocupes el centro de mi vida y animes todo mi ser.
+ para que te busque en la oración y en cada Cristo disfrazado de pobre.
+ para que comparta mi persona,
cuanto soy y tengo con el prójimo indefenso.
+ para que, como María, entone mil
magnificats de acción de gracias a Dios.
3- Mateo 1,22-24. Tú Señor, eres el más íntimo, el que
despierta mi ser con tus llamadas profundas y secretas. Eres tú quien llena de
encanto mis ojos y pulsa feliz las cuerdas de mi corazón con cadencias variadas
de placer y de dolor. Todo esto sucedió
para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del profeta:
Mira, la virgen está encinta, dará a luz a un hijo que se llamará Emmanuel, Dios-con-nosotros.
Cuando José se despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había
ordenado y acogió a su esposa.
·
Darás a luz a tu hijo que se llamará Emmanuel, Dios-con-nosotros:
+ Presencia, presencia, presencia de Dios entre las mujeres y los hombres
+ Emmanuel: Dios-con-nosotros
+ Sea consciente o no, junto a mis pisadas, Alguien marca las suyas
+ Es
presencia dinámica, engendradora de ilusión y esperanza
+ Es
la compañía que todos necesitamos: todos los bienes nos concede, ninguna carga
nos procura.
+
Es el dinamismo que necesito para hacerme
uno con los empobrecidos.
· Quiero marcar en rojo los momentos más señalados de estas Navidades:
· Quiero marcar en rojo los momentos más señalados de estas Navidades:
NOCHEBUENA:
+ Viviré
tu compañía con renovado fervor, antes de la fraterna cena en tu honor.
Invitaremos a la cena a una familia de emigrantes.
+ Postrado en un rincón,
viviré agradecido tu venida.
+
Te gritaré del fondo del alma: Marana
tha! ¡Ven, Señor Jesús!
DÍA DE
NAVIDAD:
+ La familia
emigrante nos acompañará en la mesa.
+ En la fiesta eucarística, mi
proclamación entusiasta: Juremos eterno
amor entre los dos. Que nada ni nadie nos separe.
CUALQUIER
DÍA DEL AÑO:
+ Cualquier día del año invitaremos a nuestra mesa a quienes tienen
derecho a ser invitados.
P. Pedro Olalde.