Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Vascongadas


En 1715 se reunió en Madrid un grupo de 124 vascongados que decidieron fundar una Congregación con fines benéficos bajo la advocación de San Ignacio de Loyola. El Consejo de Castilla aprobó las Constituciones en 1718 y desde entonces la Congregación, y a lo largo de más de 300 años de historia ha continuado con su misión.

La Congregación tiene como sede la Iglesia de San Ignacio de Loyola, de Madrid, donde realiza sus actividades. Este blog es un canal de información dirigido a todos sus miembros y personas interesadas en conocerla más de cerca.


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17º Domingo ordinario (30 de julio de 2017)

Mt 13,44-52

Mateo 13,44-45. Sucede con el reino de los cielos lo que con un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo deja oculto y, lleno de alegría, va, vende lo que tiene y compra aquel campo. También sucede con el reino de los cielos lo que con un mercader que busca ricas perlas, y que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.

1- Testimonio. Este es el testimonio de un amigo cubano, a quien le llamaremos José Luis. Es un hombre casado de unos 50 años de edad. Pasó la mayor parte de su vida en Cuba, militando en el partido comunista del régimen de Fidel Castro. Como había hecho una carrera universitaria, fue con el tiempo ocupando puestos de relevancia en el partido, de modo que era de las personas destacadas en la cúpula de la dirección. Más tarde, con otros compañeros, tuvo la oportunidad de ir a Moscú a ampliar estudios e imbuirse de la doctrina marxista.

·     Este período de su vida fue decisivo, porque le ocurrió algo inesperado: se fue dando cuenta, poco a poco, de que estaba viviendo en la mentira y que lo que tenía que hacer en adelante era abandonar el partido y emprender una vida en libertad, de acuerdo a su conciencia, renunciando a la mentalidad que le habían inculcado desde su juventud.

·       Al volver a Cuba, comenzó su retirada de la organización en la que había militado en más de 25 años. Fue tratado de contrarrevolucionario, denigrado y considerado como enemigo declarado de su patria. Fue despedido de su trabajo y se encontró sin ningún respaldo económico, de modo que tuvo que recurrir a la venta ambulante para hacer frente a sus necesidades más básicas.

·      En cuanto pudo salió de Cuba para venirse a España, donde encontró apoyo personal, al tiempo que hacía un doctorado. Ahora se dedica a la enseñanza. Después de muchas gestiones, consiguió traer a su familia a España.

2- Mateo 13,44-45. El evangelista explica lo que ocurre en el reino de Dios, y lo compara con el hallazgo de un tesoro escondido. Para llevar a cabo su decisión de hacerse con el tesoro, el cambio de vida, José Luis sabía que tendría que pagar un alto precio, la renuncia a una vida bastante acomodada, un coste elevadísimo, que muchos no hubieran pagado por nada del mundo.

·     En el testimonio citado hay un detalle muy significativo: el momento en que José Luis toma conciencia de que vive engañado, es decir, en la mentira. Esta realidad es muy decisiva: la voluntad se decide si la mente se convence de que se gana con el cambio.

3-  Pero, ¿cómo descubrir que Dios es un tesoro? Muchos no serían capaces de hacer, en un caso similar, lo que hizo José Luis, en el suyo. En el fondo se trata de sopesar dos realidades: la que uno vive y aquella a la que aspira, la del tesoro.

·      Nuestro protagonista cubano era creyente, de tal modo que había hecho bautizar a sus hijos, y el ser cristiano se le presentó muchísimo más halagüeño que seguir en el partido comunista.

·      En resumen, los dos valores que se le presentan al hombre para elegir son: Dios y el dinero. Y me atrevo a decir que muchos están condenados a no descubrir nunca que Dios sea el mayor de los tesoros.

·      Los que conocieron a Jesús, hace 2000 años, estaban fascinados de cómo hablaba de Dios, de lo que gozaba en el trato diario con el Padre. Por eso, se empeñó en alma y cuerpo en transmitirles un mensaje de luz y optimismo para que le conocieran bien. San Pablo dirá también que en comparación de Cristo, todo le parecía basura.

4-  Al fin, Dios se deja encontrar. No es fácil pagar tan alto precio para hacerse con el tesoro. Sólo podrán hacerlo quienes lleguen a conocer el gran valor del mismo, Dios. ¿Hay algún camino que conduce a este conocimiento?

·       Como todo lo humano y lo divino pasa por nuestra voluntad, el camino a seguir es afianzarla para que ésta pueda abrirse a un esfuerzo normal, propio del que ponemos en los demás asuntos.

·       Muchos quedan bloqueados aquí, no sabiendo o no queriendo dar medio paso para superar el obstáculo.

·        El camino a seguir para valorar en su justo precio el tesoro, es ir creciendo en interioridad, a través de la lectura, la reflexión, la oración. Dado este paso, puede uno decidirse por la compra del tesoro.

·    Es decir, la apertura al misterio requiere salir de la propia pobreza para acoger la riqueza de Dios, mediante el cultivo de la espiritualidad, teniendo en cuenta, como nos lo asegura la fe, de que nos habita el Espíritu de Dios.

·      La oración no son palabras vacías que lanzamos al aire, sino una actitud, una decisión responsable que nos empuja a encontrarnos con el Dios Amor.

·        Así pues, la apertura a la oración es indispensable para descubrir el tesoro de que el evangelio habla. Por eso, debería ser normal orar, del fondo de nuestro ser: ¡Dios mío, si existes, déjame verte, oírte, tocarte!

·      Uno piensa que el hecho de que son pocos los que dan el paso de la indiferencia al encuentro con el tesoro, es debido a que se cree que ésta es una causa perdida. Por eso, habría que seguir otro camino: buscar la experiencia gozosa, que es el ejercicio de la fe y el encuentro con Dios, experiencia que está muy por encima de todas las humanas y materiales. Quien no descubra que Dios es la respuesta a los más profundos interrogantes y anhelos del corazón humano, será imposible que alcance a descubrir el tesoro de Dios.

      P. Pedro Olalde.

16º Domingo ordinario (23 de julio de 2017)

Mt 13,24-43

Es domingo. El sacerdote ha ido a un barrio a decir misa. Han acudido 6 personas. Me lo dijo a su regreso y me dejó entrever que no merecía la pena movilizarse para tan poca cosa. ¡Todavía soñamos en concurridas celebraciones en las que seguimos siendo el centro! Aquel día no pude menos de pensar que si un cristiano es suficiente diócesis para un obispo, por qué no deberíamos pensar que una comunidad de 6 es todo un mundo para poner la máxima ilusión en irradiar luz en sus vidas.

1-    El misterio de la vida. Todos padecemos de megalomanía. Somos amantes de acciones espectaculares. Lo menudo no nos atrae.

·         Lo que sucede hoy ocurría también en tu tiempo, Jesús. Los judíos te pedían que les mostrases algo grandioso en los cielos, al estilo de las brillantes gestas que se describen en el AT y se atribuían a Moisés.

·         Si tú, Jesús, eras el Mesías de Dios, se preguntaban, ¿cómo es que apenas acontece nada sobresaliente? Tuviste que usar toda tu paciencia para instruirles. Seguro que les dijiste: La vida humana es semejante a un río subterráneo, cuyas aguas transcurren lentamente en el subsuelo, formando pozos y remansos, que servirán de reservas de agua para épocas de sequía.

·         Luego, les añadirías: Así es Dios. Apenas se le percibe, pero comunica vida como la corriente de agua bajo tierra, que llega a todas partes. La vida es mucho más de lo que se ve.

·         Hoy, tú, Jesús, sigues diciéndonos: Felices de vosotros si vuestra mirada se hace cada vez más alargada y estáis atentos al misterioso modo como Dios está en medio de vosotros, sin hacer ruido.

2-    Mateo 13,31-32. Sucede en el reino de los cielos lo que con un grano de mostaza. Pedagogo Jesús, te esmerabas en dar a las gentes sencillas de Galilea la auténtica imagen de Dios. Dios no es amante de grandezas, les decías, se parece, más bien, a una semilla de mostaza, un grano minúsculo que, echado en tierra, se convierte en un espléndido arbusto, en cuyas ramas se cobijan bandadas de gorriones. Así actúa Dios, así crece su reino.

·         Para ti, Jesús, Dios no viene retratado  por un cedro, como decía el profeta Ezequiel (31,5-6), que pensaba que Dios era como ese gran árbol, en cuyas ramas se posaban numerosas aves.

·         En cambio, tú, Jesús, imaginabas a Dios representado, no por un cedro, símbolo de grandeza y poder, sino por la mostaza, imagen de lo pequeño y oculto.

·         Sí, veo que tus seguidores, más que soñar en grandiosidades, debemos centrarnos en vivir la vida desde la hondura del amor y el servicio humilde.

·         Tu Iglesia, Jesús, se acercará al misterio de Dios si huye del boato y de la gloria y se aplica a vivir tu reino con sencillez, evitando la búsqueda afanosa del éxito y renunciando al dominio. No, Dios se encuentra ausente de estos ámbitos. Su presencia salvadora se palpa en la existencia vivida desde la humildad y la abnegación silenciosas.

3-    Mateo 13,33. Sucede con el reino de los cielos lo que con la levadura. Al explicarles, Jesús, cómo era Dios a los campesinos de Galilea, seguro que te acordarías de cuando tu madre María, la víspera del sábado, hacía pan para la semana. Verías cómo introducía en la masa de harina, un poco de levadura. Tus ojos de niño contemplarían cómo se esponjaba y fermentaba la masa entera.

·         Les comentarías luego a la gente que Dios es como la levadura. Les dirías que cuando a Dios le ponemos en medio de nuestra vida, ésta se transforma y adquiere otra calidad. Convencido, les afirmarías: Dios es así, como la levadura, actúa desde el interior. Quien espera que Dios se manifieste a través de su poder y obras grandiosas, anda muy equivocado.

·         Hoy, nos invitas, Jesús, a todos los cristianos  a que obremos de igual modo: como la levadura, desde el interior de la sociedad, sin imposiciones, ofreciendo en todo momento con humildad, la salvación que uno trata de vivir.

·         Porque Dios no se impone, sólo propone. No avasalla, invita. No amenaza, anima. No exige, ofrece.

4-    Mateo 13,24-30. Con el reino de los cielos sucede lo que con un hombre que sembró buena semilla y apareció también la cizaña. Fácilmente, los practicantes nos identificamos con la buena semilla y a los otros les equiparamos con la cizaña. Tú, Jesús, eras mucho más respetuoso: no juzgabas a nadie; confiabas en que todos podían llegar, como Zaqueo, a ser buenos hijos de Abrahán.

·         Hoy, en que los creyentes andamos mermados en número y dominan los que, al parecer, son indiferentes al tema religioso, tendemos a tildar a éstos de ateos y  poco consecuentes con la fe que un día recibieron.

·         Pero ¿qué pasa en el interior de unos y otros? ¿Es positivo todo lo que se refiere a los que celebran la fe? ¿Es pura negatividad lo de los demás? La religión de bastantes de estas personas no religiosas puede ser el amor, y sabemos que donde hay amor, allí está Dios.

·         Si Dios es amor, muchas de esas personas viven en su cercanía, tal vez inconscientemente, porque como dice S. Juan en su primera carta, Dios es amor. Quien permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él (Jn 4,16).

·         Muchas de estas personas aman a sus semejantes, luchan a favor del bien, de un modo o de otro, y ayudan al necesitado. ¿Quién se atreve a decir que a ellos no les importa nada Dios? ¿Quiénes somos nosotros para emitir un juicio tan duro contra ellos? Por eso, en el campo que es la vida, donde decimos que hay trigo y cizaña, es peligroso precipitarse para meter la hoz y querer arrancar la cizaña. Mejor será dejar de ser jueces severos y poner el asunto en manos de Dios, que sabrá comprender a todos desde su condición de Padre amoroso.

·         En este tema, el mejor tiempo es el dedicado a preguntarse a sí mismo cuánto hay de cizaña en cada uno, y emplearse a fondo para arrancar de cuajo sus raíces.

       P. Pedro Olalde.

Últimas noticias

Las últimas actividades que hemos celebrado en la Congregación han sido las siguientes:

El pasado 10 de mayo, celebramos la Asamblea Anual, agradeciendo a los asistentes su interés en la continuidad de nuestra Congregación.

El domingo 4 de junio, festividad de Pentecostés, celebramos la Unción de los Enfermos, dentro de la misa dominical.

El domingo 11 de junio, tuvimos la suerte de que participaran en la misa cantada por el Orfeón Vasco de Euskal-etxea, el coro de niños y sus padres, del colegio del Patriarca Eijo y Garay, dirigidos por Carmen Boganegra, que participaron con excepcional entusiasmo.

El domingo 18 de junio, celebramos el 98º cumpleaños de Angelines Manzarraga, quien después de la misa nos ofreció un ágape extraordinario.

El jueves 22 de junio, el Orfeón Vasco de Euskal-etxea celebró magníficamente su concierto de fin de curso acompañado al piano por su director José Luis Zamanillo.

El domingo 25 de junio, se celebró el funeral por nuestros tres congregantes: Ana Mari Laca, María Luisa Ozaita y Víctor López de Heredia, recientemente fallecidos.

El sábado 1 de julio, se celebró un concierto del grupo Emotio Taldea, de Ordizia (Guipúzcoa), sorprendente y extraordinario.

Felicitamos a las tres nuevas congregantes, Mirari Sánchez de la Blanca, Marisa García Esnaola y Ruth Sastre Marugán. Ongi Etorri!

El próximo día 31 de julio, lunes, celebraremos con toda solemnidad la festividad de San Ignacio de Loyola, patrono de nuestra Congregación, a las 20.00 hrs. Cantaremos a todo pulmón el "Iñazio Gure Patroi Aundia".

Os recordamos que durante el mes de Agosto, la Iglesia permanecerá cerrada, reiniciándose el culto a partir del primer domingo de septiembre, día 3.

Hemos recibido la noticia del fallecimiento del congregante Enrique Bilbao y anunciaremos el funeral en próxima circular. Les acompañamos a toda la familia y en especial a Mariasun, en estos difíciles momentos.

Os deseamos a todos que paséis unas vacaciones estupendas. ¡Hasta septiembre!

La Junta de Gobierno.

15º Domingo Ordinario (16 de julio de 2017)

Mt 13,1-23 / Is 55,10-11

Cansados de la larga marcha, al atardecer, los peregrinos a Santiago descansan en el albergue. Mientras llega el sueño, intercambian las vivencias habidas durante la jornada. Uno dice: El contacto con la naturaleza ha purificado mi interior. Otro comenta: El camino ha sido para mí una vía sacra y se me ha abierto un horizonte nuevo. Mi corazón se ha llenado de esperanza. Un tercero añade: He caminado envuelto en el silencio y he ido orando un espacio prolongado, y he constatado que escarbando hasta el fondo, allí estaba Él, mi Señor Resucitado. Me he sentido estremecido. // Felices los grupos humanos que son capaces de enriquecerse con experiencias vividas y compartidas con sencillez. Es una bella forma de vivir el espíritu de la parábola del sembrador.

   1-    Isaías 55,10-11. LA PALABRA. Como la lluvia y la nieve caen del cielo, y solo vuelven allí después de haber empapado la tierra, de haberla fecundado y hecho germinar, para que dé simiente al que siembra y pan al que come, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí de vacío, sino que cumplirá mi voluntad y llevará a cabo mi encargo.

·         Tú, Señor, hoy me susurras al oído: Como la lluvia y la nieve que empapa la tierra y la hacen germinar, así será la palabra que sale de mi boca.

·         Besaré con lágrimas en los ojos tu Palabra que dinamiza mi interior. Dame, Señor, hambre de tu Palabra, que me movilice a buscarla ardientemente.

·         Cielos, lloved vuestra justicia. Ábrete, tierra, haz germinar al Salvador. El rocío del cielo, tu Palabra / anhelo con viva fe, mi Señor / Sea yo tierra mullida y dispuesta / para acogerla con unción y amor.

·         Cada día, me dejaré  conmover por la magia de una palabra que encierre vida en sus entrañas y tenga el poder de seducirme. Entonces, la palabra será un cauce, una vía sacra en la que experimentaré tu victoria, Cristo.

·         Por este camino quiero transitar para dejarme cautivar por la belleza que tú quieres reflejar en mí, como en un límpido espejo.

   2-    Un ejemplo vivo del anuncio de la Palabra. En 1511, ante la visión de la triste vida y el aspérrimo cautiverio que la gente natural de la isla padece como consecuencia de la conquista española, los dominicos elaboran y firman conjuntamente un sermón que pronunciará el fraile Antonio Montesinos en presencia de todos los notables de la isla. Escogen el domingo 4º de Adviento y toman como punto de partida la frase de Juan Bautista: Soy la voz que clama en el desierto. Llegado el momento de la homilía, pregona la Palabra con gran energía el predicador Montesinos: Me he subido aquí, yo que soy la voz de Cristo en el desierto de esta isla y, por tanto, conviene que con todo vuestro corazón y con todos vuestros sentidos, la oigáis: Todos vosotros estáis en pecado mortal y en él vivís y morís, por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes. Decid, ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre a estos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas y habéis consumido muertes y estragos nunca oídos? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin darles de comer ni curarlos en sus enfermedades que, de los excesivos trabajos que les dais, incurren y se os mueren y, por mejor decir, los matáis, por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidado tenéis de quien los doctrine y conozcan a su Dios y creador, sean bautizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos? ¿Estos son hombres? ¿No tienen almas racionales? ¿No estáis obligados a amarlos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis? Tened por cierto que en el estado en que estáis no os podéis salvar…

·         De las reacciones a la homilía interesa destacar una que hoy nos parece inverosímil: los notables piden la retractación del sermón por haber predicado una doctrina nueva. (JAVIER VITORIA. Una teología arrodillada e indignada, pág. 32s. Sal Terrae).

    3-    Mateo 13,1-23. Salió el sembrador a sembrar. ¡Cuántas palabras no oigo, mi Jesús, en el templo o fuera de él! Al menos, un 5% de ellas ¿lo convertiré en vida? Tomemos, por ejemplo, el texto de Mateo 6,1-6.16-18, y fijémonos en los 3 actos con que el evangelista nos insta a vivir la cuaresma responsablemente:

+ 1. Limosna. Hoy diríamos SOLIDARIDAD. La Biblia abunda en citas en que se recomienda la práctica del diezmo como forma de vida solidaria para ayudar a los necesitados. Significa que el que gana 1000 euros, dedica 100, la décima parte, para socorrer a los necesitados. La fe de muchos cristianos practicantes llega a la cabeza y al corazón, pero, rara vez, al bolsillo. A su entrada se detiene, como si leyera: Vedada la entrada. Esto me pertenece en exclusiva.  Es un capítulo muy importante para irnos convirtiendo, aumentando nuestra generosidad y amor.

+ 2- Oración. ¿Qué puedo hacer para convertir en vida esta recomendación de la oración? Sugiero una práctica muy sencilla. Debemos ser capaces de introducir una cierta novedad en la vida, es decir, hacer algo que antes no hacíamos. Hay en las librerías religiosas unos libritos (cuestan menos de 5 euros) que contienen el evangelio de cada día del año. Quien decida tenerlo, puede dedicar un momento para leer el pasaje del día, reflexionar y orar con las ideas que le sugiera su lectura. Es sencillo, pero exige voluntad y esfuerzo.

+ 3- Ayuno. Hoy, tiene mala prensa esta práctica, a la que tanta importancia se le ha dado en el pasado. La Iglesia ha reducido a lo mínimo su práctica. Hay dos días en la cuaresma que son de ayuno y abstinencia. Son el miércoles de ceniza y el viernes santo. Ayuno significa que se hace una sola comida al día, si bien se puede tomar algo por la mañana y por la noche. La abstinencia quiere decir no tomar carne. Todos los viernes de cuaresma son días de abstinencia. Estas prácticas las podemos tomar como una invitación a introducir en nuestra vida un modo de vida sencillo, reduciendo gastos, que es la forma de poder ser más solidarios con los necesitados.


4-  ¿Eres zarzal, camino o pedregal?  Salió el sembrador a sembrar. Jesús, no es por falta de simiente, por falta de palabras, que éstas no producen más vida en mí. Necesito tener más hambre y sed de acoger con un corazón abierto las palabras de vida que puedan llegar a mí interior. Sí, las palabras tienen una gran fuerza de sugestión para producir vida. Pero no hay nada que hacer si mi persona es zarzal, camino o pedregal. Las palabras se las comerán los pájaros o quedarán ahogadas por las zarzas o no echarán raíces. / Gracias, Jesús, por esta reflexión. Te bendigo por toda Palabra viva.

       P. Pedro Olalde.

14º Domingo ordinario (9 de julio de 2017)

Mt 11,25-30

1-    El hombre, un ser finito. Señor Dios, me has regalado el don de la conciencia de mi finitud. No me considero indispensable. Un día, tal vez no muy lejano, desapareceré del escenario de esta vida y el mundo seguirá igual sin mí.

·         Gracias, Señor, porque esta conciencia me permite caminar en la verdad, sin falsos espejismos sobre mi persona. Acepto mi condición humana y me arrojo confiado en tus brazos, pues el amor que me tienes supera con creces todas mis limitaciones. Gracias por tu vida divina de la que disfruto ya en el presente.

·         Huya yo, Señor, del orgullo y de la autosuficiencia como de la peste, y viva gozoso bajo tu dependencia paternal amorosa, mientras hago camino con denuedo hacia el hogar de la felicidad, donde me reservas una estancia.

2-    Dios se revela a los sencillos y se esconde a los sabios. Contigo, Jesús, alabo a Dios, porque ha escondido estas cosas a los sabios y se las ha revelado a los pequeños. Bendito seas, Padre, por haberte parecido eso bien. Tu vida, Jesús, te enseñó que los teólogos y las autoridades religiosas de Israel te rechazaron, mientras el pueblo sencillo e inculto aceptaba tu Buena Nueva.

·         Me admira, Jesús, que alabes a Dios por tu fracaso ante los sabios y los guías religiosos para conducir al pueblo. Bien veías con tu clarividencia que los autosuficientes se encerraban en sus seguridades y se imposibilitaban para abrirse a la novedad de tu enseñanza. Y dabas gracias a Dios, porque los sabios y los poderosos no aceptasen tu mensaje, pues eso mostraba a las claras que Dios es justo y bueno, no se deja comprar y que el dinero y el poder no pueden cambiar a Dios.

·         Te sientes feliz, Jesús, de que los pobres, que viven oprimidos por sus gobernantes religiosos, encuentren consuelo en ti, acojan tu doctrina liberadora y se sientan amados por tu Padre.

·         A ellos les dices: Venid a mí los que estáis cansados y agobiados. Los pobres, que vivían la religión como peso, encuentran alivio en tu propuesta de salvación. Por eso, les dices: Cargad con mi yugo, porque es llevadero y mi carga, ligera.

3-    Para vivir a Dios hay que ser sencillo. Los sencillos, Jesús, que se abren más fácilmente a Dios, son un modelo para todos los creyentes, sean autoridades o no. Ellos son toda una revelación divina. A ellos se manifiesta Dios, porque desde su sencillez, van al encuentro de su misterio y no ponen trabas. Al intelectual apegado a sus doctrinas mentales, éstas fácilmente se convierten en obstáculo que le impiden ir directamente al encuentro del misterio.

·         ¡Qué delicia, Señor, encontrarme con personas que transparentan tu presencia! Quisiera ser un seguidor tuyo de alma humilde, de modo que sea reflejo vivo de tu amor.

·         Más quiero tener devoción que ilustración. ¿Para qué vale adentrarse en temas difíciles sin deseo sincero de conversión? Imite yo a los humildes de corazón, capaces de estremecerse al oír frases como éstas: Te llevo tatuado en las palmas de mis manos. Aunque una madre abandone a su hijo, yo nunca te abandonaré.

4-    Y hallaréis descanso para vuestras almas. La sociedad moderna está bien implantada en la cultura del descanso veraniego. Y así, durante un mes, abandona el trabajo y va en busca de un lugar propicio para desconectar. Muchos van a las playas para aburrirse tomando el sol.

·         Pero, ¿es esto lo que necesitan las personas que han acumulado once meses de stress durante el año? ¿No necesitamos, más bien, hacer las paces con nuestra vida trepidante, buscando más silencio para entrar en nuestro interior?

·         ¡Qué bonito sería aprovechar este mes para volvernos un poco más contemplativos de la naturaleza, penetrando en su hermosura y variedad y mirar con ojos nuevos el mundo de los árboles, las plantas y las aves!

·         Asimismo, ¡qué bueno sería aprovechar este tiempo de ocio para dar entrada libre en nuestra vida a la fiesta, al gozo compartido y a la fraternidad! Pero, desgraciadamente, no abundan quienes se interesan por este tipo de descanso.

·         Hay, sin embargo, grupos reducidos que prefieren descansar pasando alguna semana en un monasterio donde pueden contagiarse de Dios. Felices ellos. ¿No es Él el amigo de la vida, la verdadera fuente de felicidad?

·         No, la agitación que nos envuelve a todos en estos tiempos no es fácil de curar con unas vacaciones convencionales. De regreso a casa, para retomar la rutina diaria, nos volvemos a encontrar igual que antes.

·         El mal de muchos de nosotros puede ser la mediocridad, contentándonos con todo aquello que deja vacío el corazón. Si no conseguimos salir de ella para proponernos una vida exigente y, a la vez, estimulante, la insatisfacción será siempre el compañero inseparable de nuestro camino.

5-    La posmodernidad de la desorientación.  Cunde en la humanidad, hoy, una cierta sensación de inseguridad y desorientación. Viajamos sin la idea de un destino que nos guíe ni en busca de una sociedad buena ni con la esperanza de llegar a ella (Z. Baumann). El autor de esta frase ha recurrido a una imagen muy sugerente para definir la situación existencial de la humanidad en el mundo moderno. Considera que el hombre moderno se parece más a un vagabundo que a un peregrino. Lo propio del peregrino es que sabe adónde va, cuál es la meta que persigue. Por eso el cansancio se hace más llevadero. Lo propio del vagabundo es que vaga sin cesar de acá para allá, sin saber adónde va o, mejor dicho, sabiendo que va a ninguna parte, que no tiene meta que perseguir. El posmoderno no es dueño de sí mismo, sino esclavo de su deseo. (FELICÍSIMO MARTÍNEZ DÍEZ. Creer en el ser humano. Vivir humanamente. Pág. 237. Editorial Verbo Divino).

         P. Pedro Olalde.