Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Vascongadas


En 1715 se reunió en Madrid un grupo de 124 vascongados que decidieron fundar una Congregación con fines benéficos bajo la advocación de San Ignacio de Loyola. El Consejo de Castilla aprobó las Constituciones en 1718 y desde entonces la Congregación, y a lo largo de más de 300 años de historia ha continuado con su misión.

La Congregación tiene como sede la Iglesia de San Ignacio de Loyola, de Madrid, donde realiza sus actividades. Este blog es un canal de información dirigido a todos sus miembros y personas interesadas en conocerla más de cerca.


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8º Domingo ordinario (26 de febrero de 2017)

Mt 6,24-34 / Is 49,14-15

1-    Mateo 6,24. Nadie puede servir a dos amos; porque odiará a uno y querrá al otro. No podéis servir a Dios y al dinero.

·        Si deseo, Señor, que tú seas mi riqueza, no puedo poner mi corazón en el dinero; no quiero contribuir a que los bienes de unos pocos sean a costa de la pobreza de muchos.

·        Ante esta página evangélica, hoy no quiero pensar que los ricos son los otros, porque es rico quien, en un grado u otro, tiene para sí más de lo que necesita, mientras otros carecen de lo indispensable.

·        Quiero dejarme interpelar por esta palabra para no vivir disfrutando despreocupadamente de mis cosas, sin sentirme jamás interrogado por la pobreza de los menesterosos.

·        ¿Puede la Iglesia anunciar el Evangelio en  Europa sin plantearse las preguntas que apenas nadie se quiere hacer?

·        ¿Cómo se entiende que haya personas que mueran de hambre, si Dios nos ha dado una tierra con recursos suficientes para todos? ¿No estoy asumiendo con toda normalidad que todos los días mueren de hambre miles de personas? El Padre Dios no puede aprobar que sus hijos sean tan irresponsables.

·        Si nada humano me es indiferente, como dijo el comediógrafo latino Terencio, ¿cómo es que no me duelen más los millones de muertos de hambre cada año? ¿Cómo se entiende que en esta época de tanto avance técnico no hayamos solucionado, entre todos, un problema tan humano y tan grave? La no solución de este problema ¿se debe acaso a que esta sociedad engendra monstruos humanos inmisericordes y egoístas  hacia sus semejantes?

·        Deseo huir de la trampa mortal  que me acecha de ser un esclavo sin cadenas, con peligro de estar atado a un sinfín de caprichos y falsas ilusiones. Estas cadenas interiores son más fuertes que las reales. ¿Cómo liberarme de ellas?

2-    Isaías 49,14-15. Sión decía: Me ha abandonado Dios. El Señor me ha olvidado. ¿Acaso olvida una mujer a su hijo; y no se apiada del fruto de sus entrañas? Pues aunque ella se olvide, yo no me olvidaré.

·        Surcando los mares nocturnos, he llegado al banquete del día y encontrado el cáliz de oro lleno de luz. He vislumbrado que quien presidía tenía silueta de mujer, que dejaba embelesados a los recién llegados, por sus ardientes abrazos.

·        Dios Madre, cuyo corazón palpita de amor ante cada criatura, no te he visto nunca, pero te imagino como la más tierna de las madres. Como no hay madre que no se enternezca ante sus hijos, así eres tú, Madre Dios: se te conmueven todas tus entrañas ante cada una de tus criaturas.

·        ¿Hay alguna mujer que quiera a sus hijos durante 8 años para luego olvidarlos de por vida? No. Una madre ama siempre a sus hijos. Así eres tú, mi Dios, solo que multiplicado por mil. Tu amor es incalculable. Perdona, Madre Dios, que la duda planee sobre mi cabeza: ¿cómo es que el Altísimo Dios se puede interesar por una criatura? Me postro reverente para hacer un profundo acto de fe en tu infinito amor. Aun sin entender muy bien, te doy las más rendidas gracias.

·        No te conformas con habernos lanzado a la vida y regalado el hogar tierra para nuestra felicidad. Tras el breve paréntesis de esta vida, has dispuesto llevarnos contigo y hacernos sentar a la Mesa Redonda en el reino de los cielos.

·        Ya sé que tú gozas infinito al vernos a todos tus hijos sentados contigo en torno a la mesa de la fraternidad, pero a mí me cuesta imaginarte que tu amor por nosotros es mil veces la de la mujer más efusiva del universo, que se deshace en abrazos de amor a sus hijos queridos. Te lo digo, porque quisiera tener un gran convencimiento interior de que es así.

·        ¿Acaso se olvida una mujer de su hijo? Pues aunque ella se olvide, yo nunca te olvidaré. Así es: tú, mi Dios, velas mi sueño, cada día, como hace la mejor de las madres con sus hijos. Nada tengo que temer. Gracias, por tu infinito amor. Gracias por compartir tu felicidad con tus criaturas. Gracias, mi Dios.

3-    Mateo 6,25-31. Por eso os digo: No andéis preocupados pensando qué vais a comer o a beber o con qué os vais a cubrir vuestro cuerpo. Fijaos en las aves del cielo; ni siembran ni siegan ni recogen en graneros, y, sin embargo, vuestro Padre las alimenta. Fijaos cómo crecen los lirios del campo… Así que no os inquietéis.

Isaías 49,16.25. Sión, fíjate en mis manos: te llevo tatuada en mis palmas. Esto dice el Señor: Yo defenderé tu causa, yo salvaré a tus hijos.


·        EL RITO DE LOS INDIOS CHEROKEE. ¿Conoces la historia del rito del paso de la infancia a la juventud de los indios Cherokee? Cuando el niño empieza su adolescencia, su padre le lleva al bosque, le venda los ojos y se va dejándolo solo. Él tiene la obligación de sentarse en un tronco toda la noche y no puede quitarse la venda hasta que los rayos del sol brillen de nuevo en la mañana. No puede pedir auxilio a nadie. Una vez que sobrevive a esa noche, él ya es un hombre. El niño naturalmente está aterrorizado. Puede oír toda clase de ruidos: bestias salvajes que rondan a su alrededor, lobos que aúllan, quizás algún humano que puede hacerle daño. Escucha el viento soplar sentado estoicamente en el tronco, sin quitarse la venda; ya que es la única manera  como puede llegar a ser un hombre. Por último, después de esa horrible noche, aparece el sol, y el niño se quita la venda… // Es entonces cuando descubre a su padre sentado junto a él. Su padre no se ha ido, ha velado toda la noche en silencio, sentado en un tronco, para proteger a su hijo del peligro sin que él se dé cuenta. // Cuando vienen los problemas y la oscuridad, lo único que tengo que hacer es confiar en Ti, Padre. Algún día vendrá el amanecer y te veré cara a cara tal cual eres. En la noche más negra, recordaré quién eres Tú, Padre Dios. En la batalla más cruenta, no me olvidaré que eres mi Padre lleno de ternura.

      P. Pedro Olalde.

7º Domingo ordinario (19 de febrero de 2017)

Mt 5,38-48

1-    Mateo 5,38-39. Habéis oído que se dijo a los antiguos: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo os digo que no hagáis frente al que os hace mal; al contrario, a quien te abofetea en la mejilla derecha, preséntale también la otra.

·        En tu tiempo, Jesús, si alguien te causaba una herida en un brazo, la ley del talión te reconocía el derecho de causarle a tu enemigo otra herida igual en uno de sus brazos. Si bien esta ley suponía un avance para no excederse en una venganza sin control, a ti te pareció una ley mezquina, porque el auténtico amor tiende a un perdón total.

·        Huya yo siempre de dejarme envolver por la espiral del odio y la venganza deshumanizadora. Por muy difícil que sea, tu enseñanza me fascina: al mal no se le puede vencer con violencia y odio, aunque sea en una proporción igual.

·        Me han emocionado las palabras de Ganhdi: Leyendo la historia de Jesús, me parece que el cristianismo está todavía por estrenarse. Mientras no hayamos arrancado de raíz la violencia de la civilización, Cristo no ha nacido todavía.

·        Tú, Jesús, a lo que me invitas hoy es a hacer violencia a la violencia, porque el auténtico enemigo no es el otro, sino mi yo egoísta, que tiende a destruir despiadadamente al contrario.

·        Me doy cuenta de que el afán de revancha nunca se sacia, sino que siempre pide más sangre, más destrucción, mientras que el amor, incluso al enemigo, es bálsamo que cura las heridas y aquieta el corazón.

·        El perdón y el amor pertenecen a la esfera de Dios; la venganza, por el contrario, se sitúa en la del mal. Es noche en el alma de quien se mueve en la enemistad. Amanece en quien se deja guiar por la luz de la fraternidad. ¡Qué estimulante es pensar que Dios pone fin a mi noche del resentimiento, y es capaz de hacer el milagro de ponerme en camino por la senda de la ternura y la aceptación.

2-      Mateo 5,43-44. Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo, pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persiguen.

·        Qué dulce es sentarse en un rincón a escribir versos que digan: La vida no vale nada / si no se cimenta sobre el amor / Obra así, aunque gimas de dolor.

·        Rumiaré esta tu palabra, Maestro Nazareno. Rezaré un padrenuestro cada vez que mi prójimo siembre mi camino de espinas y hiera mi corazón.

·        Tú me dices: Me casaré contigo para siempre, me casaré contigo en la fidelidad, y tú conocerás a Yahvé (Os 2,21). Unido en santo matrimonio contigo, Señor, ¿cómo voy a comportarme de modo diferente a como tú obrarías si un desalmado te arrojara saliva a tu cara? ¿Cómo puedo entonces reaccionar violentamente?

3-    Leyenda oriental. El padre ofreció un brillante de gran valor al que demostrara ser el más valiente de sus tres hijos.

+ El primero mató al dragón. Una gesta heroica.
+ El segundo mató a sus enemigos. Un hecho extraordinario.
+ El tercero, el más pequeño, dejó dormir plácidamente al enemigo que   
   encontró en el camino.

·        El brillante fue para el más pequeño de los hijos. No es el más valiente el que domina los huracanes de fuera, sino las tempestades de dentro. No es más heroico el que mata al enemigo, sino la enemistad. Ya se sabe, el odio todo lo destruye, el amor todo lo cura.

4-    Mateo 5,48. Vosotros, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.

·        Es perfecto el que es misericordia y se da al prójimo, aunque le sangre el corazón. Emula en perfección al mismo Dios quien se esfuerza en acercársele para amar como él, sin esperar nada a cambio. Quien quiera alcanzar esta meta se propone de mañanita caminar por el sendero empinado de la entrega amorosa, y al atardecer examina cómo ha ido acercándose al ideal de Dios.

·        Deseo penetrar en la hondura del misterio. ¿De qué estoy hecho? ¿Qué es lo que constituye mi carácter más específico? Vislumbro, sin entender del todo, que la ternura es el ingrediente más firme de mi ser. La misericordia es el hogar donde habita Dios. Se me escapa totalmente el misterio si lo concibo desde otros parámetros, como el poder y la gloria.

·        Eres, Señor, el Océano inabarcable de ternura. Y yo no soy más que el fruto de tu gran cariño. La vida en la tierra es fruto de tu amor. Mi vida en tu reino definitivo será el fruto de tu gran afecto por mí. Tu Espíritu, que habita en mí, es la señal de este amor tuyo. ¿Puedo acaso seguir dudando de que estoy tejido de las mismas fibras con que estás hecho tú, mi Dios y Señor?

·        Jesús, mi Salvador, mi amigo y esposo. Pero antes que nada, el fiel reflejo de la ternura del Padre. En ti sobreabundó su amor. Amaste gratuitamente, derramando a raudales el cariño de Dios a todos los hambrientos de amor.

·        Sí, Padre, sólo hay un modo de entender la perfección de que habla Mateo: es perfecto quien ama; es imperfecto quien no ama.


·        Ame yo siempre, mi Jesús, como tú, que te acercaste a todos los samaritanos que encontraste rotos en las refriegas de la vida. Dígase de otros que son poderosos y sabios. Me basta con que a mí se me atribuya tener entrañas de misericordia, como tú, que te conmovías ante toda miseria humana.

      P. Pedro Olalde.