Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Vascongadas


En 1715 se reunió en Madrid un grupo de 124 vascongados que decidieron fundar una Congregación con fines benéficos bajo la advocación de San Ignacio de Loyola. El Consejo de Castilla aprobó las Constituciones en 1718 y desde entonces la Congregación, y a lo largo de más de 300 años de historia ha continuado con su misión.

La Congregación tiene como sede la Iglesia de San Ignacio de Loyola, de Madrid, donde realiza sus actividades. Este blog es un canal de información dirigido a todos sus miembros y personas interesadas en conocerla más de cerca.


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7º Domingo ordinario (24 de febrero de 2018)


Lc 6,27-38

HOY, EL COMENTARIO DE ESTA PALABRA NOS VIENE DE LA MANO de José Antonio Pagola.

·      ¿Por qué tanta gente vive secretamente insatisfecha? ¿Por qué tantos hombres y mujeres encuentran la vida monótona, trivial, insípida? ¿Por qué se aburren en medio de su bienestar? ¿Qué les falta para encontrar de nuevo la alegría de vivir?

·      Quizás, la existencia de muchos cambiaría y adquiriría otro color y otra vida, sencillamente si aprendiera a amar gratis a alguien. Lo quiera o no, el ser humano está llamado a amar desinteresadamente; y, si no lo hace, en su vida se abre un vacío que nada ni nadie puede llenar. No es una ingenuidad escuchar las palabras de Jesús: “Haced el bien… sin esperar nada”. Puede ser el secreto de la vida. Lo que puede devolvernos la alegría de vivir.

·      Es fácil terminar sin amar a nadie de manera verdaderamente gratuita. No hago daño a nadie. No me meto en los problemas de los demás. Respeto los derechos de los otros. Vivo mi vida. Ya tengo bastante con preocuparme de mí y de mis cosas.

·      Pero eso, ¿es vida? ¿Vivir despreocupado de todos, reducido a mi trabajo, mi profesión o mi oficio, impermeable a los problemas de los demás, ajeno a los sufrimientos de la gente, me encierro en mi “campana de cristal”?

·      Vivimos en una sociedad donde es difícil aprender a amar gratuitamente. Casi siempre preguntamos: ¿Para qué sirve? ¿Es útil? ¿Qué gano con esto? Todo lo calculamos y medimos. Nos hemos hecho a la idea de que todo se obtiene “comprando”: alimentos, vestido, vivienda, transporte, diversión… Y así corremos el riesgo de convertir todas nuestras relaciones en puro intercambio de servicios.

·         Pero, el amor, la amistad, la acogida, la solidaridad, la cercanía, la confianza, la lucha por el débil, la esperanza, la alegría interior… no se obtienen con dinero. Son algo gratuito que se ofrece sin esperar nada a cambio, si no es el crecimiento y la vida del otro.

·         Los primeros cristianos, al hablar del amor utilizaban la palabra “ágape”, precisamente para subrayar más esta dimensión de gratuidad, en contraposición al amor entendido solo como “eros” y que tenía para muchos una resonancia de interés y egoísmo.

·     Entre nosotros hay personas que solo pueden recibir un amor gratuito, pues no tienen apenas nada para poder devolver a quien se les quiera acercar. Personas solas, maltratadas por la vida, incomprendidas por casi todos, empobrecidas por la sociedad, sin apenas salida alguna en la vida.

·         Aquel gran profeta que fue Helder Cámara nos recuerda la invitación de Jesús con estas palabras: 

“    Para liberarte de ti mismo, lanza un puente más allá del abismo que tu egoísmo ha creado. Intenta ver más allá de ti mismo. Intenta escuchar a algún otro, y, sobre todo, prueba a esforzarte por amar en vez de amarte a ti solo”.

    El EVANGELIO ES UNA INVITACIÓN A CRECER EN AMOR, EMPEZANDO POR LAS PERSONAS CERCANAS.

·   Si crecer en amor es difícil, deberíamos poner un gran empeño en este crecimiento. Te sugiero una pequeña dinámica: haz una lista de las personas cercanas, en cuyo amor desearías crecer: Luis, Alfredo, Mariasun, Margarita, Iker, Unai, Javier, Tomás.

·  A) Con la lista delante, vete, persona tras persona, nombrándolas y queriéndolas. Puedes decir una frase: Luis, deseo que mi amor a ti vaya creciendo, quiero tratarte en todo momento con cariño; quiero ser una ayuda para ti y tratarte siempre como una persona. En este momento te doy un fuerte abrazo. Pido a Dios que mi amor a ti sea algo parecido al que te profesa el mismo Dios.

·     B) La lista de personas puede ser algo diferente del anterior apartado.  Si te parece mejor, puedes hacer una pequeña lista de las personas a las que quisieras quererlas más, porque te resultan algo indiferentes: Enrique, Iñaki, Mercedes, Pilar, Tomás, Fran, Merche, Susana. A cada persona dile, por ejemplo, esto: Enrique, deseo crecer en cariño hacia ti; que cada vez que nos hablemos, me dirija a ti con verdadero afecto. Pido a Dios  que mi amor hacia ti sea algo parecido al que el Padre Dios te profesa.


6º Domingo Ordinario (17 de febrero de 2018)


6º DOMINGO ORDINARIO. Lc 6,20-26

1-    LUCAS 6,20-26. Lucas nos narra la cuatro bienaventuranzas y la cuatro malaventuranzas, que hay que leerlas en correlación:                                             

      1ª Bienaventuranza-malaventuranza: Es maldita la riqueza que es causa de la pobreza de muchos.
2ª Bienaventuranza-malaventuranza: Es maldita la hartura de los que causan el hambre de otros.
3ª Bienaventuranza-malaventuranza: Es maldita la risa de los que son la causa del llanto de los miserables.
4ª Bienaventuranza-malaventuranza: Son malditas las alabanzas dirigidas a las personas que provocan el odio, a los luchan por la causa del Hijo del hombre.

2-    COMENTARIO. Cualquier intento de aclarar las bienaventuranzas racionalmente, está abocado al fracaso. Sin una experiencia profunda de lo humano, las bienaventuranzas son un sarcasmo. Ni el sentido común ni el instinto pueden aceptarlas. Solo desde un profundo sentido espiritual puede tener comprensión y sentido.

3-    DIFICULTAD. El pasaje de las bienaventuranzas es el más difícil de explicar del Evangelio:

·    ¿Puede ser feliz el pobre, el que llora, el que pasa hambre, el oprimido? Solo desde la perspectiva de un Dios que actúa desde fuera se puede entender: “Dichosos los que ahora pasáis hambre, porque quedaréis saciados”. Si para mantener la esperanza tenemos que acudir a un más allá, podemos caer en la trampa de dar por buena la injusticia que está sucediendo hoy aquí, esperando que un día Dios cambie las tornas.

·   EN LOS MISMOS EVANGELIOS encontramos ya reflejada la dificultad. Lo dice sencillamente: “Dichosos los pobres. Mt. ve la necesidad de añadir una matización: Dichosos los pobres de espíritu: dichosos los que tienen hambre y sed de justicia; dichosos los limpios de corazón. Tanto una formulación como la otra se puede entender mal. Mal si damos por supuesto que el pobre es dichoso por el hecho de serlo. Mal, si entendemos que al rico le basta con tener un espíritu de pobre, sin que eso le obligue a cambiar su actitud egoísta para con los demás.

·    Hablar de los pobres los que andamos en la abundancia, es ligereza. ¿Qué pasó cuando los realmente pobres empezaron a pensar en el Evangelio? Surgió la Teología de la Liberación, que la Institución se apresuró  en calificar nefasta. ¿Es que puede haber un tratado sobre Dios que no libere? Lo que debía preocuparnos es que sigamos haciendo una Teología para tranquilizar a los satisfechos, que no libera ni a los opresores ni a los oprimidos. El fallo de esa Teología estaba en que creía que liberar a los pobres de su pobreza material era la solución definitiva. Hay que liberar al pobre de su pobreza y al rico de su riqueza.

4-    ¿HAY ALGO CLARO EN EL TEMA DE LAS BIENAVENTURANZAS? Os diré lo que a mí me ayuda:

A)  VIVIR SOBRIAMENTE con lo necesario, evitando lo superfluo. De este modo puedo ayudar más y mejor para las necesidades de mis compañeros de Comunidad, sobre todo en El Salvador, donde tenemos un Seminario, adonde suelo enviar como el 65% de mis ingresos mensuales.

+ En VUESTRO CASO sería para atender a las necesidades de la familia, padres ancianos, familiares necesitados. Aparte de esto, sería muy bueno contribuir a paliar el hambre, dentro de la nación o en el extranjero.

B) Hay una frase evangélica que me ayuda: “Granjeaos amigos con el DINERO, manantial de iniquidad”. Soy socio de la Cruz Roja y contribuyo con una cantidad mensual para los comedores sociales. // Es una acción muy fácil de realizar. Uno da lo que quiera, 15-20-25 euros mensuales.

C)  Pertenezco a una Sociedad “JESÚS SOLIDARIO”. A través de la ONG “Círculo Solidario” enviamos cada año 15.000 dólares para dar becas de estudio para que los niños y jóvenes pobres de SAN SALVADOR puedan estudiar sin necesidad de trabajar en un tiempo. El año pasado el grupo de Majadahonda adonde suelo ir cada martes para la profundización en la fe, hubo dos personas que dieron 1000 y 500 euros para estas becas. El resto dio 225 euros. // Así y todo, todos los años andamos justísimos para hacernos con esa cantidad entre los voluntarios colaboradores.

D)  La aportación económica no es la máxima realización. DAR DINERO ES MUY IMPORTANTE. Pero DARSE UNO MISMO, es todavía más importante. JESÚS nunca pudo dar dinero a nadie, porque no tenía. No pudo ayudar al SAMARITANO caído en manos de unos forajidos. Pero JESÚS se dio totalmente a los demás de una manera extraordinaria.

      COMO CONCLUSIÓN: Este año de gracia de 2019, tienes una gran oportunidad
            para convertirte. Es una conversión difícil, porque tú y yo somos muy egoístas.
            Bienaventurado tú si te atreves a dar un paso más en la solidaridad.

P. Pedro Olalde.