Jn 14,23-29
JESÚS SE ESTÁ
DESPIDIENDO de sus
discípulos. Los ve tristes y acobardados. Todos saben que están viviendo las
últimas horas con su Maestro. ¿Qué sucederá cuando les falte? ¿A quién
acudirán? ¿Quién los defenderá? Jesús quiere infundirles ánimo descubriéndoles
sus últimos deseos.
QUE NO SE PIERDA MI
MENSAJE. Es el
primer deseo de Jesús. Que no se olvide su Buena Noticia de Dios. Que sus
seguidores mantengan siempre vivo el recuerdo del proyecto humanizador del
Padre: ese “REINO DE DIOS” del que les ha hablado tanto. “EL QUE ME AMA, SE
MANTENDRÁ FIEL A MIS PALABRAS… EL QUE NO ME AMA NO LAS GUARDARÁ”.
DESPUÉS DE 20 SIGLOS, ¿qué hemos hecho del Evangelio de
Jesús? ¿Lo guardamos fielmente o lo estamos manipulando desde nuestros propios
intereses? ¿Lo acogemos en nuestro corazón o lo vamos olvidando?
+ EL PADRE OS ENVIARÁ EN MI NOMBRE UN DEFENSOR. Es el 2º deseo de Jesús. No quiere
que se queden huérfanos. No sentirán su ausencia. El Padre les enviará el ESPÍRITU
SANTO que los defenderá del riesgo de desviarse de él. Este Espíritu que han
captado en él, enviándolo hacia los pobres, los impulsará también a ellos en la
misma dirección.
OS DOY MI PAZ. Es el tercer deseo de Jesús. Quiere
que vivan con la misma paz que han podido ver en él, fruto de su unión íntima
con el Padre. Les regala su paz.
================================================
¿NO VIVIMOS LEJOS DE
ESTE IDEAL? Hace
unos días un primo sacerdote de Madrid, me contaba lo siguiente: él va todos
los días a decir Misa a una Comunidad de Religiosas. A esta misa también suelen
acudir otras personas. Un día, acabada la Eucaristía, una religiosa se le
acerca al sacerdote para decirle esto:
Mire, me he fijado que esa señora que ha asistido a la Eucaristía lleva
en su bolso una botella de alcohol y las pastillas para suicidarse. Mi primo sabía que
una hija de la señora, unos días antes se había quitado la vida con una botella
de alcohol y muchas pastillas. Habló con ella durante un tiempo prolongado y le
puso en contacto con el Teléfono de la Esperanza. La mujer aceptó la propuesta,
está viva y se siente agradecida de la ayuda recibida.
Mi reflexión es esta: esa buena señora oiría a menudo estos textos
evangélicos que se leen los domingos de Pascua: “EL QUE ME AMA, SE MANIFESTARÁ
FIEL A MIS PALABRAS. MI PADRE LO AMARÁ, Y MI PADRE Y YO VENDREMOS A ÉL Y
VIVIREMOS EN ÉL”. // Pero la dureza de la vida, los problemas que la vida nos
presenta nos hacen salir fuera de nosotros y podemos ser víctimas de la
desesperación.
Estamos viviendo en una sociedad en la que el número de los
suicidios supera al de los muertos en accidentes de tráfico.
No todos los que se quitan la vida lo
hacen por no tener sus necesitadas básicas cubiertas. Otras personas se pueden
sentir tentadas a quitarse la vida por no encontrar ningún sentido a la existencia.
¿QUIÉNES ESTÁN EN
PELIGRO DE SUICIDARSE?
El primer lugar, los que encuentran muchas dificultades para
cubrir sus necesidades básicas. El año pasado, un hermano carnal de un conocido
se quitó la vida, colgándose de un árbol en la zona del Manzanares. En un
tiempo tuvo trabajo y un piso en alquiler; pero al perder el trabajo, fue de mal
en peor; trató de buscar un empleo, pero no pudo conseguirlo y fue entonces
cuando se decidió quitarse la vida. Un grupo de 4 personas estuvimos junto al
árbol fatídico orando por esta persona.
Pero también corren el riesgo de quitarse la vida los
insatisfechos. La 1ª necesidad básica del ser humano es sentirse querido por
sus semejantes. La persona que se siente amada vive feliz y puede vivir
contenta, porque tiene cubierta la mayor necesidad del ser humano: el sentirse
querido.
Hay dos AMORES: el de Dios y el de los hombres. La mayor
parte de los humanos se consideran amados por sus semejantes. Y esto, de
ordinario, es suficiente, para que las personas vivan contentas.
En la fase final de la vida de una persona, esta puede sentir
que el amor de sus semejantes no es el todo, porque estos no le pueden asegurar
la continuidad de la vida. Eso solo puede hacerlo Dios. No conozco que alguien
se haya quitado la vida, por no sentirse amado por Dios, pero seguramente,
pienso que más de un caso de estos se habrá dado.
DICE S. JUAN DE LA CRUZ
que hay el MAYOR
AMOR DE DIOS, que es el AMOR PLENO y que la persona que lo posea se siente
feliz y que las dificultades de la vida y los traumas no tendrán repercusión en
él.
En comparación con ese AMOR Mayor de Dios, TODOS LOS AMORES
HUMANOS SON CHIQUITOS, son enanos y una persona se puede sentir desprotegida
por ese amor.
El cultivo del amor de Dios a que nos invitan los textos
evangélicos, como el de hoy, es muy importante para quienes deseen vivir
felices. Al que me ama, mi Padre lo
amará y mi Padre y yo vendremos a él y viviremos en él. Todo cristiano está
invitado a traducir en vida estas grandes frases de Jesús.
P. Pedro Olalde.