Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Vascongadas
La Congregación tiene como sede la Iglesia de San Ignacio de Loyola, de Madrid, donde realiza sus actividades. Este blog es un canal de información dirigido a todos sus miembros y personas interesadas en conocerla más de cerca.
(Para visualizar correctamente este blog se recomienda tener instalado el navegador Google Chrome).
________________________________________________________________________________________________________________________________________
Misa de despedida del Padre Pedro Olalde
El pasado domingo, 17 de noviembre, el Padre don Pedro Olalde Biain, celebró su última misa en la Iglesia de San Ignacio de Loyola como capellán de la Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Vascongadas, labor que ha venido desempeñando con gran dedicación en Madrid durante los últimos años.
La misa fue celebrada junto con otros sacerdotes: don Alfonso Lozano (vicario episcopal de la III vicaría de la Archidiócesis de Madrid), don Pedro Pablo Colino (párroco de San Sebastián), el padre dominico don Xabier Gómez y el padre don Alejandro Piñón que es el nuevo capellán de la Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Vascongadas y rector de la Iglesia de San Ignacio de Loyola. Al Padre Piñón, sacerdote diocesano del Ferrol que viene a Madrid a ampliar sus estudios, le damos nuestra más entusiasta bienvenida expresándole nuestros mejores deseos en su tarea sacerdotal en la Real Congregación.
A continuación, reproducimos el emotivo sermón del Padre Pedro Olalde, dirigido a los numerosos congregantes y amigos que nos dimos cita en la Iglesia de San Ignacio de Loyola para acompañarle en esta sentida ocasión:
"ADIÓS, MUNDO CHAPUCERO.
Queridos Hermanos sacerdotes. Queridos amigos todos:
Después de vivir 24 años en Madrid, 16 años en Santa María la Mayor, me ha llegado el tiempo de deciros adiós.
Mis Hermanos de Comunidad me han recordado que, cumpliendo 90 años en 2020, no puedo seguir viviendo solo.
En este momento puedo decir que he vivido a gusto, en general. Por eso, después de tantos años de convivencia con vosotros y con otros hay, como es obvio, un cierto desgarro.
Recuerdo que mi padre, cuando yo tenía 10 años, varias veces me contó la despedida del gitano: pasó un cuarto de hora diciendo con fuerte voz: "Adiós, mundo chapucero, adiós chapucero mundo" (3 veces).
Pero, ¿es cierto que es chapucero este mundo?
Mi experiencia ha sido, por el contrario que, a pesar de las pequeñas dificultades, este mundo ha sido MARAVILLOSO.
Me eduqué con los Hermanos Maristas, en mi tierra natal de Oñati (Guipúzcoa).
Todos los días, el educador nos hablaba de Jesús, y como buen Marista, de MARÍA.
A los 11 años, una tarde, me dijo: "Tú, ¿quieres ser como yo?" Yo que sentía una gran admiración por este educador, sin titubear, le dije que sí. De este modo, a mis 12 años fui al Seminario Marista.
Allí, recuerdo, oía hablar del Espíritu. No entendía al principio, hasta que me di cuenta y supe lo que era eso.
Fui conociendo más y más a Jesús y nunca pensé en volver atrás.
Me dediqué a la enseñanza en Burgos, Logroño, Pamplona y Bilbao.
Cuando se celebró el Concilio Vaticano II, un grupo de jóvenes Maristas nos dimos cuenta de que a las Congregaciones Religiosas se les pedía que se pudieran al día.
Hacíamos retiros, reflexionábamos, orábamos con mucha ilusión.
Al final se nos dijo que lo que queríamos hacer no se podía dentro de la Congregación.
Seguimos en nuestro discernimiento hasta que decidimos crear nuestra propia Institución: "Sociedad de Vida Apostólica Fe y Justicia", a la que pertenezco.
Una vez fuera de los Maristas, los que sentíamos la llamada al sacerdocio, nos ordenamos.
En este momento me siento muy agradecido a Dios por su llamada.
Agradezco también, a cuantas personas me ayudaron a vivir la vida cristiana con profundidad.
Ahora, a mis años, esto es lo más grande que estoy viviendo, que no lo cambiaría por nada.
Pertenezco a la Comunidad de Fe y Justicia.
Fe: Vida cristiana, Relación cálida con Dios. La mejor formación posible. Hora y media de Oración personal. Retiros.
Justicia: A los empleados pagarles dignamente. Dedicación a los más pobres. Más de la mitad son misioneros en el Tercer Mundo: Filipinas, Perú, El Salvador.
Espiritualidad: Hora y media de Oración personal. En nuestras Comunidades se toma una hora por la mañana: Laudes y Oración personal.
Por la noche: 30 minutos y Completas.
Me siento agradecido a la Comunidad por haberme educado a dar importancia a lo esencial, a la ORACIÓN.
Formación.
Una carrera civil y estudios de teología, para poder dar razón de la esperanza cristiana.
Lecturas: Creo poder decir con verdad que he experimentado que la lectura de buenos libros me ha enriquecido muchísimo y me ha sido muy útil para no aburrir a los oyentes en las homilías.
Creo que haríamos bien todos si tuviéramos el hábito de leer. El que lee nada o poco se priva de uno de los mejores amigos.
Imagen de Dios
Uno de los mejores libros que he leído ha sido el de Karl Rahner "El Dios que desciende al encuentro del hombre". Con un lenguaje vital muestra el autor a un Dios Amor que nos diviniza.
Me gustaría recordar que el SOL es una estrella compuesta por dos gases: hidrógeno (72%) y helio (27%) y su esencia es arder (en la superficie tiene una temperatura de 6000 grados y en el núcleo, más de un millón de grados).
Así que la esencia del Sol es arder; el Sol no puede dejar de arder.
Y ¿cuál es la esencia de Dios? No es arder, sino AMAR. La esencia de Dios es AMAR. Dios no puede dejarnos de amar.
¡Qué maravilla el poder conocer lo que tenemos encima de nuestras cabezas! ¡El Cosmos!
Con millones y millones de galaxias, como la Vía Láctea, a la que pertenecemos.
Cada Galaxia, con millones y millones de estrellas. Un cielo en expansión.
El Creador ha escrito: DIOS EXISTE Y OS AMA, con el lenguaje de estrellas. Verdaderamente, el MUNDO no es UNA CHAPUZA.
Termino agradeciéndoos cordialmente todo el cariño que me habéis dado, que habéis sido todos."
Desde estas líneas, quisiéramos expresar al Padre Pedro Olalde nuestro más sincero agradecimiento por todos sus años de dedicación como capellán de la Real Congregación de San Ignacio de Loyola y rector de la iglesia de nuestra Congregación. Le expresamos, también, nuestros mejores deseos en su nueva etapa en la que se incorpora a la Comunidad de Fe y Justicia en Bilbao, la Casa Central de esta Comunidad, que acoge a los misioneros que pasan parte de sus vacaciones cuando vuelven de los lugares de misión en los países del Sur.
32º Domingo ordinario (10 de noviembre de 2019)
Lucas 20,27-38. Se acercaron entonces unos saduceos, que niegan la resurrección, y le
preguntaron: Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si el hermano de uno muere
dejando mujer sin hijos, su hermano debe casarse con la mujer para dar
descendencia a su hermano. Pues bien, había siete hermanos. El primero se casó
y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con la viuda, y así hasta
los siete. Todos murieron sin tener hijos. Por fin, murió también la mujer.
Así, pues, en la resurrección, ¿de quién de ellos será mujer? Porque los siete
estuvieron casados con ella.
Jesús les dijo: En la vida presente existe el
matrimonio entre hombres y mujeres; pero los que logren alcanzar la vida
futura, cuando los muertos resuciten, no se casarán; y es que ya no pueden
morir, pues son como los ángeles; son hijos de Dios, porque han resucitado. Y
que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo da a entender en el episodio de
la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abrahán, Dios de Isaac y Dios de
Jacob. No es un Dios de muertos, sino de vivos, porque todos viven por él.
Comentario. Los saduceos eran burgueses
colaboracionistas de los romanos. En materia religiosa eran conservadores.
Aceptaban la Torá (los 5 libros del Pentateuco) pero rechazaban los libros
proféticos y los libros más modernos del AT, como el de los Macabeos, donde se
afirma la resurrección.
Basándose en la mayoría de los autores del AT, por lo menos los
anteriores al siglo II a. C., negaban la resurrección. En esto se diferenciaban
de los fariseos, que creían en ella, conforme a los textos del AT (Dn 12,1-3;
2Mac 7,14).
Con su pregunta los saduceos quieren desprestigiar la
resurrección de los muertos. Para ello, citan la ley del levirato (Dt 25,5-10),
por la cual el hermano de un difunto se casaba con su viuda para impedir que
los bienes de la familia fuesen a parar fuera de ella y dar descendencia a su
hermano.
La respuesta de Jesús afirma que la resurrección no supone
una continuidad con respecto a esta vida, sino una nueva y distinta, una
existencia de plenitud.
Sugiere Jesús que la resurrección es don de Dios, que
posibilita a los muertos seguir viviendo en la resurrección. La cita de Jesús
para probarla es de Ex 3,6, que los saduceos admitían. En ella, Dios se
presenta como el Dios de los patriarcas, fallecidos hacía siglos. Los fariseos,
finalmente, se alegran de que Jesús contestara tan brillantemente a sus
enemigos saduceos.
Visión de la
resurrección desde la ciencia. Si la noticia de la resurrección de Jesús fue difícil de
creer para sus discípulos y para los primeros cristianos, tanto más parece
serlo para quienes vivimos en la era de la ciencia.
Si ya los primeros cristianos experimentaron la resurrección
como un suceso sorprendente, tanto más chocante resulta para sensibilidades
configuradas principalmente por los modernos métodos inductivos del
conocimiento.
En la actualidad, los naturalistas explican con frecuencia la
esperanza como un engañoso mecanismo de supervivencia, una adaptación
darwinista desconectada de la realidad. Pero los naturalistas científicos muy
rara vez piensan las consecuencias plenas de la tesis, que con tanta confianza
formulan, de que la muerte y la nada absolutas son el destino que espera a todo
lo real.
Muy pocos materialistas científicos pueden adoptar con plena
coherencia la sobria lógica del eminente físico Steven Weinberg, quien afirma
que, si no hay Dios ni vida más allá de la muerte, todo lo que podemos rescatar
de nuestra absurda situación es un sentimiento de dignidad personal por aceptar
este destino sin turbación.
Teilhard escribió que sólo la pasión por ser final y permanentemente más puede llevar a una vida
con sustantividad ética; y esta pasión se extingue si nos dejamos embargar por
el sentimiento de que, al final, nuestros esfuerzos no introducen ninguna
diferencia real en el mundo. El hombre, continúa
Teilhard, cuanto más humano es, no puede
entregarse sino a lo que ama; y en último término, sólo ama lo indestructible.
El científico Whitehead se pregunta qué significaría para el
universo como un todo si fuera incapaz de alcanzar alguna clase de
inmortalidad. Y piensa que la expectativa consecuente de una muerte absoluta
para el universo tornaría trivial y, a la larga, paralizaría la aspiración ética
del ser humano. Él cree que la filosofía más coherente es lo que deja sitio
para la realidad de algo duradero, de algo capaz de redimir a todos los
acontecimientos cósmicos, no solo a las vidas humanas individuales, de perecer
por completo.
Encontrar sentido en un
universo inacabado
Si el universo fuera concebido como esencialmente acabado,
¿qué objetivo tendrían nuestros esfuerzos? Para poder vivir vidas llenas de
pasión y vigor ético, las personas necesitamos esperanza. Lo cual significa que
necesitamos un universo que todavía tenga sitio para crecer. Es decir,
necesitamos un universo inacabado, y exactamente esto es lo que nos ha dado la
ciencia.
Por amor, Dios “renuncia” a abrumar cada instante presente
con su infinidad divina. Así y todo, la defensa teológica de la razonabilidad
de la esperanza en la inmortalidad debe basarse principalmente no tanto en la
antropología y la cosmología contemporánea cuanto en la confianza que Dios suscita.
Para la fe cristiana, la resurrección de Jesús es la revelación
de lo que la naturaleza anticipa, un cumplimiento en el que la vida al final
resultará ser más fundamental y, en último término, más inteligible que la
muerte. Esta es la razón, por la que nuestra confianza en la buena nueva de la
resurrección obtiene respaldo de la búsqueda de sus fundamentos cognitivos. Al
contrario de lo que creen los materialistas científicos, no será la muerte,
sino la vida, la que terminará revelándose como el más inteligible estado de
ser.
P. Pedro Olalde.
31º Domingo ordinario (3 de noviembre de 2019)
Lucas 19,1-10. Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Había en ella un hombre
llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, que quería conocer a Jesús. Pero,
como era bajo de estatura, no podía verlo a causa del gentío. Así que echó a
correr hacia delante y se subió a una higuera para verlo, porque iba a pasar
por allí. Cuando Jesús llegó a aquel lugar, levantó los ojos y dijo: Zaqueo,
baja enseguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa. Él bajó a toda prisa y
lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban y decían: Se ha alojado
en casa de un pecador. Pero Zaqueo se puso en pie ante el Señor y le dijo:
Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres, y si engañé a alguno, le
devolveré cuatro veces más. Jesús le dijo: Hoy ha llegado la salvación a esta
casa, pues también éste es hijo de Abrahán. Pues el Hijo del hombre ha venido a
buscar lo que estaba perdido.
Versión libre
Anochecía sobre el
cielo de Jerusalén. El alboroto de las horas centrales del día dejaba paso a un
silencioso atardecer, al tiempo en que el sol enviaba su último saludo. Pronto,
la oscuridad se adueñó de toda la ciudad, de modo que maestro y discípulos se
afanaron en encontrar un lugar en donde descansar al abrigo de la frescura de
la noche.
Siguiendo su costumbre,
Jesús, a la luz de la pálida luna, se distanció del grupo para orar a solas. A
su regreso, los encontró profundamente dormidos.
De mañanita, todavía
cuando un profundo silencio envolvía a la ciudad, se fueron despertando todos,
para acompañar a su maestro en su ida a Jericó.
Cuando el pájaro
matinal no había acabado todavía su concierto, se pusieron en marcha hacia su
destino, distante unos 30 kilómetros. Bajo el dosel dorado del cielo matinal,
aceleraban el paso en su descenso a Jericó.
Sabían que era una ruta
infestada de maleantes. Pero los rudos discípulos se sentían invencibles en el
campo de batalla. Al acercarse a las zonas más boscosas ahuyentaban el miedo
elevando la voz y profiriendo frases de desafío contra los ocultos enemigos.
Van transcurriendo las
horas sin que los peligrosos fantasmas hagan su aparición, cuando ya se
encuentran próximos al lugar deseado, Jericó, la ciudad de las rosas, la que
Josué conquistó con el clamor de las trompetas.
Ya para aquel otoño,
Jesús era muy conocido en todo el país, desde las tierras de la tribu de Dan
hasta el desierto de Idumea, desde el mar de los fenicios hasta las secas
montañas del Moab.
Al llegar a la ciudad,
los vecinos se alborotaron un tanto y se fueron acercando a conocer a Jesús.
¡Qué bueno que viniste, profeta nazareno!, le dijo uno. ¡Deseamos escuchar al
heraldo de Dios!, exclamó, a su vez, una mujer con un bebé en brazos.
Jesús les saludó muy
atento, y pronto el gentío se puso en movimiento hacia el centro de la ciudad.
Muchos desde sus casetas se asomaban al exterior, ante el enorme bullicio que,
por momentos, se iba agrandando.
Al atravesar la gran
Alameda con árboles a ambos lados de la calzada, los que encabezaban la
peregrinación fueron los primeros en divisar encaramado a un árbol a un hombre
bajo de estatura, que luego supieron que era Zaqueo. Rico y conocido en la
ciudad, como publicano prestaba dinero a un interés elevado, razón por la cual tenía
mala fama.
Este hombrecito había
oído hablar de Jesús y se despertaron en él vivos deseos de saber cómo era.
Cuando el grupo de los discípulos con su maestro estaban cerca de Zaqueo, Pedro
le hizo saber a Jesús que un hombre estaba subido a una higuera.
Pensó Jesús que este
hombre podía tener hambre del reino de Dios y se dispuso a emplearse a fondo
con él. Se detuvo ante el árbol, miró y sonrió al hombre, y sin más preámbulos
le dijo: Zaqueo, baja que hoy debo hospedarme en tu casa.
El interpelado
descendió aceleradamente y saludó a Jesús, no comprendiendo que hubiera
escogido el hogar de aquel hombre mal visto por todos.
Cuando la gente supo
que Jesús iba a hospedarse en casa de un publicano, empezaron a murmurar de él,
sin comprender aquel hospedaje en casa de alguien con muy mala reputación.
Poco después, los
discípulos y Jesús entraron en casa de Zaqueo. Éste preparó la mesa, puso el mantel
y les ofreció una copiosa cena. Pero el plato principal estuvo a cargo de
Jesús, el de la plena aceptación como amigo a un diferente.
A lo largo de la cena,
Zaqueo se sintió agradecido, porque todo un profeta de Israel quiso distinguirle
alojándose en su hogar.
El hombre de baja
estatura se mostró grande y generoso y abrió ampliamente su corazón a Jesús,
dándole a conocer todo lo que hacía, los desprecios que recibía de la gente…
Nunca antes estuvo Zaqueo tan cerca de un hombre de Dios. Por eso aprovechó su
presencia para prometerle un cambio total en su vida.
Y así, hacia el final
de aquel memorable encuentro, se puso en pie y queriendo dar una cierta
solemnidad al acto, dijo del fondo de su corazón: Profeta nazareno Jesús, me
siento muy agradecido por haber querido honrarme con tu presencia. Ante ti y
ante todos vosotros, prometo dar un cambio radical a mi vida. Quiero devolver
lo robado a quienes he prestado dinero a un elevado interés. Doy también mi
palabra de honor de entregar la mitad de mis bienes a los que carecen de lo más
necesario.
Jesús se sintió
emocionado al escuchar las palabras de conversión del publicano rico y
levantándose en el acto, se fundió con él en un gran abrazo.
P. Pedro Olalde.
Fiesta de Todos los Santos (1 de noviembre de 2019)
UNA ANCIANA ESTABA
PLANCHANDO un montón
de ropa cuando el ángel de la muerte se le acercó diciendo: “Ya es hora. ¡Ven!”
La mujer contestó: “Bien, pero primero tengo que terminar de planchar la ropa.
¿Quién lo haría si no yo? Y luego tengo que guisar, porque mi hija trabaja en
la tienda y necesita comer cuando llegue a casa”. El ángel se marchó.
Después de un tiempo volvió de nuevo. Se encontró con la
anciana cuando esta salía de casa. El ángel dijo: “Ven, que ya es hora”. Y la
mujer contestó: “Pero primero tengo que ir a la residencia de ancianos, donde
hay una docena de personas que me están esperando, olvidadas de sus familias.
¿Cómo podré abandonarlas?” El ángel partió.
Después de cierto tiempo, el ángel volvió nuevamente
diciendo: “Ya es hora. ¡Ven!” La anciana contestó: “Sí, ya sé. ¿Pero quién
llevará a mi nieto al jardín de la infancia si ya no estoy?” El ángel suspiró:
“Bien, esperaré a que tu nieto aprenda a andar solo”.
Unos años más tarde, hacia la noche, la anciana estaba
sentada, sintiéndose muy cansada y pensaba: “En realidad, ahora podría venir el
ángel, después de tanto trabajo, la SALVACIÓN ETERNA tiene que ser hermosa”. El
ángel apareció. La mujer preguntó: “¿Me llevas a la SALVACIÓN ETERNA?” El ángel
a su vez, preguntó: “Y ¿dónde crees que has estado todo este tiempo?”
“¿DÓNDE CREES QUE HAS
ESTADO todo este
tiempo?”, pregunta el ángel de la muerte a la mujer. La Vida Eterna, la
Salvación Eterna la tenemos que vivir aquí y ahora. El Cielo será la plenitud
de lo que empecemos a vivir aquí.
FIESTA DE TODOS LOS
SANTOS. La condición
más grata, más gloriosa, más sublime es que somos FAMILIARES DE DIOS, TODOS SANTOS,
porque el SEÑOR nos da su GRACIA y todos somos DIVINIZADOS, aunque, tal vez, le
prestemos poca atención a esta realidad.
SÍ; TODOS SOMOS SANTOS
“Y PECADORES”. El
Papa Francisco ha dicho varias veces que es un “PECADOR”. Naturalmente, el Papa
no quiere decir que roba o que mata o que hace otras barbaridades. Lo que hace
es manifestar su fina espiritualidad, dando a entender que de lo que es a lo
que tendría que ser hay aún un abismo.
SANTO NO ES EL
PERFECTO, sino el pecador que reconoce la necesidad que
tiene de un Dios que le ame sin merecerlo. Solo cuando uno se siente pecador
está cerca de Dios.
EN LA CELEBRACIÓN DE
ESTE DÍA no tenemos
que pensar en los “SANTOS CANONIZADOS” ni en los que desarrollan virtudes
heroicas, sino en todos los hombres que descubrieron y mostraron la marca de lo
divino en ellos, aunque no hayan pensado en la santidad.
EN TODOS LOS TIEMPOS
han existido y
siguen existiendo personas que descubrieron su auténtico ser, han sido capaces
de darse a los demás y de hacer así un mundo más humano. En este mundo hay
lugar también para el optimismo, porque la inmensa mayoría de la gente son
“buenas personas”, que intentan por todos los medios hacer felices a los demás.
HOY ES EL DÍA DEL
OPTIMISMO. La Vida y
el Bien triunfan sobre la muerte y el mal. Desde esta perspectiva, la vida
merece siempre la pena. Esta alegría de vivir tenemos que mantenerla a pesar de
tanto sufrimiento y dolor como encontramos en nuestro mundo.
LA SANTIDAD CONSISTE EN
LA POSIBILIDAD que
me da Dios de parecerme a Él, porque está en el hondo de mi ser como fuerza de
actuación.
P. Pedro Olalde.
Últimas noticias
Estimado congregante:
En primer lugar y antes de pasar a detallar las actividades de este periodo, queremos informaros que hemos preparado para el próximo 5 de noviembre una excursión para visitar Las Edades del Hombre 2019, que bajo el título de "ANGELI" se celebra este año en la localidad burgalesa de Lerma.
Saldremos a las 8.00 hrs. del edifico de la Bolsa y 8.15 hrs. desde la Plaza de Castilla. El trayecto dura aproximadamente 3 horas (con parada para desayunar).
Por la mañana haremos una visita a las Dominicas (una antigua dantzari de Euskal Etxea es miembro de su comunidad), y podremos compartir experiencias y ellas responderán a nuestras preguntas. A continuación nos cederán su iglesia para que el Padre Olalde celebre una misa y, una vez alimentado el espíritu, pasaremos a saciar el cuerpo en un restaurante cercano al monasterio. A las 17.00 hrs. tenemos reservada la visita a las Edades del Hombre, que dura aproximadamente una hora. Tras la visita regresaremos a Madrid, con hora prevista de llegada sobre las 21.00 hrs.
El precio de la excursión es de 45,00 euros. Si estáis interesados podéis llamar al teléfono de la Congregación o mandar un correo electrónico. El año pasado resultó fenomenal, así que este año tampoco podéis faltar.
Actividades realizadas:
El miércoles, 18 de septiembre, actuó en nuestra iglesia el coro parroquial de San Salvador de Guetaria, que tal y como explicamos en la anterior circular, visitó Madrid con motivo de una audiencia de SM el rey don Felipe VI a la Comisión gestora del Quinto Centenario de Juan Sebastián de Elcano, teniendo el detalle de acercarse a nuestra iglesia para ofrecer un concierto junto con una charla titulada "Capacidad y Liderazgo" sobre Elcano a cargo de Patxi de la Hoz.
El domingo, 22 de septiembre, cantó en la misa dominical el Orfeón Vasco de Euskal Etxea. Nos ha acompañado también hoy, día 27 de octubre.
El sábado, 28 de septiembre, la orquesta "Ars Principia" ("La orquestita dibujada"), interpretó a los siguientes autores: Vivaldi, Teleman, Händel, Pachelbel, Canco López...
La misa del domingo, 29 de septiembre, fue en honor de San Miguel.
En la misa del domingo, 6 de octubre, recordamos a Damián Sánchez.
El viernes, 11 de octubre, festividad de la Virgen de Begoña, celebramos la misa a las 20.00 hrs. con un pequeño ágape que se celebró a continuación. Eskerrik asko Alejandro por tu esfuerzo con el euskera!
Próximas actividades:
El viernes, 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos, tendremos misa a las 12.00 hrs.
El sábado, 23 de noviembre, actuará en nuestra iglesia el coro "Ars Viva", procedente de los Jesuitas de Indautxu de Bilbao.
El domingo, 24 de noviembre, nos acompañará en la misa dominical el Orfeón Vasco de Euskal Etxea.
Y para finalizar, comunicaros que nuestro actual capellán Pedro Olalde, quien tantos años nos ha acompañado y a quien tanto cariño tenemos, dejará Madrid próximamente. Tenemos pensado hacer una celebración para su despedida, de la cual os tendremos informados.
Y como sucede con estas cosas, unos van y otros vienen. Será Alejandro Piñón quien suceda al Padre Pedro Olalde. Alejandro es natural de El Ferrol y viene a Madrid a completar sus estudios. Ongi Etorria, Alejandro!
La Junta de Gobierno.
30º Domingo ordinario (27 de octubre de 2019)
Mt 22,34-40
HECHO DE VIDA. Hace unos días me encontré con una
señora, que siempre me saluda en la calle muy amablemente. Me conoce de la
parroquia de Sta. María la Mayor. Es peruana de Cuzco. Me pregunta que qué tal
estoy. Le digo que muy bien. Al decirle: Eres una buena persona, me responde:
Ojalá que sea así. Y añade: Ojalá que Dios me reciba el día que muera.
Luego pienso: Hasta las personas mejores dudan de la bondad
de Dios, del amor de Dios, y tal vez influenciadas por las predicaciones del
pasado, ponen en tela de juicio que sean aceptadas al hogar del Padre.
MATEO 22,34-40. Un experto en la ley le pregunta a Jesús: “Maestro, ¿cuál es el
mandamiento más importante de la ley?” Jesús le contestó: “Amarás
al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. Este
es el primer mandamiento y el más importante. El 2º es semejante a éste: Amarás al prójimo como a ti mismo” En
estos dos mandamientos se basa toda la ley y los profetas.
¿Con qué amor amas a tu prójimo? ¿Con 2 sobre 10? ¿Con 5?
¿Con 8? ¿Con 10? Y ¿con qué amor amas a
Dios? ¿Con 1 sobre 10? ¿Con 6? ¿Con 9 sobre 10?
¿Con qué amor crees que te ama Dios? ¿Con 10 sobre 10?
¿INFLUYE LA DOCTRINA
SOBRE EL INFIERNO EN TU AMOR A DIOS?
Con el evangelio en la mano, tendríamos que decir que Dios
nos ama con 100.000.000 sobre 10. Es
decir, nos ama infinitamente.
Fijémonos en lo que dice Juan 3,16; “Tanto amó Dios al mundo, es decir, a los hombres y mujeres, que
entregó a su Hijo único”.
Y ¿cómo podemos amar a Dios? Los teólogos señalan que “Dios ha de ser amado en ADORACIÓN (Rahner).
Me relaciono con Dios, reconociendo que Él es mi Hacedor y mi vida le
pertenece. Porque amo a Dios, me comunico
con Él en la oración, como me comunico con las personas que quiero. La
falta de relación es indicio de ausencia de amor. Amo a Dios con mi gratitud sincera por la vida física y
por todo lo que Él me ha regalado. Amo a Dios expresándole mi acción de gracias por la vida espiritual recibida, que
me capacita para relacionarme con Él como hijos en su Hijo Jesús. Amo a
Dios amando al prójimo, sin que esta
razón sea la exclusiva.
Afirma RAHNER que en
nuestra Iglesia, sobre Dios, hay un árido adoctrinamiento al que le falta una
fuerza vital auténtica. Yo también encuentro demasiada pobreza en la
Iglesia, en cómo deberíamos amar a Dios. ¿Llegará un momento en que las
criaturas amen al Dios invisible tan fuertemente que sea nuestro mayor
consuelo? Esperemos que sí.
¿Y todo lo oído sobre el infierno en el pasado, sigue siendo
todavía un FRENO que nos impide amar a Dios con ternura? Alguna vez hemos
recordado las palabras del franciscano José Arregui: ¿Y qué decir sobre el infierno, esa horrible invención de los hombres?
Si existiera el infierno y hubiera un solo condenado en él, Dios sería el ser
más desgraciado del mundo.
ESTAMOS HACIENDO
MEMORIA de JOSÉ RAMÓN ECHAVE, en su aniversario, que fue Consiliario Nacional de Hermandades
del Trabajo, que reposa en nuestro columbario. Y de ANITA ECHAVE, feligresa de la Congregación, fallecida hace
unos meses. Los dos eran hermanos y naturales de Escoriaza.
Queridos José Ramón y
Anita: En esta
Eucaristía estamos celebrando vuestra vida, la que vuestro Padre Dios os regaló
y al que respondisteis como fervorosos cristianos. Celebramos la plenitud de la
Vida de la que estáis gozando ahora, lo cual a nosotros se nos hace difícil
imaginar cómo puede ser.
Sólo pensando en el infinito amor de Dios y en su sabiduría
nos hacemos conscientes como en penumbra de lo que Él puede idear para ofrecer
a sus hijos amados. En la gran mesa redonda a la que os sentáis como
comensales, pienso que el Creador de los inmensos espacios siderales será capaz
de poner realmente en cada uno de vosotros las notas singulares que hacen de él
un ser amado de manera única.
A nosotros, que seguimos peregrinando aquí en la tierra nos
parece que la vida es valiosa, aunque constatamos que no es la gracia suprema,
porque confiamos, esperamos que después de ella hay un final feliz, hay
resurrección, hay vida eterna, que vosotros ya lo estáis experimentando,
gracias al amor gratuito del inmenso amor de Dios.
No hay nada que pueda parangonarse con Dios cuando se trata
de proclamar la fe o de hacer teología. En rigor, en la santa casa de Dios no
se puede alabar o mencionar nada más que al Dios eterno y a Él solo. Ante Él,
todo lo restante se hunde en el abismo de su total insignificancia. Para la
teología y la fe existe sólo el Dios único, incomprensible, tres veces santo,
digno de adoración. Y cuando el corazón, por el pensamiento y por la fe, se
eleva hacia Él, todo lo restante debe callar y permanecer en un silencio
absoluto; el hombre entonces no puede hacer otra cosa que adorar y alabar a
Dios. La vida de la fe y el esfuerzo de la teología deben crecer hasta llegar a
esa única vida cuyo contenido es la VISIÓN amorosa de Dios cara a cara, el
premio eterno de su gracia incomparable. (Karl Rahner “Dios amor que
desciende”).
Queridos José Ramón y Anita: Para acabar, pongo en vuestros
labios esta oración a Dios: Tú no eres un
Dios muerto ni ausente, eres el Dios de la vida, y ¡vives! El Dios que abre la
esperanza, que anida en el corazón humano y que busca aun sin saberlo. El Dios
que atraviesa y llena mis vacíos e ilumina los fondos vacíos de mi soledad acompañada.
Eres el Dios que conmueve mis entrañas, que interrogas mis silencios, que
interpelas mis huidas, que te aposentas dentro, muy dentro de mi ser más mío,
para mantener vivo, esperando mi respuesta. (José Mª Mardones).
P. Pedro Olalde.
29º Domingo ordinario (20 de octubre de 2019)
Lc 18,1-8/Ex 17,8-13/ 2Tim 3,14-4,2
PRIMERA LECTURA: Ex
17,8-13. El pueblo
de Israel, camino de la Tierra Prometida, se encuentra con la poderosa tribu de
los amalecitas y pide a Dios la victoria sobre sus enemigos: que Dios le ayude
a matar a sus enemigos. Y Dios se lo concede. Dios mata a los amalecitas. El AT
está lleno de narraciones de este tipo, en que Israel interpreta que su Dios
está para protegerlo de sus contrarios políticos e incluso para aniquilarlos. Y
cuando el pueblo de Israel considera que Dios no cumple esto, interpreta que es
debido a su infidelidad.
Es una interpretación falsa. Dios no es patrimonio de ningún
pueblo ni ejerce funciones de guerrero para derrotar a los enemigos de las
naciones consideradas fieles a Él. Dios es el defensor de la vida, de toda vida,
sean adoradores suyos o no.
Hay que leer el AT a la luz de la palabra de Jesús, que lo
purifica de las interpretaciones culturales que se han dado a lo largo de la
historia. Lo mejor que podríamos hacer con estos textos, que están en
contradicción con la enseñanza de Jesús, sería eliminarlos, pues no nos ayudan
para nada.
EVANGELIO: Lc 18,1-8. Jesús cuenta la historia de un juez,
que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres, y la de una viuda que,
acudiendo a él, le decía: Hazme justicia
contra mi adversario. Durante mucho tiempo no quiso, pero después se dijo a
sí mismo: Aunque no temo a Dios ni
respeto a los hombres, como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer
justicia para que no venga continuamente a importunarme. Conclusión: si
esto hace el juez injusto, Dios ¿no hará justicia a sus elegidos, que están
clamando a Él día y noche?
Sin duda, la Escritura, que es fruto de una experiencia
religiosa, está expresada en conceptos que corresponden a una visión mítica del
mundo. Hoy, nuestra mentalidad, que no es mítica, corre el riesgo de
distorsionar el mensaje.
Esta parábola no es posible tomarla al pie de la letra. Hoy,
no pensamos que la función de Dios sea hacer justicia. No concebimos a Dios
teniendo ahora una postura y otra dentro de una hora. Dios es siempre el mismo
y no puede amoldarse a una petición.
No podemos endilgar a Dios tareas que no son suyas, sino de
los hombres. Yo, hace tiempo, que no pido nada a Dios. Le presento las
situaciones humanas y las propias, y la oración es un espacio para sentirme
amado por Dios y para expresarle mi amor de criatura, para presentar mis deseos
de crecimiento, etc. Me parecería ridículo, ante la eventualidad de alguien que
me odia, pedir a Dios que me libre de mi enemigo.
En cuanto a la justicia divina se está realizando en todo
momento. Para Él todo está en orden en cada instante. Cuando pedimos a Dios que
imponga “justicia” le estamos pidiendo que actúe como los poderosos. Dios no
puede actuar contra nadie, por muchas fechorías que haya hecho. Dios está
siempre con los oprimidos, pero nunca para concederles la revancha contra los
opresores. (Inspirado en
Fray Marcos Rodríguez. Fe Adulta, 29º D. O. 2016).
La comunidad de Lucas.
Que vive en un mundo hostil y cercana a las primeras persecuciones, se hacía la
pregunta de por qué no intervenía Dios para salvar a su Iglesia.
Etty Hillesum tuvo una experiencia similar. Como encargada de
la organización de un gueto judío, cae en la cuenta de que el único poder de
Dios es el amor. Ve con claridad que Dios no tiene otro poder que el de amar.
No dispensa un trato de favor a sus fieles devotos que acuden a Él en sus
necesidades materiales. La conclusión de Etty es que en vez de solicitar ayuda
a Dios en sus sufrimientos, es ella la que debe sentirse llamada a ayudar a
Dios en esa impotencia ante el mal. Ve claro que si Dios ha elegido el camino
del amor en su relación con los hombres, se siente impotente para librarle del
dolor y del mal al hombre.
Si Dios deja de
ayudarme, dice Etty, me tocará a mí ayudar a Dios. Voy a
ayudarte, Dios mío, a no apagarte en mí. Una cosa me parece cada vez más clara:
no eres Tú quien puede ayudarnos, sino nosotros los que podemos ayudarte, y
haciendo esto, ayudarnos a nosotros mismos.
Etty Hillesum no se pregunta desde Auschwitz dónde está Dios
y evita abandonarse a la desesperada tentación de que allí no puede estar.
Impide así que Dios la abandone, porque ella se resiste a abandonar a Dios; le
hace presente en su voluntad de ayudarle.
APLICACIÓN PRÁCTICA. Sin duda, hay una ingente tarea a
realizar en las comunidades parroquiales en el tema de la oración de petición y
de paso, en la imagen que damos a nuestros fieles sobre Dios.
Ante los diversos problemas humanos como la falta de trabajo
de los hijos, el cáncer de un familiar, la falta de entendimiento en las
relaciones personales, es bueno llevar estas preocupaciones a nuestra oración
para presentarlas al Padre y ver en
su presencia qué podemos hacer nosotros para remediarlas o atenuarlas.
La oración nos debe hacer activos ante determinados
problemas, como el desempleo de los hijos: ¿Qué podemos hacer con los hijos
para facilitarles la búsqueda de un empleo? La función de la oración, en este
caso, es la de movilizarnos, y ante el panorama más negro, el no caer en la
desesperanza.
Otro tema urgente en nuestras comunidades parroquiales es la
enseñanza sobre la imagen de Dios. Hay un buen libro de José Mª Mardones, con
el título “MATAR A NUESTROS DIOSES”, de PPC. El segundo capítulo trata “DEL
DIOS INTERVENCIONISTA AL DIOS INTENCIONISTA”.
P. Pedro Olalde.
28º Domingo ordinario (13 de octubre de 2019)
Lc 17,11-19
CREER A JESÚS y CREER
EN JESÚS. Escena de
los 10 leprosos que se sienten curados. Se quedarían contentísimos: darían, sin
dudar, gracias a Dios. Pero, pasada la euforia inicial, el grupo se deshizo y
cada cual tomó su camino. Tal vez, fueron al templo. Pero ya habían dejado atrás
la lepra y no querían mirar hacia ese pasado tan miserable.
Pero uno de los leprosos, que era samaritano, al ver que
estaba curado, se quedó conmovido de que Dios, por medio de Jesús, se hubiera
fijado en él y le hubiera hecho esa merced tan insigne, equivalente a
resucitarlo, sacándolo de esa muerte en vida, que regresó a toda prisa donde
estaba Jesús y se le echó a los pies agradecido.
Aparecen en este episodio dos tipos o grados de fe, que son
distintos, de manera que solo el 2º puede llamarse fe en el sentido estricto de
la fe que ha venido a suscitar Jesús, una fe totalmente absoluta.
Los nueve leprosos judíos CREEN A SU PALABRA, lo cual no es
poca cosa; es algo tan grande que logra la sanación de la lepra. Pero ese tipo
de fe no es una fe estrictamente personal, ya que no creen propiamente en él,
sino que se limitan a CREER EN EL PODER DE SU PALABRA.
El samaritano, en cambio, CREE EN ÉL y, por eso, por la
relación llena de misericordia, que Jesús ha tenido con él, le importa más que
su sanación, REGRESA A AGRADECERLE. Por eso, ellos se SANAN y él, además, SE
SALVA.
EL TEMA más visible de este pasaje es el del AGRADECIMIENTO,
pero el TEMA DE FONDO es el de la diferencia entre la fe como creer A UNA
PERSONA Y LA FE COMO CREER EN UNA PERSONA.
CREER A UNA PERSONA es creer que lo que dice es verdad,
porque sabe lo que dice y dice la verdad (así es como los niños creen a sus
maestros). De ese modo creyeron los leprosos a Jesús: creyeron que su palabra
tenía poder para sanarlos.
CREER EN UNA PERSONA es entablar con ella una relación
personal, basados en lo que ella nos revela de sí misma. Esa relación personal
puede ir ganando en confianza hasta llegar a entregarse personalmente a
ella.
Así creyó el leproso samaritano. No creyó simplemente que
Jesús tenía un poder y lo quería ejercitar con él, sino que era una persona que
quería su bien, que lo quería tanto que su amor tuvo poder para sanarlo.
En este 2º caso, EL PODER NO ES UNA CUALIDAD EXCEPCIONAL DE
SU NATURALEZA, SINO QUE BROTA DE LA ÚNICA FUENTE DE SU AMOR, QUE ES LA FUENTE
MÁS PERSONAL: EN EL FONDO, DEL AMOR FONTAL EN QUE DIOS consiste.
Por eso regresa: porque también él quiere corresponder
personalmente a tanto amor.
Para el samaritano el que se haya fijado en él, el que haya
querido curarlo, es más precioso todavía que la propia salud, que ya es decir
en el caso del leproso, el discriminado absoluto.
Precisamente por estar completamente discriminado, excluido,
ha podido captar en todo su valor esa discriminación, la curación de Jesús a su
persona.
Por eso, los otros
quedan simplemente SANADOS, pero el samaritano queda SALVADO.
JESÚS HACE A LOS 9 EL
BENEFICIO DE SU SALUD CORPORAL que era lo que le habían pedido. Era mucho, pero no hay un
avance en humanidad cualitativa.
El SAMARITANO queda dignificado por su respuesta personal al
acto personal de Jesús. Jesús hace de él el mayor elogio: “ES TU FE LA QUE TE
HA SALVADO”. Él es, sin duda, quien suscita la fe, pero la fe es la respuesta
proporcionada a la acción de Jesús: ambas se dan en el mismo plano.
¿QUÉ NOS ENSEÑA A
NOSOTROS ESTE PASAJE?
QUE LO IMPORTANTE ES QUE LA FE NOS LLEVE A VIVIR LAS
RELACIONES PERSONALES CON JESÚS.
Y LO MENOS IMPORTANTE LOS FAVORES MATERIALES QUE CREEMOS QUE
CONCEDE JESÚS.
P. Pedro Olalde.
27º Domingo ordinario (6 de octubre de 2019)
VIVE TU FE EN DIEZ PUNTOS
Hay 2 dioses: DIOS y el DINERO. Desea con fuerza que tu amor a Dios sea mayor que tu apego al dinero.
Hay 2 dioses: DIOS y el DINERO. Desea con fuerza que tu amor a Dios sea mayor que tu apego al dinero.
Sé amigo de los pobres.
No importa mucho que no tengas como amigas a personas como Amancio Ortega.
No pidas nada a Dios.
Como Etty Hillesum, la judía que murió en las cámaras de gas nazis, puedes
hacer esta oración: Padre Dios, ya sé que soy tus manos y tus pies. Me brindo
para ayudarte y ser un apoyo para los más menesterosos.
Decido granjearme
amigos con el dinero, manantial de iniquidad.
Haz al final de tu vida
el mayor acto de fe, confiando plenamente que la muerte es un salto cualitativo
en los brazos amorosos del Padre Dios.
Vive unido a Dios sin
contabilizar los méritos de tus buenas acciones.
Para mostrar que Dios
es más importante que el dinero, despréndete, una vez al año, de 1000 euros, o
bien 500 euros o 200, si es que no andas muy sobrado.
Orar es perder el
tiempo con Dios. Decide hacerlo cada día dedicando 10 minutos al menos para
mostrar que Él es el más importante.
El amor es gratuito. El
amor a Dios también. No espero de Él nada, solo ser uno con Él.
Una vez en la vida, haz
un gran acto de fe. Como MARÍA, NUESTRA MADRE, QUE HIZO LA ORACIÓN DE SU
CONSAGRACIÓN, diciendo al Señor del fondo de su corazón: “He aquí la esclava
del Señor. Hágase en mí según tu palabra”.
Tú puedes hacer esta oración: “Me consagro a ti, Señor, y deseo hacer
todo lo que es de tu agrado”.
P. Pedro Olalde.
26º Domingo ordinario (29/09/2019)
Lc 16,19-31
ESTA PARÁBOLA ES CLAVE para entender algo de lo mucho que
nos dice el Evangelio sobre las riquezas. El RICO no tiene en cuenta al POBRE y
sin esa toma de conciencia nada tiene sentido.
Lo único negativo de la parábola es que, mal interpretada,
nos ha permitido utilizarla como OPIO para el pobre. “Aguanta un poco, hombre
que aunque te parezca que el rico disfruta, espera al más allá y le verás
freírse en el infierno, mientras tú encontrarás la dicha más completa.
UTILIZAR ESTOS TEXTOS para seguir hablando de un premio
para los pobres y un castigo para los ricos en el más allá, no tiene sentido.
Esta parábola es clave para entender lo que nos dice Mt
25,31-46: “Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis
de beber”.
Las dos parábolas hay que entenderlas dentro de un visión
mitológica del más allá: premio y castigo en el más allá, como solución de las
injusticias del más acá.
EN EL AT LA PERSPECTIVA
es siempre
religiosa. Fueron los PROFETAS, sobre todo AMÓS, los que denunciaron la maldad
de la riqueza. Su razonamiento es simple: LA RIQUEZA SE AMASA SIEMPRE A COSTA
DEL POBRE.
El Evangelio da por supuesto que las riquezas son MALAS sin
más matizaciones. Es precisamente el POBRE, el que con su sola presencia, llena
de MALDAD el lujo y los banquetes del rico.
JESÚS PROPONE COMPARTIR como fruto del AMOR que nos une. La
consecuencia sería la misma, que los RICOS dejarían de acaparar y los POBRES
dejarían de serlo, pero el CAMINO recorrido HUMANIZARÍA tanto al rico como al
pobre.
Seguramente que el RICO de hoy hacía favores e invitaría a
comer a sus hermanos y a los amigos ricos como él.
Esa actitud no garantiza humanidad alguna. El amor cristiano
SOLO ESTÁ GARANTIZADO cuando hago algo por aquel que no va a poder pagármelo de
ninguna manera. AMOR SIN COMPASIÓN es interés.
JESÚS NO ESTÁ PIDIENDO que soluciones el hambre del mundo,
sino que salgas de tu error al confiar en la riqueza. No se te pide que SALVES
el mundo, sino que te salves tú.
LA SOLUCIÓN PASA POR SUPERAR
TODO EGOÍSMO para
hacer un mundo de hermanos.
Es verdad que los ricos no se consideran hermanos de los
pobres, pero tampoco los pobres se consideran hermanos de los ricos.
NO PODEMOS DESARROLLAR una auténtica religiosidad sin contar
con el Pobre.
A estas alturas nos debemos atrever a decir que el único
pecado que existe es OLVIDARSE del hombre que me necesita.
Mi grado de acercamiento a Dios es el
grado de acercamiento al OTRO. Todo lo demás es IDOLATRÍA.
MATIZACIONES:
No pensemos que RICOS son personas como Amancio Ortega.
Muchos de nosotros nos podemos considerar ricos, porque andamos muy sobrados.
Una persona decía: Yo no doy dinero. Lo que hago es REZAR por
los POBRES. // Creía que había dicho una gran frase.
En general podemos decir que los cristianos estamos POCO
CONVERTIDOS al Evangelio.
Hablando de estas cosas, a una sobrina le decía que muchos
cristianos tranquilamente practican el TURISMO gastando abultadas cantidades
para visitar ciudades lejanas. Le comentaba que en tales ocasiones se debería
AYUDAR A LOS POBRES CON GENEROSIDAD. –Uf, me respondió, la gente no vive
pensando en esas cosas. Vive para disfrutar sin más.
Esa es la verdad. Al lado de personas que contribuyen para
ayudar a los misioneros o a instituciones como Cáritas, Cruz Roja, Manos
Unidas, etc. para paliar el hambre, tal vez para los más, este tema es la
CENICIENTA. La frase del Evangelio: “Granjeaos amigos con las riquezas,
manantial de iniquidad”, la tenemos muy poco en cuenta.
Algunas ONGs se especializan en recaudar fondos para ayudar a
los países más empobrecidos de los PAÍSES DEL SUR. MI ONG, federación Círculo
Solidario, consigue aportar 15.000 euros para dar unas 50 becas de estudio para
los adolescentes muy pobres del EL SALVADOR, para que en esa edad temprana
sigan estudiando, sin necesidad de trabajar. La verdad es que cada vez nos
cuesta más alcanzar esa cantidad.
Tenemos mil modos de colaborar para COMPARTIR. Pero es cierto
que esto de compartir con los pobres nos cuesta un RIÑÓN. Sin embargo, la
CONVERSIÓN al Evangelio de Jesús pasa por nuestro amor y ayuda al SER
NECESITADO.
P. Pedro Olalde.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)